Se duplicaron los fondos de Nación para obra pública en la región durante el año electoral 2021
Tanto Río Negro como Neuquén se vieron beneficiados con estos mayores ingresos. Medidos en dólares estas partidas descendieron fuertemente durante el año pasado. Buenos Aires, una de las grandes beneficiadas.
El Gobierno nacional incrementó fuertemente, durante el año electoral 2021, las transferencias para obras públicas hacia las distintas Provincias del país. Como es habitual en estos casos, hubo cierta discrecionalidad a la hora de analizar el destino de estas partidas. La política, en este sentido, volvió a privilegiar distritos clave sobre los giros de los fondos.
Las provincias de nuestra región también se vieron beneficiadas el año pasado y eso se vio claramente en la reactivación de algunas obras que durante gran parte de 2020 estuvieron paralizadas por los efectos de la cuarentena implementada desde el Gobierno para intentar controlar la pandemia de coronavirus.
Un estudio realizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) detalla que las transferencias del Gobierno Nacional hacia las arcas rionegrinas para las partidas de inversión real directa (IRD) totalizaron en los primeros once meses de 2021 los 7.844 millones de pesos, cifra que refleja un salto interanual del orden del 88% en términos nominales.
Para tomar como referencia, este monto de dinero girado por Nación representa el 6,4% del gasto total ejecutado en el presupuesto de la Provincia durante el período bajo análisis.
Cabe destacar que los fondos para la IRD contemplan en su gran mayoría ejecución de obra pública y, en mucho menor medida, compra de maquinarias y equipamiento.
Tal como se refleja en el gráfico adjunto, las transferencias en pesos a Río Negro durante 2021 fueron récord de los últimos años. Pero la economía argentina sufre hace décadas el problema de la inflación. Y un número que parece positivo a simple vista, no lo es cuando se lo compara con algún indicador de actualización. Este ejemplo no excluye las partidas que giró la Nación hacia la Provincias.
En el caso de Río Negro, los fondos de IRD que llegaron desde Nación durante el año pasado equivalen a 77,6 millones de dólares, una cifra que muestra un salto interanual del orden del 38% -crecimiento nada despreciable medido en moneda fuerte- pero ese monto es cerca de un 70% inferior a lo percibido en 2017, cuando las transferencias en los primeros once meses de ese año alcanzaron los 245,8 millones de dólares.
Justamente ese 2017, fue la elección de medio termino en la gestión del gobierno de Mauricio Macri, y también se observó un salto importante de fondos orientados a las partidas de IRD para todas las Provincias.
Con esta estadística en mano, muchas veces nos preguntamos si las prioridades de fondos en estas partidas están dadas por la importancia social que tiene una obra pública o por las necesidades políticas que tienen los gobernantes de turno para poder lograr votos a cambio de trabajo. La mayor parte de los analistas y politólogos respaldan esta segunda alternativa.
Neuquén refleja esta misma tendencia. El crecimiento de las transferencias medido en pesos corrientes durante los primeros once meses del 2021 tocaron puntos máximos históricos. En ese período la Nación colocó en las arcas de la Provincia 7.748 millones de pesos, un valor que refleja un crecimiento, en términos nominales, del 100% interanual.
Pero al dolarizar las partidas, la situación es similar a la que se observa en Río Negro. Las transferencias en 2021 representan poco más de 76 millones de dólares, un 46% más que lo consolidado en los primeros once meses de 2020; pero también una cifra que queda muy lejos de los 161 millones de dólares girados en este mismo período de 2017. En este caso estas transferencias de Nación representan menos del 3% del total del gasto presupuestario neuquino en estos primeros meses de 2011.
Los fondos nacionales
Hace ya décadas que las Provincias del país dependen del Gobierno Nacional para la mayor parte de su ejecución de obra pública. Hacia mediados de los ’80 los gobernadores de nuestra región manejaban presupuestos en donde la construcción pública representaba más del 30% del total de sus gastos. Gran cantidad de obras de infraestructura, muchas de ellas de envergadura, eran realizadas con fondos esos propios o gestionando créditos en el exterior para su ejecución con garantías locales.
Pero la situación cambió drásticamente una década después. Nación concentró progresivamente en sus arcas los ingresos generados en todo el país y socializó hacia las Provincias gran parte del gasto que, hasta ese momento, era asumido por el gobierno central.
Las consecuencias están a la vista. La obra pública provincial -salvo excepciones- se paralizó. Hoy todavía se pueden observar importantes cartelerías en las principales rutas de nuestra región con la leyenda “Aquí la Nación está haciendo patria: Cordón cuneta para las 10 cuadra de la ciudad de…”. Suena casi como una burla, pero es la realidad; desde hace un tiempo, hasta los municipios más pequeños dependen de los fondos de la Casa Rosada para poder hacer 10 cuadras de cordón cuneta.
