Murió Reeve, un héroe en el cine y en la vida

El actor de cine estadounidense Christopher Reeve, quien se hizo famoso interpretando el papel de "Súperman", murió el domingo a los 52 años. Al quedar tetrapléjico tras caerse de un caballo, dedicó su vida a defender activamente investigaciones médicas como las que se realizan con células madre y hasta se enfrentó con Bush.

NUEVA YORK, (AFP/DPA).- El actor estadounidense Christopher Reeve, quien interpretó a Superman en el cine y que estaba tetrapléjico desde hace varios años tras un accidente de caballo, murió a los 52 años debido a una falla cardíaca, indicó ayer su publicista.

Reeve falleció el domingo en el Hospital Northern Westchester, después de sufrir un paro cardíaco y entrar en coma en su casa el día anterior, anunció el publicista Wesley Combs.

El actor estaba siendo tratado por escaras, una complicación normal para las personas que viven con parálisis, según el comunicado de Combs.

La herida se infectó severamente, lo que derivó en una infección sistémica, agregó. «Reeve fue internado en el Hospital Northern Westchester en la noche del sábado y nunca recobró la conciencia. Su familia estuvo a su lado en el momento de su muerte», añadió.

Reeve sufrió una doble fractura de vertebra cervical y daños en su espina dorsal luego de caerse de un caballo durante una competencia en Virginia (Estados Unidos) en 1995.

Casado y padre de tres hijos -uno de su matrimonio con Dana y dos de un casamiento anterior-, Reeve quedó tetrapléjico tras el accidente y sólo podía respirar con asistencia mecánica.

Después del accidente, se convirtió en un referente de las personas con daños en la espina dorsal y en un activo defensor de las investigaciones sobre las enfermedades que afectan al sistema nervioso central y al cerebro.

Reeve saltó a la fama por su interpretación de Superman en cuatro películas rodadas a fines de los años 70 y principios de los 80. Asimismo, continuó con su carrera artística, al dirigir televisión y cine. También protagonizó una versión televisiva de «La ventana indiscreta», de Alfred Hitchcock, lo que le valió un premio Screen Actors Guild.

Nacido en Nueva York el 25 de setiembre de 1952 e hijo de padres divorciados -la periodista Barbara Johnson y el profesor y escritor Franklin Reeve-, Christopher estudió actuación en la Universidad de Cornell y en Julliard, e hizo su debut en Broadway junto a la legendaria Kat

harine Hepburn en «A Matter of Gravity» en 1976.

Dos años después, tras más papeles en teatro y comedias en televisión, Reeve voló a la fama como Superman.

Con su cabello castaño y rostro anguloso, estuvo entre los 200 actores que los productores del filme consideraron para interpretar el papel.

«El papel me llegó porque (…) tengo la apariencia. Es 90% apariencia. Si no me pareciera al tipo de la historieta, no estaría aquí. El otro 10% en talento para actuar», dijo Reeve en una entrevista.

La primera entrega de «Superman» fue un éxito de taquilla cuando se estrenó en 1978. Reeve volvió a protagonizar al superhéroe en «Superman II» (1981), «Superman III» (1983) y «Superman IV» (1987).

Reeve fue el tercer intérprete de «Superman» al que el papel no le trajo suerte. Su antecesor Kirk Alyn arruinó su carrera hace más de cincuenta años. Nunca más fue contratado para otro papel, se deprimió y posteriormente enfermó de Alzheimer. El antecesor de Alyn, George Reeves, se suicidó en 1959.

Tampoco Christopher Reeve triunfó en otro rol después del gran éxito de «Superman». En «Lo que queda del día», «The Aviator», «The Bostonians», «Deathreap», «Monsignor» y «Sleeping Beauty» tuvo que conformarse con papeles secundarios.

Casado en segundas nupcias con la actriz Dana Reeve, el protagonista de Superman es padre de tres hijos -Will con Dana, y Matthew y Alexandra de su matrimonio anterior con Gae Exton.

El actor escribió dos libros tras su accidente: «Still Me» (1998), que se convirtió en un bestseller en Nueva York, y «Nothing is Impossible: Reflections on a New Life» (2002).

 

Mucho más invencible fuera de la pantalla

NUEVA YORK.- Como «Superman», Christopher Reeve encarnaba con su 1,93 metro de altura al héroe invencible. Un héroe que con fuerzas sobrehumanas hacía el bien y desafiaba incluso a las explosiones atómicas. Cuando su propio destino lo desafió, el actor estadounidense creció aún mucho más allá de su papel en el cine. Ambición, una voluntad de hierro y la maravillosa capacidad de encontrar algo positivo en aquella situación tan difícil convirtieron a Reeve en el abogado de los parapléjicos de todo el mundo.

