Quince años de historia de los Babasónicos

BUENOS AIRES (Télam).- El grupo Babasónicos expondrá los días 5 y 6 de mayo en el porteño estadio Luna Park las canciones reunidas en su más reciente disco «Anoche» y, además, hará lo que el multiinstrumentista Diego Rodríguez anticipó como un «repaso minucioso y sustancioso por nuestros 15 años de historia».

De cara a ese recorrido que Babasónicos plasmará en el Luna Park, Rodríguez indicó en charla con Télam que «no se puede negar que la banda tiene un constante culo inquieto». Dispuesto a las definiciones capaces de sintetizar el espíritu de Babasónicos, el músico subrayó que «somos sudamericanos y tratamos de cambiar la realidad de una manera diferente, que es haciendo cultura y generando un refugio para los jóvenes que ayude a la libertad de expresión».

El guitarrista que es parte de la formación original del conjunto surgido en 1991 en la localidad bonaerense de Lanús, junto a Adrián Dargelos (voz), Diego Castellano (batería), Diego Tuñón (teclados), Gabo Manelli (bajo) y Mariano Roger (guitarras), resaltó la importancia del mensaje para el tránsito de la banda. «Si no desarrollás un discurso no tenés nada para decir y nuestro discurso dice que no creemos ni en la salvación personal ni en la salvación individual».

Pasando de las palabras a los hechos, Rodríguez apuntó que «nuestra forma de realizar un camino, demuestra que se puede llegar a cualquier lugar».

Como ejemplo concreto y palpable de esa lógica de rock y de vida, sostuvo que «Anoche», última expresión de la diversidad estética de la agrupación, «fue hecho por personas que han tocado en casi todos los antros de América y que han ido pasando a lugares más importantes de una manera muy puntillosa y gradual».

«Hicimos un disco que no tiene la pomposidad de una banda que puede llamarse consagrada y que ha llegado a las grandes ligas», opinó sobre el álbum producido por el reputado Phil Brown.

Haciendo alarde de la libertad expresiva que Babasónicos aplicó a su obra, Rodríguez dijo que los registros «Jessico» e «Infame» «construyeron una carrera por el cambio de tecnología» y enseguida señaló que para hacer «Anoche», «desde la etapa de los ensayos nos dimos cuenta que sonábamos rarísimo y no queríamos perder eso. El volver a sonar chiquitos como una banda de garaje, no es algo fácil de lograr si no tenés el swing. Llegamos a algo que no necesitaba tratamiento y fuimos a lo opuesto para que lo sencillo lleve al swing», describió.

Capaz de disfrutar del reconocimient que salpica a Babasónicos, el violero se permitió cargar contra aquellos que lo criticaron y sostuvo que «nos sentíamos atacados por la prensa argentina que en vez de preocuparse por entender la obra se preocupó por nuestra rareza y mostraba su bronca porque éramos diferentes».

Pese a esos cortocircuitos del pasado que todavía florecen, Rodríguez se mostró feliz de pertenecer al mundo del rock argentino que, saludó, «es casi lo más importante que tenemos en el país y por eso genera una avidez como no existe en ningún otro lugar del mundo».

Más práctico y terrenal, completó que «si los jóvenes no nos hiciéramos nuestro propio entretenimiento, tendríamos que pagar en dólares para poder divertirnos».

Reflexionando en voz alta sobre los alcances de esa diversión, aceptó que el de las chicas más lindas del público roquero como audiencia de Babasónicos, «es un hermoso mito porque el paisaje siempre ayuda a las bandas».