La historia se repite, pero ¿tendrá el mismo final?
Análisis
La historia se repite en Brasil: Dilma Rousseff tendrá que ir a segunda vuelta para saber si será presidenta. Lula, que cierra su gobierno el 31 de diciembre y sale como el presidente más popular de la historia del país con 85% de aprobación, también tuvo que ir a segunda vuelta electoral en 2002 cuando fue electo y también cuatro años después en la reelección. La segunda ronda fue forzada, en la práctica, por la sólida votación alcanzada por la ex ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, del Partido Verde, quien obtuvo 19,43% de los votos, muy por encima de lo proyectado en las encuestas de opinión, que le atribuían un tope de 13%. El politólogo Carlos Alberto de Melo atribuyó al “voto castigo” de ciertos sectores el escenario de segunda vuelta. La gran diferencia entre la votación a Rousseff y lo que preveían los sondeos antes de los comicios se debe a que “no se contaba con la votación a Marina Silva”. “Creo que se trata un poco de voto de protesta de un sector del electorado que no se convencía ni con Dilma (Rousseff) ni con (José) Serra. (…) Y finalmente acababa votando a Marina tal vez para ganar tiempo y forzar un segundo turno”, explicó de Melo, profesor del Instituto de Enseñanza e Investigaciones Insper, de São Paulo. Según el analista político Merval Pereira, de GloboNews, Rousseff al parecer perdió terreno en la recta final, a raíz del escándalo de tráfico de influencias que en septiembre último llevó a la renuncia de su sucesora en el Gabinete Civil de la Presidencia, Erenice Guerra. Además, el apoyo a su candidatura entre sectores más conservadores de la sociedad pudo haber sufrido un desgaste a raíz de rumores que circularon en internet, según los cuales la representante del PT pretendería legalizar el aborto y el casamiento entre homosexuales, lo que ha sido desmentido por Rousseff. Ello habría desatado un movimiento de “migración” de votos de Rousseff a Marina Silva, que ahora se perfila como la “novia codiciada” cuyo apoyo será disputado por ambos candidatos a la presidencia en la ronda decisiva. Silva es una antigua dirigente del PT que fue ministra de Medio Ambiente de Lula durante todo su primer mandato, iniciado el 1 de enero de 2003, y parte del segundo, hasta mayo de 2008, y que sólo en agosto de 2009 se desafilió del partido gobernante. Por eso, las especulaciones sobre un eventual acuerdo entre Rousseff y ella para la segunda vuelta fueron una de las comidillas anoche. Silva lo desmintió y aseguró que se mantendrá neutral o definirá orgánicamente su rol en una segunda vuelta (ver nota central), mientras que dirigentes de su PV expresaron a la prensa su tendencia a apoyar a Serra. Una encuesta reciente estimó que al menos el 60 por ciento de los electores de Marina Silva tiende a respaldar a Serra en la segunda vuelta, lo que, según la comentarista política Cristiana Lobo, hace prever que en las próximas semanas la disputa entre Rousseff y Serra será “mucho más exacerbada que hasta ahora”. (AFP/AP/Télam)
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