El trabajo de ASAP refleja en este sentido que las transferencias totales a las Provincias por IDR alcanzaron en los primeros once meses de 2021 poco más de 363.300 millones de pesos. Este significativo monto de dinero representa un incremento interanual -en términos corrientes- del orden del 200%, duplicando -en porcentajes- las transferencias percibidas por Neuquén y Río Negro.
Dolarizados estos más de 363.000 millones de pesos, equivale a unos 3.594 millones de dólares, un valor 120% superior al del año pasado. Sim embargo cuando se lo compara con las transferencias realizadas en 2017 a todas las Provincias, la cifra se ubica 45% por debajo de los 6.6620 millones consolidados en los primeros once meses de ese año.
La estadística oficial refleja en definitiva que, pese al crecimiento interanual que se observó durante el año pasado en el giro de partidas de IRD de Nación hacia las arcas provinciales, los niveles siguen siendo muy bajos respecto de años anteriores.
Y esto se nota en la falta de infraestructura que padece la economía del país. Nos es un problema del actual Gobierno o del anterior. Llevamos más de medio siglo postergando fondos para obras públicas. El problema de la Argentina en este punto es estructural. La inyección de fondos que necesita el país a esta altura de los acontecimientos para poder hacer competitiva su economía, en relación con la infraestructura que presenta, es enorme. Pero nunca es tarde para poder empezar.
Buenos Aires, un reflejo de la discrecionalidad
El manejo de fondos públicos en forma discrecional por parte del Gobierno Nacional ha sido una constante de las últimas décadas.
En muchos casos se los utiliza para disciplinar a los gobernadores, retrasando partidas o directamente negándoles fondos en tiempos críticos. En otros, sobre distritos amigos, para traccionar votos en momento en los que se necesita recomponer una elección.
Cuando uno analiza en el tiempo las curvas de las transferencias de IRD -que son las que más discrecionalidad llegan a tener- claramente se observa que en los años electorales saltan los giros desde la Nación hacia las Provincias para la ejecución de obra pública.
La provincia de Buenos Aires es un caso que sobresale del resto. Es el bastión electoral más importante del país en términos de cantidad de votos, con un poder económico inalcanzable para cualquier otro distrito.
Finalizada la elección del año pasado, el Gobierno Nacional le había transferido a la administración bonaerense solo por IRD poco más de 100.000 millones de pesos, monto cuatro veces superior al que llegó durante los primeros once meses de 2020. Dolarizadas las partidas la suba interanual casi se triplicó.
No caben dudas que, con estos números presentados, la administración Axel Kicillof ha sido una de las grandes beneficiadas en esta distribución.
Tomado los últimos tres actos eleccionarios (2017/2019/2021) la estadística muestra importantes saltos en los giros de fondos. Pero tal vez el ciclo más importante, fue este último; el de la elección de 2021.
-Durante el año electoral 2017, Buenos Aires administrada por ese entonces por María Eugenia Vidal, recibió alrededor de 21.700 millones de pesos, cifra que reflejó un salto interanual del 35% en términos corrientes y representó el 20% del total de los distribuido a las Provincias como IRD.
-En 2019, también con Vidal al frente del Ejecutivo, las transferencias totalizaron en los primeros once meses del año poco más de 34.000 millones de pesos, mostrando un crecimiento nominal del 150% interanual y una participación del 21% sobre el total de la partida de IRD en el resto de los distritos.
-El año pasado, los números volaron. Las transferencias de Nación a la administración Kicillof superaron los 100.000 millones de pesos, cifra 300% superior a la del 2020 en términos corrientes y la concentración de su participación se disparó al 28% sobre el total girado a las Provincias del país.
Ganadores y perdedores
El trabajo de ASAP da cuenta que las cinco Provincias que más recursos recibieron a través de la partida de Inversión Real Directa (IRD) fueron: Buenos Aires, poco más de 100.400 millones de pesos; Córdoba, 25.400 millones de pesos; La Rioja, cerca de 21.600 millones de pesos; Santa Fe, 18.500 millones; y Entre Ríos, que recibió 16.600 millones de pesos.
Las que menos cantidad de fondos percibieron fueron: Tierra del Fuego, 2.445 millones de pesos, Santa Cruz, 3.173 millones; Jujuy, 3.820 millones, La Pampa, 3.930 millones; y San Luis que recibió 4.612 millones de pesos. Siempre hablando de los primeros once meses de 2021.
El Gobierno nacional incrementó fuertemente, durante el año electoral 2021, las transferencias para obras públicas hacia las distintas Provincias del país. Como es habitual en estos casos, hubo cierta discrecionalidad a la hora de analizar el destino de estas partidas. La política, en este sentido, volvió a privilegiar distritos clave sobre los giros de los fondos.
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