Los discos duros en modo espejo, una opción útil para no perder datos

Los archivos electrónicos son cada vez más importantes en nuestras vidas, pero pese a ello muchas veces no se guardan de manera adecuada. Hacer copias en espejo puede ser una buena opción.

TECNO

Josef Reitberger se sorprende de la falta de cuidado con la que algunas personas tratan el almacenamiento de datos. “Ahí están las fotos de los niños cuando eran pequeños en la portátil y de pronto… adiós. Se rompe el disco duro -y al final siempre se rompe el disco duro- y todo se pierde”, señala el editor jefe de la revista de informática “Chip”.

“Con las joyas hay conciencia de la importancia de la seguridad. Es extraño, pero con los datos, no”, asegura Reitberger. “Y eso que el video con los primeros pasos del niño vale mucho más que un anillo”.

Es esencial tener un segundo disco duro, aunque puede ser molesto estar copiando toda la información todo el tiempo. “Por eso es sorprendente que los discos duros en modo espejo no se hayan popularizado hasta ahora”.

El principio es sencillo: los dos discos duros se comunican entre sí y se replican como un espejo de manera constante o en determinados momentos fijados. Si se crea una carpeta con las fotos de las vacaciones en el disco A, éste la envía al B. Si uno de los dos se rompe, siempre quedará el otro.

Además, aunque estén al lado del router de casa, como la copia se sube a la nube en teoría se tiene acceso a ellos desde cualquier lugar con Internet. Se puede dar acceso a ellos a varios usuarios, por ejemplo a toda la familia, para que graben sus datos y descarguen o suban datos estando incluso de viaje.

Reitberger alerta, sin embargo, de que el sistema no puede ser considerado un backup, que implica una copia de seguridad que no está vinculada a la computadora y a la red. En la copia de seguridad todo queda tal como se grabó. Con los discos en modo espejo, lo que se borre en uno se borra en el otro.

Los precios tampoco son muy baratos. Por ejemplo, la serie “My Cloud” de Western Digital se puede comprar a partir de 250 euros (unos 270 dólares) y a cambio se obtienen dos discos de dos terabytes casa uno. El modelo de seis terabytes cuesta 600 euros.

La taiwanesa Synology exige algo más de conocimientos del usuario ya que ofrece la carcasa, pero uno tiene que conseguir los discos duros. No es una solución todo en uno como la de WD, pero sí más flexible, aunque también más cara.

Los dos fabricantes subrayan que dan mucha importancia a la seguridad no sólo ante el peligro de pérdida de datos, sino también de robo. Por eso, no sólo es posible encriptar el sistema en su totalidad, sino también los propios discos duros.

El experto en seguridad Frank Timmermann cree que los riesgos de seguridad con este tipo de discos son asumibles, aunque “uno no controle la codificación y haya que confiar en el fabricante”. “Un punto flojo es cuando hay varios usuarios y hay que pasarles a todos la palabra clave”, pero incluso así se trata de algo controlable. “Si no, ya no se podría enchufar un cable en ninguna parte”.

Dpa


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