Los precios por las nubes en San Martín
SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El denominado «boom inmobiliario» sigue siendo un fenómeno vigente en esta ciudad, a pesar de que los mayores movimientos de compra y venta de terrenos se produjeron durante 2003 y 2004, y de que este año parece presentarse un poco más tranquilo. El precio de la tierra tiende a estabilizarse pero quedó por las nubes, por encima de valores históricos, expresados en dólares. El metro cuadrado se llega a pagar hasta 400 dólares en las zonas más cotizadas del casco céntrico. Para pensar en construir una vivienda en un barrio «clase media baja» hay que contar por lo menos con 15.000 dólares, solo para acceder a un lote inferior a los 500 metros cuadrados.
Por algo hay más de 1.200 familias anotadas en los registros estatales que no pueden acceder a la tierra para hacerse la casa propia. En cambio, actualmente hay unas 300 obras en construcción, la mayoría de ellas de gran envergadura, y montadas sobre terreros vendidos en los últimos 2 o 3 años.
Desde la municipalidad se contabilizaron 90.000 metros de construcción el año pasado, y para el presente, el intendente Jorge Carro estima que se mantendrá el nivel de aprobación de obras, de acuerdo a los datos aportados por su equipo técnico.
De esas obras, muchas corresponden a emprendimientos comerciales o complejos de cabañas, pero la mayor parte son nuevas viviendas particulares, en general de familias de buena posición económica que huyeron de la inseguridad de las grandes ciudades o de jubilados que optaron por pasar sus últimos años en una zona tranquila.
«De cada 10 ventas, unas 8 o 9 son de terrenos. Se venden menos casas o locales. La mayoría de los terrenos se compraron para hacer viviendas, ya que hay muy pocas y sigue viniendo muchísima gente. Inclusive, hay cada vez más casos de varones de clase alta o media alta, que dejan a sus familias en San Martín, y van a trabajar durante la semana a Buenos Aires, para regresar a su nueva casa los sábados y domingos», explicó José María Terrone, titular de la Cámara Inmobiliaria local.
Está claro que, además de las variables económicas, en el «boom inmobiliario» juegan factores de tipo social, como la inseguridad o el efecto «post corralito», es decir la tendencia generalizada a sacar la plata de los bancos e invertirla en bienes, principalmente inmuebles.
Tan palpable es este fenómeno, que se calcula que en 10 o 15 años, la población estable se duplicará en San Martín. En el último censo se registraron menos de 25.000 personas, actualmente se habla de 30 a 32.000 habitantes. Según las proyecciones que maneja el secretario de Gobierno Guillermo Carnaghi, se llegará a los 50 mil pobladores alrededor del 2015.
Desde el sector privado se estima que la estampida del precio de la tierra obedece en gran medida al tan mentado juego de la oferta y la demanda, aunque los operadores inmobiliarios aclaran que muchas veces la sobrevaluación de un lote es producto de la decisión del propietario, que desoye el consejo de la inmobiliaria y pone un precio más alto del que le van a pagar. En esos casos el cartel de venta suele permanecer intacto, hasta que el dueño se convence y baja sus pretensiones. Este año, las inmobiliarias esperan mantener un alto volumen de operaciones, pero las cifras más asombrosas se darán en la cantidad de metros construidos sobre las tierras vendidas desde fines de 2002 en adelante.
Todos los precios se manejan en dólares, aunque las operaciones luego se concreten en pesos. Como seguramente ocurre en casi todos los rubros, es muy difícil acceder a los montos reales de las ventas. Es un secreto a voces que uno de los motivos por los cuales no se revelan estos preciados datos, es que en varias ocasiones vendedor y comprador se ponen de acuerdo a la hora de escriturar, para declarar un valor menor al real y pagar menos impuestos.
Ninguno de los numerosos agentes inmobiliarios consultados por este diario lo admite públicamente, pero fuentes confiables aseguraron que «esto es algo común aunque te lo nieguen las escribanías».
Nota asociada: El negocio inmobiliario crece al ritmo del turismo en la región cordillerana
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