El arte como forma de vida: la historia de Melina
Como si el destino hubiera marcado parte de su camino, la joven cipoleña Melina Aman sigue los pasos de su madre y se brinda de cuerpo entero al arte plástico. Desde 2010 brinda clases, y mantiene un taller en el que enseña diversas técnicas artísticas.
Siguiendo los pasos de su madre, la joven cipoleña Melina Aman tiene como vocación y oficio el arte plástico, que es tanto su forma de vida como su sustento. Melina es hija de Alicia Stickel, una conocida profesora de arte que tuvo “El taller de Maly” allá por el año 1986.
La enseñanza de la pandemia de 1918
Junto a Alicia, Melina comenzó a dar clases en el 2010, después de capacitarse en Buenos Aires. “El arte es algo que mamé desde la panza”, cuenta la muchacha haciendo alusión a la profesión de su madre, quien siempre la acompañó. Al mismo tiempo, agregó que “mamá es mi ejemplo y maestra en este mundo”.
En 2013, Alicia y Melina apostaron por abrir un espacio artístico que también contara con la funcionalidad de ser un taller de arte, llamado “La Botica de Maly”. Este proyecto duró hasta el 2018, y luego solo continuaron solamente con las clases de taller.
Melina Aman tiene 32 años y es madre de dos pequeños “motores”, como ella los define: Miguel Ángel, de 5 años; y Agustín, de 3, y cuenta que a ellos también les encanta pintar y participar en los grupos de talleres.
Los trabajos de taller son de formato libre y cuentan con clases semanales de 2 horas, donde cada alumna elige que técnica prefiere para trabajar, y también cómo y dónde aplicarlas.

Además, se dictan seminarios especiales todos los meses, los cuales se extienden durante 3 horas, y donde los alumnos disponen el material y luego se llevan el trabajo realizado.
Aman continuamente se perfecciona y renueva ideas, algo que le permite brindar nuevas propuestas y técnicas innovadoras a sus alumnos todos los meses. “Me encanta reinventarme y ofrecerles a mis alumnas técnicas nuevas, ideas y un lugar donde puedan despejar la mente de la rutina y los problemas personales”, expresa la joven artista.
En el taller, además de aprender el manejo de las diferentes técnicas aplicadas al arte moderno, se enseña toda clase de manualidades, trabajos en decoupage, la técnica de falsos acabados, la realización de imitaciones de cueros, metales y mármoles, y muchas cosas más. A eso se sumaba el trabajo con la utilización de reciclados, y también una de las técnicas más solicitadas en el momento de aprender: la pintura con acrílicos.
En lo que va del año 2021, el taller cuenta con 30 alumnas y se realiza en grupos reducidos por cuestiones protocolares. Estas clases y seminarios se dan todos los días, y allí la artista plástica ofrece kits de arte llamado “Hacelo en casa”, que constan del material con diferentes proyectos y en el que cada uno tiene las explicaciones correspondientes del paso a paso, para poder concretar en los hogares, sin la necesidad de salir de casa y pensando sobre todo en las personas que no pueden asistir a las clases presencialmente.

Esta técnica de “decoupage” tiene su origen de la palabra francesa “découper”, que significa recortar. Consiste en decorar superficies de todo tipo -ya sea cerámica, madera, cartón e incluso jabones o velas- con imágenes de papel o de tela recortadas y fijadas a la superficie que se quiera decorar, con la cobertura de un barniz. El resultado final debe ser muy similar al hecho con pintura y pincel.
“Decoupage es una técnica de adherir servilletas decorativas, láminas de seda o de decoupage. Las imitaciones de mármoles las realizamos con acrílicos sobre madera imitando los mármoles al igual que los metales. Las imitaciones de cueros las logramos generando texturas con material descartable como papel craft y después con pátinas logramos los acabados”, explica la profesional, que añade que “trabajamos sobre bandejas, cajas de té, alhajeros, latas e incluso frascos”.
Partiendo de piezas y moldes realizados en fibrofácil y, de acuerdo a las bases de la técnica empleada, se aplica la pintura y la decoración final. “Generalmente para los cuadros usamos bastidores de madera y pintamos flores, cuadros abstractos, africanos”, indica Melina, quien destaca el uso de técnicas como espatulados, pop art, texturados, arte fluido o pouring, siempre en acrílicos. “En cuadros usamos técnicas de húmedo sobre húmedo para pintar y técnicas como el espatulado para trabajar con texturas visuales e incluir texturas como arenados, ornamentos de sténcil usando gesso o pasta para modelar”, especifica la artista, que además durante la pandemia tuvo un ciclo de clases dictadas de forma online en video.
Para pintar cuadros siempre se comienza a partir de una idea principal y luego se va guiando de acuerdo a la técnica elegida. La artista cipoleña se basa principalmente en el arte de mix media, la cual consiste en emplear varias técnicas en un mismo trabajo. Esto significa por ejemplo hacer transferencia, texturas , craquelados, stencils y sellos decorativos. El arte fluido o pouring es una técnica que está muy de moda y se realiza con grandes cantidades de pintura logrando diversos diseños completamente abstractos y muy llamativos visualmente.
“En el taller mis alumnas eligen qué aprender y cada una pone su sello e impronta”, concluye la artista.
Siguiendo los pasos de su madre, la joven cipoleña Melina Aman tiene como vocación y oficio el arte plástico, que es tanto su forma de vida como su sustento. Melina es hija de Alicia Stickel, una conocida profesora de arte que tuvo “El taller de Maly” allá por el año 1986.
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