Apagar incendios en Neuquén salió más caro

La incorporación de los dos aviones hidrantes alquilados a Canadá fue el factor central del incremento.Las aeronaves pudieron intervenir en cuatro incendios de los 139 que hubo.

SAN MARTIN DE LOS AN-DES (ASM).- Los dos grandes aviones hidrantes CL 415 que el gobierno neuquino contrató junto con sus tripulaciones a la provincia de Quebec, Canadá, incidieron de manera muy fuerte en el costo que implicó apagar incendios en la provincia a lo largo de esta temporada.

En comparación con el promedio de los últimos cinco años, la cifra se multiplicó por 20.

El contrato de alquiler de los aviones insumió unos dos millones de dólares.

Las aeronaves partirán hoy de regreso a Canadá tras permanecer desde el 10 de enero basados en el aeropuerto Chapelco- Carlos Campos de San Martín y Junín de los Andes.

En el aeropuerto de Neuquén, donde efectuarán una escala, se concretará al mediodía una evaluación oficial de la performance de estos equipos, según indicó a este diario el gerente de la Unidad de Producción, