El gobierno defendió estatización de jubilaciones en el primer día de debate

BUENOS AIRES.- El gobierno de Cristina Kirchner salió a defender ayer en la Cámara de Diputados el proyecto de estatización del sistema privado de jubilación, que tantos dolores de cabeza le está causando a la política económica de la presidenta.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, desafió ayer a que la oposición diga «qué administración hizo más por los jubilados en los últimos cincuenta años», al hablar ante las comisiones de Presupuesto y de Previsión Social de Diputados del proyecto oficial de estatización del sistema de administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones.

La defensa del ministro llegó en un día en que la desconfianza en el futuro de la economía hizo subir el dólar siete centavos. La incertidumbre que generó el fin del sistema de capitalización es una las causas que los analistas señalan como impulsora del precio de la moneda norteamericana. (Ver página 4)

Al defender las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner, Tomada afirmó que desde el 2003 se comenzó con una política sostenida de recuperación del sistema social, al tiempo que recordó que, en el mismo período, se registraron «doce aumentos de las jubilaciones mínimas».

Tomada hizo estas apreciaciones durante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Previsión y Seguridad Social, junto con el titular de la Anses, Amado Boudou, donde además respondieron preguntas efectuadas de los diputados presentes.

El titular de la cartera laboral, quien reconoció haber aportado al sistema de capitalización, calificó el sistema de AFJP de «una pésima decisión» y dijo que «nunca tuvo control parlamentario», en una manera de contestar quejas opositoras sobre la falta del control para el manejo y destino de los fondos previsionales.

«El Estado no puede ser un mero observador o en un acto pasivo, no lo es a nivel internacional, donde el Estado aparece rescatando bancos, y menos para proteger a nuestros jubilados y jubiladas», dijo el ministro, a la vez que contestaba los cuestionamientos opositores sobre la iniciativa.

En ese sentido, señaló que hay quienes «hablan de la caja» a los que comparó con defender «la caja de las comisiones» de las AFJP, mientras replicó que desde el gobierno se preocupan «por la caja de los jubilados».

Por su parte, Boudou afirmó que «la crisis financiera internacional desnudó los problemas intrínsecos del sistema de capitalización» y afirmó que, con el nuevo esquema de jubilación, el Estado va a «recibir estas acciones» de empresas compradas por las administradoras con los aportes previsionales y aseguró que se va «mantener su valor».

En cuanto a la continuidad de los puestos de trabajo para los empleados de las administradoras, señaló que el Estado lo garantiza y apuntó que varios serán absorbidos por la Anses, AFIP e incluso el Inadi, entre otros organismos. En este sentido, ayer volvieron a producirse movilizaciones de los empleados de las empresas, incluso en Neuquén capital.

En el Congreso, la intervención de algunos opositores estuvo más dirigida a marcar las contradicciones del justicialismo sobre la temática (el sistema se aprobó en el gobierno de Carlos Menem y fue votado por actuales legisladores como el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner, y el ahora secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli), que a preguntar a los funcionarios.

Las consultas giraron en torno de si se aplicará un esquema que asegure el destino de los aportes, de conocer las razones de que la Anses tenga superávit (el radical Oscar Aguad) y de si está previsto impedir préstamos del 100% del fondo de garantías al Estado (el duhaldista Jorge Sarghini).