Se sembró en la Patagonia el maíz más austral del mundo: ilusionan las casi 17 horas de sol al día
El INTA evalúa híbridos de este cultivo en cuatro localidades de Santa Cruz, para medir su rendimiento y adaptación, y analizar su potencial como alternativa productiva y forrajera. Sucede en el marco del avance de la frontera agrícola hacia el sur del país.
“El maíz es, en términos de volumen, el cultivo que ocupa el primer lugar en el mundo. Además, se siembra en los ambientes más diversos que se te ocurran. […] La investigación que recibe el maíz es mayor que cualquier otro cultivo: hay empresas que, individualmente, dedican solo a maíz más de US$1.000.000.000 por año de investigación. Es por eso que hay tantas opciones de adaptación a distintos ambientes.” La afirmación pertenece a José Antonio Álvarez (@BumperCrop en X) y fue realizada durante una entrevista con Río Negro Rural en diciembre. Y es, justamente, esa versatilidad del cultivo la que explica una experiencia inédita que hoy se desarrolla en la Patagonia argentina.
En Santa Cruz se sembró el maíz más austral del mundo, en una región donde durante el verano los días superan las 16 horas de luz, con dos de cada tres horas bajo sol pleno. En términos productivos, es como tener la fábrica abierta durante más tiempo: una condición especialmente relevante para un cultivo estival como el maíz. Sobre esa base climática y con nuevos materiales genéticos, el INTA avanza con ensayos que buscan responder una pregunta clave: ¿hasta dónde puede llegar el maíz en el sur del país?
La Estación Experimental Agropecuaria INTA Santa Cruz está evaluando once híbridos de maíz en distintas localidades de la provincia, con el objetivo de determinar su adaptación, rendimiento y potencial como alternativa productiva. Los ensayos se desarrollan en Perito Moreno, Gobernador Gregores, Puerto Santa Cruz, Comandante Luis Piedrabuena y Río Gallegos (el punto más austral de la experiencia en la provincia), abarcando un amplio gradiente ambiental. La información generada apunta a fortalecer la diversificación agrícola y, especialmente, a ofrecer nuevas herramientas para la ganadería patagónica.
Híbridos, heliofanía y ambientes fríos: el potencial del maíz en Santa Cruz
Los materiales evaluados fueron provistos por empresas semilleras asociadas a RED Maizar y por la empresa Laboulet. El objetivo central del trabajo es generar información local que permita determinar la viabilidad del cultivo de maíz como alternativa productiva en la provincia. Se espera que los híbridos ensayados puedan aportar a la diversificación de los sistemas agrícolas y ser aprovechados por los sistemas ganaderos, ya sea como oferta forrajera de planta entera, silaje o suplementación.
El coordinador de Investigación de la EEA INTA Santa Cruz, Dr. Santiago Toledo, subrayó que “en el congreso Maizar 2025 se aseguró que el potencial del maíz en la Patagonia es impresionante”. En ese sentido, explicó que “la Patagonia ofrece mucha heliofanía, días muy largos en verano (que es cuando transcurre el cultivo del maíz), disponibilidad de agua en ambientes de valles y una zona con muy pocas plagas”.
«La Patagonia ofrece mucha heliofanía, días muy largos en verano (que es cuando transcurre el cultivo del maíz), disponibilidad de agua en ambientes de valles y una zona con muy pocas plagas.»
Dr. Santiago Toledo, coordinador de Investigación de la EEA INTA Santa Cruz.
Toledo remarcó además la importancia de avanzar con nuevos materiales: “Consideramos fundamental empezar a trabajar con el cultivo en la zona. Si bien se realizaron evaluaciones en el pasado, actualmente estamos estudiando nuevos desarrollos de híbridos de maíz de distintas empresas semilleras que pusieron a disposición materiales que, por sus características (maíces de ciclos productivos más cortos), son prometedores para la provincia, especialmente en nuestras zonas frías, donde el riesgo de heladas condiciona el crecimiento del cultivo”.
En ese marco, la provincia trabaja con dos líneas principales. Por un lado, la participación en la red Maizar a nivel nacional, donde distintas semilleras aportaron materiales para evaluar en Santa Cruz, con siete híbridos en estudio durante esta campaña. Por otro, la evaluación de materiales desarrollados para ambientes fríos del hemisferio norte, aportados por una empresa francesa, con la que se ensayan cuatro híbridos adicionales.
Maíz y ganadería: una alternativa estratégica para cubrir el bache forrajero
La ganadería extensiva (principalmente ovina y, en menor medida, bovina) domina gran parte del territorio santacruceño. Sin embargo, la baja oferta forrajera de los pastizales naturales limita las posibilidades de mejora productiva, sumada a otros factores estructurales que condicionan los sistemas ganaderos de la región. En ese contexto, el maíz aparece como un cultivo estratégico, por su potencial aporte de energía, proteína y fibra, tanto en forma de grano como de planta entera para silaje.
El objetivo es claro: reducir costos de nutrición animal y cubrir el bache de oferta forrajera durante el otoño y el invierno, un momento crítico para la producción ganadera patagónica.

Los ensayos se iniciaron en noviembre de 2025, en parcelas experimentales distribuidas en cinco localidades del gradiente norte–sur y este de Santa Cruz: Perito Moreno y Puerto Deseado (sitios norte); Gobernador Gregores (sitio centro); Piedra Buena y Puerto Santa Cruz (sitio este) y Río Gallegos (sitio sur). Cada uno de estos ambientes presenta características agroclimáticas y edáficas contrastantes, con riesgos de heladas tempranas y tardías que pueden afectar el ciclo del cultivo.
Se espera que, hacia el cierre de la campaña otoño 2026, se cuente con información clave para identificar los híbridos con mayor adaptación y mayor rendimiento potencial. Al mismo tiempo, el ensayo representa un paso decisivo para responder una de las grandes preguntas de la agronomía nacional: cuál es la verdadera frontera agrícola del maíz hacia el sur del país.
La experiencia es coordinada por la EEA INTA Santa Cruz, a través de las agencias de extensión rural de Perito Moreno, Puerto Deseado y Gobernador Gregores. INTA aporta infraestructura, logística, equipamiento agrícola, manejo de parcelas, protocolos técnicos y el monitoreo permanente del cultivo, junto con la colaboración de instituciones como CAP, Fomicruz y la Municipalidad de Perito Moreno. MAIZAR actúa como nexo para la provisión de semillas, mientras que la empresa Laboulet acompaña el ensayo y abre la posibilidad de futuros mejoramientos genéticos orientados específicamente a los ecosistemas de la Patagonia Sur.
Con información de INTA.
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“El maíz es, en términos de volumen, el cultivo que ocupa el primer lugar en el mundo. Además, se siembra en los ambientes más diversos que se te ocurran. [...] La investigación que recibe el maíz es mayor que cualquier otro cultivo: hay empresas que, individualmente, dedican solo a maíz más de US$1.000.000.000 por año de investigación. Es por eso que hay tantas opciones de adaptación a distintos ambientes.” La afirmación pertenece a José Antonio Álvarez (@BumperCrop en X) y fue realizada durante una entrevista con Río Negro Rural en diciembre. Y es, justamente, esa versatilidad del cultivo la que explica una experiencia inédita que hoy se desarrolla en la Patagonia argentina.
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