Mora Martínez, con los pies en la tierra
La cantante roquense vuelve a casa: el próximo fin de semana se presentará en Casa de la Cultura junto a Fernando Carmona. Antes, recibió a “Río Negro” en su casa porteña de Almagro.
Mora Martínez viene de familia cantora. Su madre integró ensambles corales como el ProMúsica de Roca, creado y dirigido por José Luis Bollea, y los grupos de música popular latinoamericana, Las Lunas y Pedregal. El papá hacía, a viva voz, repertorio más tradicional. Ella fue parte del trío Aymama y hoy integra un dúo con Paula Suárez.
El sábado próximo, Morita cantará con el director, arreglador vocal y guitarrista roquense Fernando Carmona, en el Hall de Casa de la Cultura (9 de Julio 1043) en Roca. Antes, se encontró con “Río Negro”.
“Cuando decidimos terminar Aymama o por lo menos, ponerlo a dormir un tiempo, nos tomamos casi un año para ver qué nos pasaba, en un proceso bastante personal. Fuimos elaborando el duelo y para dónde cada una quería arrancar… Fueron diez años de trabajo juntas… El dúo con Paula estaba guardado en un cajón. Antes de Aymama, habíamos hecho algunas fechas, yo participaba en un proyecto que ella tenía, después armaba una presentación mía y la invitaba, entonces es una dinámica que viene de muchos años”, el repaso de Mora es sereno, solo interrumpido por sorbos de mate para inaugurar la mañana en su departamento porteño de Almagro.
“La sensación fue retomar lo que había quedado guardadito esperando. En su momento, nos unimos para cantar canciones de Paula, me encantan, me gusta como compone, las siento muy propias. Entonces, fue volver a aquel lugar, después que pasó un montón de agua bajo el puente. Un reencuentro muy lindo luego de años, de mucha vida, recorrida juntas, incluso. Ahora es otra cosa. Es raro, porque somos las mismas, parte de lo mismo, pero internamente está muy definida la diferencia, al menos para mí”, agrega.
P- Se las ve relajadas, sus miradas expresan paz, buena sintonía.
R- Sí… Hay como una calma, una percepción de que las cosas caen por su propio peso, en este momento. Se relaciona con el recorrido que hicimos por separado y juntas. Hace poco hablaba con Silvia Iriondo (cantante y compositora), nos reunimos a tomar unos mates, es alguien a quien escucho, la admiro y la quiero mucho. Ella vino a vernos en el primer concierto que hicimos en “Vinilo” con Paulita, y me decía lo mismo, que acá hay peso, nada está puesto porque sí, da la impresión que hay contenido, trayectoria, un porqué, solidez…
Una opinión muy importante para mí, es lo que busco como artista. Que no sea ruido, que tenga contundencia, entidad. Incluso, esa vez que tocamos, transitamos todo el recital, una hora y media, estando en cada canción, en cada minuto que iba pasando, con los pies muy en la tierra, muy en el aquí y ahora. Es lindo sentir eso y no sé si tiene que ver con una madurez, con la calma, con que nos conocemos mucho. No inventamos nada, mostramos lo que somos y hacemos en la música, esto que queremos contar y compartir.
P- Dijiste una palabra que hoy se encaja en cualquier molde. En un programa de televisión, me cuelgo de una soga, caigo en el agua y me llaman artista. Todo tan efímero, fugaz, sin sustancia… Serlo es una construcción de larga data, acumula experiencias y saberes encadenados que contribuyen a armar la estructura que en cierto tiempo se manifiesta, decanta en un dúo, por caso.
R- De hecho, a mí me queda inmenso ese término. Tengo referentes tan grandes, que se relacionan con esto que decís, con la construcción. Para mí, el arte forma parte de la vida. Artista no se es por subir a un escenario. La exposición frente al público sería una consecuencia, y no se estudia, viene y sale de adentro. Por eso es difícil definirlo. Es algo inefable, que no puede ponerse en palabras. Se ve, se siente, se percibe, se construye. Muchas veces, ayuda nacer en una familia ligada a la música y también a la danza, mis viejos cantan, mis hermanas, y vengo a ser yo la que lo profesionalizó. En mi casa es súper natural, la única diferencia es que hice una carrera artística, trabajo de esto.
Por otro lado, cuando se tiene esta suerte de contar con cierta facilidad o don, aunque no me gusta pensarlo así, aparece esta cosa de la fama, de la exposición, de tener éxito, todas palabras que siento muy ajenas a lo artístico o a cómo yo lo concibo. Casi que no importa qué haga, sino dónde lo desarrolla, si lo hace hoy en la tele ya es artista, lo vieron millones de personas, lo conocen y listo. Pasaron tres días y ya lo olvidaron. Ahí no hay construcción alguna, sí mera exhibición donde el contenido no importa o no lo hay. Entonces, los artistas son, justamente, quienes están fuera de este nivel de mercantilización.
