Ajustado número para el oficialismo en Diputados

El oficialismo podría “cortar clavos” a la hora de que se voten las tres leyes más controversiales de la reforma judicial en Diputados: la ampliación y el voto popular para elegir al Consejo de la Magistratura; la creación de tres tribunales de casación y la limitación de las medidas cautelares. Si bien el kirchnerismo expresó cauta confianza sobre el número de diputados para aprobar la reforma, que exige mayoría especial –absoluta– del cuerpo, había fuertes dudas sobre la propia tropa interna y el papel de los aliados de otras fuerzas (habitualmente 21). El oficialismo necesita 129 diputados para salir airoso de la sesión. La posición crítica de Brillo –expresada en esta página– abre interrogantes sobre cómo votará el MPN (o parte de ese bloque), uno de los tradicionales aliados de la Rosada junto al Frente Cívico por Santiago, Nuevo Encuentro y el PJ La Pampa. En cuanto al respaldo dentro del oficialismo, las incógnitas estaban centradas en las posiciones a adoptar por parte de la diputada Blanca Blanco de Peralta, esposa del gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, quien –como se sabe– ha roto lanzas con el gobierno nacional. Como se sabe también Jorge Yoma está en los extremos del oficialismo, y sostiene una distancia cada vez mayor acompañada por su duro verbo contra el oficialismo. En su línea están también Facundo Moyano y Omar Plaini. Hay que recordar también que para la votación del pacto de Irán, el kirchnerismo tuvo que obligar a dos ministros a volver a las bancas que habían dejado. Esta situación quedó resuelta ahora con la designación de suplentes “del palo”. De modo que, como se ve, si bien en el oficialismo creen tener 133 de los 129 votos requeridos, la realidad será muy ajustada. La clave está en los aliados y cómo orientarán sus votos a proyectos difíciles de digerir (como el de las cautelares que eliminan derechos constitucionales) a la luz de una creciente resistencia social, expresada por la Iglesia, intelectuales, políticos, empresarios, y hasta kirchneristas como Verbitsky.