La mitad de las mujeres víctimas de violencia en Neuquén están desempleadas

En contraposición, siete de cada diez personas que ejercieron violencia estaban ocupadas. Los datos corresponden al primer trimestre del año.

La feminización de la pobreza no es un eslogan. En el primer trimestre de 2017 la tasa de desocupación de las mujeres que viven en el conglomerado Neuquén-Plottier fue de 6% y sobrepasó a la de los varones que se colocó en 4,3%, según cifras publicadas por el Indec. En las jóvenes de hasta 29 años trepó incluso al 7,8%. Si se analizan las tasas de actividad y de empleo las mujeres no llegan al 50%.

Esta desigualdad en los niveles de ocupación también se advierte en los casos de violencia machista.

El último informe del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Neuquén, creado por la ley 2887 para producir estadística, reveló que cinco de cada diez mujeres que denunció una situación de maltrato en la provincia, de enero a marzo de este año, contaba con trabajo remunerado.

De un universo de 2410 registros, sólo 1243 víctimas declararon tener una actividad laboral. En contraposición, siete de cada diez personas que ejercieron violencia estaban ocupadas.

“Esto es real, nosotros no hemos profundizado en este aspecto porque para eso tendríamos que hacer alguna cuestión más cualitativa que tenemos pendiente”, aseguró Erika Pedersen, integrante del Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Neuquén.

Explicó: “Si hiciéramos una combinación de variables nos daríamos cuenta de cómo se potencian estos factores de riesgo: son mujeres que permanecen dentro de su casa, que no salen, no hay contacto con terceros. Muchas veces esto genera cierta dependencia económica con el agresor y a la hora de tomar decisiones podría llegar a influir porque implica darle de comer a los hijos todos los días, pagar un alquiler, un montón de cosas que sabemos entran en juego a la hora de que una mujer haga una denuncia. Acceder al mundo del trabajo es un factor que podría facilitar salir del círculo, más aún cuando la modalidad de la violencia que prevalece es la doméstica.”

Hay un ítem en el informe del observatorio que mide “otra actividad” en la que prevalece, en las mujeres, la elección “ama de casa”.

“Ponemos siempre en duda que esta categoría quede como “otra actividad”, porque sabemos todo el trabajo que aporta a un hogar que la mujer se desempeñe como ama de casa, una tarea no remunerada”, afirmó Pedersen.

La ruta crítica

El observatorio toma como fuentes primarias la información provista por la policía y el Centro de Atención a la Víctima del delito.

“Tenemos un subregistro de la violencia”, remarcó.

“El estadio de desempleo más toda la cuestión económica y financiera en general constituye a una mujer en estado de vulnerabilidad. Está vinculado a la feminización de la pobreza como fenómeno de la cuestión de género. En lo que respecta a personas en estado de vulnerabilidad y que se constituye como dificultad de acceso a la justicia está la pobreza, el desempleo y la posibilidad de no contar con patrocinio letrado o con acceso a la justicia para hacer efectivo los derechos que se le proclaman en los cuerpos normativos”, indicó el director de Oficina de Violencia del poder Judicial, Juan Pablo Durán.

Dijo que las mujeres sin ocupación atraviesan una segunda ruta crítica, que es el trayecto que recorren las víctimas una vez que rompen el silencio: “la persona que sale a la mañana a realizar trámites para subsidio, ropa, comida, gas, leña, no le permite procurarse ni los mecanismos de solución económica a su problema y mucho más cuando tiene que realizar trámites judiciales. Son dos tipos de rutas críticas: una que tiene que ver con lo asistencial y otro con cuestiones específicas vinculadas a violencia.”

El rol del Estado

en estos casos

La ley 2786 establece que corresponde al Ministerio de Desarrollo Social promover políticas tendientes a la revinculación social y laboral de las mujeres que padecen violencia.

La Dirección Provincial de las Violencias tiene el programa “Jefas de hogar” destinado a mujeres que hayan sido víctimas y se encuentren capacitándose.

En la Legislatura hay proyectos que proponen crear ayudas económicas temporarias a las víctimas hasta que se reinserten laboralmente. No se debatieron.

Acceder al mundo del trabajo es un factor que podría facilitar salir del círculo, más aún cuando la modalidad de la violencia que prevalece es la doméstica.

Datos

Acceder al mundo del trabajo es un factor que podría facilitar salir del círculo, más aún cuando la modalidad de la violencia que prevalece es la doméstica.

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