Madrid se rinde a los pies de Beckham
Como Bono, de U2, o el actor Brad Pitt, Beckham provoca una fascinación que excede su trabajo. La semana pasada fue presentado en el Real con la camiseta 23, el
El Mesías usa jeans agujereado, cadenas de oro, aro y botas. Es rubio, agraciado y su sonrisa ilumina los negocios. El inglés David Beckham llegó a Madrid, y ésta lo recibió como a un Mesías Es tentador ensayar una explicación, al menos aproximada, acerca de las razones del encantamiento, la fascinación que provoca el futbolista inglés a lo ancho de la sociedad de mercado. Su presentación la semana pasada en el Real Madrid fue seguida por más de 500 periodistas, casi el doble de los que fueron, por caso, al Mundial de básquet Indianápolis 2002. Todo Madrid, que había recibido con menos efusión a otras megaestrellas como Zidane o Ronaldo, se rindió a sus pies.
Beckham no es sólo un futbolista y un producto. Es un ícono pop de la cultura occidental, de la misma manera que lo son Bono, líder de U2, o el actor Brad Pitt. Beckham le pega a la pelota con la misma dosis de esquisitez y precisión con la que un artista esculpe. Pero lo que genera fanatismo es su imagen, émula de un «rock star» o un «top model» de Ives Saint Laurent. El volante carilindo no sólo es admirado por miles de mujeres en el mundo, sino también por la comunidad gay, que lo ha convertido en paradigma del deseo «Tenía cuatro equipos para elegir, pero el único en el que estaba realmente interesado era el Real Madrid. Es uno de los clubes más grandes del mundo para mí», dijo Beckham, tras ser presentado con la camiseta 23, el mismo número que Michael Jordan eternizó en el básquet. La elección del número, a no dudarlo, tiene una sobrecarga emocional insoslayable Con seguridad, así como en el mundo del básquet cuando se habla de la camiseta 23 se sabe que se está hablando de Air Jordan, la intención del Madrid es que de ahora en más, el número 23 «blanco» se convierta en un logo, tanto como lo son las tres tiras d Adidas.
Es probable que Fiorentino Pérez, el presidente del club que ha reconocido que «el principal activo del Madrid es su imagen», esté imaginando cientos de camisetas vendidas a 78 euros cada una. Aspira a superar las 500 mil camisetas que vendió la llegada de Ronaldo El astro inglés hará su debut oficial con el Madrid en el partido de ida de la Supercopa de España contra el Mallorca, a finales de agosto. El plan de Pérez es introducir al Real en el millonario mercado asiático, de donde acaba de llegar Beckham de gira promocional. Por presentarse a hacer «jueguito» ante niños japones, el astro cobró 10 millones de dólares. El negocio, como el mundo, es redondo Y Pérez entró en el negocio asiático. Firmó un contrato con la empresa Asia Sports Development por el que recibirá 40 millones de euros por la explotación de esa marca en ese mercado durante tres años. El negocio aumentará en 8 millones por los cuatro amistosos que Real jugará allí.
«Si mañana el mercado señala que hay que fichar a Schwarzenegger, el Madrid también lo compra…», ironiza Angel Cappa, ex ayudante de Jorge Valdano, hoy Director Deportivo del Real Madrid. Valdano, justamente, fue el encargado de regañar al plantel del Real apenas obtuvo el título, hace 10 días La tradición indica que los campeones suben a la fuente de la Cibeles, ubicada en el centro neurálgico de Madrid, para colocar un pañuelo en esa estatua símbolo de la ciudad. Pero el ayuntamiento este año lo prohibió, a causa del deterioro que ha sufrido el monumento. Empacados, los jugadores dijeron que si no había pañuelo, no había festejo, y no saldrían a saludar al millón de personas que los esperaban en las calles. Las palabras destempladas de Valdano, que los instó a que salieran a festejar, todavía retumban en el vestuario del club A ese vestuario, precisamente, llega Beckham, un vestuario plagado de vanidad, con egos del tamaño del estadio. Futbolistas que, como ocurre con las megaestrellas, han perdido el pulso ordinario de la vida. Según el diario «El País», los únicos futbolistas que festejaron el título fueron Esteban Cambiasso, Santiago Solari y Ronaldo.
Beckham en el Madrid significa lo nuevo, la transgresión, lo «cool», el producto total.
En las antípodas de Fernando Hierro, por caso, el emblemático capitán despedido del club como si fuera un delincuente, un día después de obtener el título, tras 13 temporadas. ¿Su condena? Ser veterano y demasiado formal para la cultura MTV que recorre el planeta. (AR)
El Mesías usa jeans agujereado, cadenas de oro, aro y botas. Es rubio, agraciado y su sonrisa ilumina los negocios. El inglés David Beckham llegó a Madrid, y ésta lo recibió como a un Mesías Es tentador ensayar una explicación, al menos aproximada, acerca de las razones del encantamiento, la fascinación que provoca el futbolista inglés a lo ancho de la sociedad de mercado. Su presentación la semana pasada en el Real Madrid fue seguida por más de 500 periodistas, casi el doble de los que fueron, por caso, al Mundial de básquet Indianápolis 2002. Todo Madrid, que había recibido con menos efusión a otras megaestrellas como Zidane o Ronaldo, se rindió a sus pies.
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