Las expresiones con basamento, recorrido, están afuera de esos canales. Uno debe buscarlas, no basta con encender el televisor. No son efímeras y no están dispuestas a transar con lo frágil que propone el mercado, con lo inmediato, para comprar ¡ya! Esos tiempos no son los míos. La tele no existe para nosotros, si querés hacer prensa, ¿a qué canal vas? No hay un programa como “Badía y compañía”, o el de Soledad (Pastorutti, “Ecos de mi tierra”), dedicados a la música en vivo, donde muchos fuimos… Eso terminó, ya está. A punto tal que al único que ahora se puede ir, es al de Gerardo Rozin, “Morfi”, que le dio espacio a Jorge Fandermole, Liliana Herrero, un poco porque el conductor es rosarino y otro tanto porque alguien de la producción admite a estos artistas…
Salvo ese, no hay visibilidad alguna. Por supuesto que desde el Estado tampoco, con lo cual, Internet es la única vía y se requiere inquietud personal para buscarlos. Es muy difícil pero a la vez resulta muy clara la diferencia entre artista y quien no lo es, ¡bien clarita! Por eso, el que desarrolla un camino, un laburo serio, no cabe en esos espacios de comunicación, y a veces, ni siquiera se quiere estar allí. Es complicado plantear una nota, sabiendo que un equis puede excluirte o rechazarte desde el anonimato total de no hacerse cargo de lo que escribe en un Twitter.
P- Vas a presentarte con Fernando Carmona en Casa de la Cultura, otro que “labura en serio”.
R- Es muy lindo cantar de a dos. Además, con Fernando nos conocemos hace veinte años. En 2004, grabamos un disco en Roca que se llamó “Memoria de pueblo” (bello trabajo), en trío más precisamente, porque se sumó César Lefiñanco, pianista maravilloso. Cada vez que viajaba a mi pueblo, con Fer armábamos peñas y tocábamos en distintos lugares, inevitablemente… Charo Achares puso su estudio e hicimos el compacto ahí en tiempo récord, algo así como en quince días. Finalmente, terminó editándose por el FEM, Fondo Editorial Municipal. Para mí, una experiencia hermosa, el brochecito de una etapa de encuentro con Fernando, sobre todo, y César. Participó gente muy querida, muchos amigos, un gustazo.
Con Fernando nos conocemos mucho y hacer música juntos nos divierte, nos gusta, nos emociona. Es muy fácil, está muy a la mano, aunque pase tiempo sin vernos. Siempre decimos que somos como hermanos, una hermandad total. Un dúo que sale del arcón de los recuerdos y se renueva cada vez que nos juntamos… Bueno, Ana Alcaraz, que es cantante y profesora de canto en Roca, viene con mucha energía armando un ciclo anual de peñas en el Hall de Casa de la Cultura y me convocó para la última de 2016 que, como el 25 de noviembre es el Día de la Lucha Contra la Violencia de Género, estará dedicada a las mujeres.
PAG. 3-4 DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE DE 2016
El próximo sábado 26, Mora Martínez cantará acompañada por el director y guitarrista roquense Fernando Carmona en el hall de Casa de la Cultura.
“La tele no existe para nosotros. No hay un programa como ‘Badía y compañía’ o el de Soledad, dedicados a la música en vivo, donde muchos fuimos…”.
“No inventamos nada, mostramos lo que somos y hacemos en la música, esto que queremos contar y compartir.”
Mora explica lo que siente con su nuevo dúo.
Perfil
Mora Martínez
Mora Martínez se crió entre guitarreadas con Juan Falú, Jorge Marziali, el Negro Carlos Aguirre… A Buenos Aires llegó en 1997, ni bien terminó el secundario, para estudiar fonoaudiología.
Finalmente egresó en Musicoterapia en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), donde hoy cursa la licenciatura.
Fue fundadora y pilar fundamental del trío Aymama.
También es docente de canto y forma dúo con Paula Suárez.
Datos
- El próximo sábado 26, Mora Martínez cantará acompañada por el director y guitarrista roquense Fernando Carmona en el hall de Casa de la Cultura.
- “La tele no existe para nosotros. No hay un programa como ‘Badía y compañía’ o el de Soledad, dedicados a la música en vivo, donde muchos fuimos…”.
- “No inventamos nada, mostramos lo que somos y hacemos en la música, esto que queremos contar y compartir.”
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