Desde el accidente ecuestre que hace nueve años lo había dejado paralizado desde el cuello hasta la punta de los dedos de los pies, Reeve visitaba y alentaba a otros pacientes.

Con una fe inquebrantable en la curación, creó una fundación y recaudó millones de dólares para la investigación. Habló ante las Naciones Unidas en Nueva York, pidió la ayuda de Hollywood la noche de los Oscar y debatió con los médicos sobre su sueño de conseguir volver a unir con células madre los cordones nerviosos cortados.

Su osadía fue tan lejos que demandó al gobierno del presidente estadounidense George W. Bush, porque limitada la investigación con células madre por consideración con las reservas de la comunidad religiosa. Reeve piloteaba su propio avión y era un apasionado esquiador y jinete, hasta que su caballo «Eastern Express» lo dejó caer en 1995 ante un obstáculo.

El astro de «Superman» cayó de cabeza contra el suelo y se rompió dos vértebras cervicales. Sólo podía mover sus labios. Gracias a una gran disciplina personal consiguió sin embargo tras años de terapia mover los dedos de la mano izquierda y los dedos de sus pies. También podía volver a sentir contactos físicos y distinguía el frío del calor.

¿Habrá sido cosa del destino que la última vez que actuó ante las cámaras antes del trágico accidente encarnó en «Above Suspicion» a un policía al que una bala en la columna deja paralizado? Para meterse mejor en el papel del policía inválido, Reeve visitó varias clínicas especializadas en personas con ese tipo de lesiones traumáticas, en las que pronto él mismo se vio luchando por su vida.

Pero dos años después del accidente, que no le dejó nada salvo a su esposa Dana, sus tres hijos y sus amigos, Reeve debutó como director. Con el telefilm «In the Gloaming», sobre un enfermo de sida que regresa a la casa de sus padres para morir, consiguió que trabajaran para él artistas como Glenn Close, Bridget Fonda y Whoopi Goldberg.

Reeve tampoco tuvo problemas en aparecer como inválido ante la cámara. En una remake de la película de Alfred Hitchcock, «La ventana indiscreta», interpretó a un arquitecto que desde su silla de ruedas es testigo de un asesinato en la casa vecina.

La primera autobiografía de Reeve «Still Me» (Todavía yo) revela que muchas veces la idea del suicidio le rondaba la cabeza para escapar de la esforzada supervivencia en dependencia del respirador. En uno de sus momentos más críticos, las palabras de su esposa Dana volvieron a darle valor: «Sigues siendo tú. Y yo te quiero». Por el contrario, su madre aparentemente pidió a los médicos inmediatamente después del accidente que pusieran fin a la vida de su hijo. Reeve mismo escribió sobre él: «Aun cuando mi cuerpo ya no funcione como antes: Corazón, conciencia y alma no se vieron afectados». (DPA)

 

Sus películas

Christopher Reeve no fue sólo «Superman». Hasta el terrible accidente ecuestre que hace nueve años lo dejó tetrapléjico y condenado a una silla de ruedas, participó en numerosas obras de teatro y películas para cine y televisión. A continuación, una selección de sus filmes:

• 1978: «Alerta Roja: Neptuno hundido» («Gray Lady Down»). La carrera de Reeve en Hollywood comenzó con un papel secundario en esta película de aventuras.

• 1978, 1980, 1983, 1987: «Superman». Ya la primera película de este superhéroe se convirtió en todo un éxito de taquilla y lanzó a Reeve al estrellato mundial. Durante los siguientes diez años rodó tres secuelas. El propio Reeve escribió el guión de la cuarta parte.

• 1985: En «The Aviator», Reeve interpretó a un aviador postal quien tras un accidente se convierte en ermitaño.

• 1993: «Lo que queda del día» («The Remains of the Day»), un drama en el que Reeve tuvo un papel secundario.

• 1994: «Speechless», una de las pocas comedias en las que participó.

• 1995: En el mismo año que sufrió su accidente rueda «Por encima de toda sospecha» («Above Suspicion»), en la que interpretó a un policía al que una bala le da en la columna vertebral. También participó en la película de terror «Village of the Damned», en la que interpreta al médico Alan Chaffee. (DPA)


NUEVA YORK, (AFP/DPA).- El actor estadounidense Christopher Reeve, quien interpretó a Superman en el cine y que estaba tetrapléjico desde hace varios años tras un accidente de caballo, murió a los 52 años debido a una falla cardíaca, indicó ayer su publicista.

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