La competencia de Alessandra Rampolla

Juan Ignacio Pereyra (pereyrajuanignacio@gmail.com)

Paola Kullock no sólo da consejos en su libro. También dirige la escuela de sexo y da shows en teatros y café concert. Una gurú incansable.

“Hay que empezar por ser sinceros y no resignarse. Hoy el problema es la comunicación y las ganas, ya que los dos se calientan por igual. La diferencia es que ellos van directo y nosotras pensamos qué bombacha tenemos puesta y si estamos depiladas. Se hacen las dos de la mañana, no dormimos y no tenemos sexo”, dice la experta en juegos sexuales Paola Kullock. Es la presentación de su libro “Sexo ¡ponele ganas!”, que editorial Aguilar lanzó recientemente. Lugar: un salón de Colmegna Spa Urbano (“acá aprendí todo lo que sé”, confiesa), a escasos metros del Obelisco, donde unas setenta personas escuchan atentamente a la gurú del sexo. Excepto algún varón infiltrado acompañando a su pareja, el 90 por ciento son mujeres de entre 18 y 60 años. Kullock habla sin parar y dice cosas como: “El que compra el libro, no necesita escucharme más”. ¿Y qué tiene el libro? “Un montón de ideas para que jueguen. Está dedicado especialmente a las mujeres pero también es para que se diviertan los hombres”, explica. Las chicas se ríen, cuchichean entre ellas, murmuran. Pero no se animan a preguntar. “¿Qué puede aprender una mujer?”, pregunta “Río Negro”. Sin respirar, la especialista enumera: “Desde cómo practicar sexo oral, hasta cómo masturbar a un caballero, cómo hacer una hot line, un baile erótico, juegos con comidas, también sexo anal y tríos. Un poco de todo”. Más risas. Más preguntas de Kullock en su presentación-show. “¿Qué necesita la pareja para tener buen sexo? Ganas, interés y líbido –afirma-. El hombre tiene que hacernos el amor durante el día para tener sexo a la noche. Eso es básico. Tiene que ver con pensar el sexo para tener buen sexo. No se llega y se hace a la noche, lo tenés que ir creando de a poco”. La directora de PK, escuela que enseña cosas similares a las del libro, además tiene su show en teatros (avenida Corrientes) y café concert. Didáctica y directa, explica: “Si de nuestro cien por ciento de energía ponemos un 70 en el trabajo, un 25 en los hijos y el restante 5 por ciento en el gimnasio, no nos queda nada para el buen sexo. Entonces lo que hay que tratar de hacer es dejar un poquito de esa energía para la cama. La gente me dice ‘tiene que salir solo’, y yo les digo que ‘no’, que hay que pensarlo”. ¿Por qué? “Es mucho mejor cuando es deseado. El solo hecho de comprarme lencería y tener determinadas cosas en cuenta, como bañarme antes de tener sexo, ya es pensado. Y es mejor”. De repente, ensaya una lista de consejos. Y a los pocos hombres les dice: “La próxima vez que estén desnudos, fíjense si tienen las medias puestas y no se pongan una remera con referencia a los 90. Mejor ver el cuerpo, sea como sea, sin ropa que una remera que diga Planet Hollywood”. Alguien pregunta qué rol tiene el amor en todo esto, si es que lo tiene. Una vez más, ella no duda: “Es importante pero para el buen sexo es más importante, a mi criterio, la confianza que el amor. La confianza a veces se construye con el tiempo pero también hay personas que eligen hacer de todo con gente que no conoce porque justamente mantiene el anonimato”. Después de cuarenta minutos Kullock sigue manteniendo la atención de su público. Un video explicativo con algunas escenas eróticas, un racimo de chistes y números para un sorteo variado: libros, lencería erótica, juguetes sexuales… “¡47! Y el premio es… ¡un torito!”. Algunos sonríen, otros se desorientan. Ella toma la posta, lo describe y avisa: “Con preservativo y lubricante, eh. ¡Si no no entra!”. La ganadora, una mujer de 50 años, deja su silla para recibir el premio y larga una carcajada. Se baja el telón. Aplausos. Y la voz de la experta: “Bueno, ahora vayan y compren el ibro”.