ERA POETA, TAMBIÉN

“Vida -/soy de tus dos direcciones/De algún modo permaneciendo colgada hacia abajo/casi siempre/pero fuerte como una telaraña al/viento- existo más con la escarcha fría resplandeciente.” Puede que el arranque de este poema, escrito sobre un papel amarillento, no sea una sensación. Pero su autora es nada menos que Marilyn Monroe.

Anna Strasberg, la viuda del administrador del patrimonio de la actriz Lee Strasberg, lo encontró junto a numerosos documentos más en dos cajas almacenadas en el altillo de su vivienda. Notas, aforismos, listas de la compra, recetas de cocina y documentos mecanografiados en folios tamaño Din A4 se ocultaban en esos cartones. La compilación de estos textos de los editores Stanley Buchthal y Bernard Comment sale a la venta el 5 de octubre, también en castellano (Seix Barral).

Bajo el título “Fragmentos” se revela lo que Comment considera “la herencia literaria” de esta leyenda de Hollywood, que ahora se presenta no sólo como sex symbol y esposa del escritor Arthur Miller, sino como poeta ella misma. “Creo que mucha gente sigue viendo en ella la típica rubia tonta, sexy pero estúpida”, dijo Comment en una entrevista con dpa. “Y creo que esas personas van a descubrir que sabía escribir versos y era bastante inteligente.”

El primer capítulo contiene notas privadas y en él aparecen, escritas a máquina, los comentarios de la actriz sobre su primer matrimonio con James Dougherty, con quien se casó en 1942, cuando ella aún se llamaba Norma Jeane y apenas tenía 16 años. Dolida por las infidelidades de su marido, Monroe medita sobre su relación y el significado del amor.

“El dolor entumecido del rechazo y de sentirse herida por la destrucción o pérdida de la imagen de algún tipo de amor idealista o verdadero”, escribe. A estas reflexiones siguen notas de distinto tipo: listas de cosas por hacer o recetas de pollo o ternera asada en las que Monroe se recuerda a sí misma “no utilizar” ajo. Intercaladas entre las páginas figuran además varias imágenes desconocidas de la bella rubia, en las que aparece leyendo o escribiendo.

“Este libro no es de ningún modo un libro más sobre ella, debería ser un libro de ella”, subraya Comment. Y es que hay pocas personas sobre las que se haya escrito tanto como sobre Marilyn Monroe. Empezando por su nombre de pila, con dos posibles grafías: Norma Jean y Norma Jeane. Y aunque generalmente se habla de Baker como su apellido, en realidad pudo ser Mortenson, pues así se apellidaba el hombre a quien se considera su padre.

Ya en vida Monroe fascinaba, pero tras su precipitada muerte a los 36 años debido a una sobredosis de somníferos -que aún hoy sigue dando origen a numerosos rumores y teorías, la actriz se convirtió en todo un mito. “Socorro, socorro/socorro/Siento que la vida se me acerca/cuando lo único que quiero es morir”, escribe en uno de sus poemas.

Sin embargo, quien espere que “Fragmentos” revele todas las incógnitas sobre Marilyn Monroe probablemente se sentirá decepcionado. No hay nuevas declaraciones sobre su relación con los hermanos Kennedy, pero en cambio sí se deja ver una cara totalmente nueva de la que quizá sea la actriz más famosa del mundo.

“Era muy honesta, ingenua, diría yo”, señala Comment. “Creía en la verdad”.