A la espera del nuevo gobierno

VIEDMA (AV).- El “boom” del ladrillo pareciera haber quedado en el pasado. La crisis de la edificación que mueve el sector de la construcción ha caído en picada, desde la óptica de los trabajadores. El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) en Viedma, Damián Miller, denunció “un mal momento”. Sobre los números del rubro consideró que “los indicadores dicen que en Viedma no se reflejan las alzas. Para nosotros hay una parálisis superior al 50 por ciento comparado con las mejores épocas”. Puso como ejemplo que desde el 2003 había en construcción en planes oficiales unas 400 viviendas anuales, mientras que en la actualidad se está en un nivel de 60 aproximadamente, como consecuencia de la disminución de las inversiones en obras públicas. Miller precisó que en la actualidad, las empresas manifiestan complicaciones económicas, por lo que no permiten la incorporación de gente. Esto se agrava ya que donde debieran hacerlo trabajan con poco personal y la ejecución de tareas avanza muy poco. En este proceso general de descenso, el dirigente sindical precisó que la desocupación alcanza a unos 300 obreros del sector. Esto repercute en que muchos abandonan la ciudad y van a trabajar a obras particulares pequeñas, con “changas”, y derivando en la precarización laboral por el alto índice de trabajo en negro que existe ante tanta informalidad y poca oferta en la región. A su entender, no se puede tomar ningún tipo de medidas y la única alternativa es solicitar la intervención de la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Río Negro para determinar acciones relacionadas contra el trabajo en negro. Miller abrigó la esperanza que con el recambio institucional se puedan agilizar acciones que permitan definir obras públicas porque “hay espera paciente e impaciente entre los compañeros, porque sus tiempos de necesidades, no son los mismos que de la política”.

En 2003 había 400 casas en construcción. Hoy, son 60.

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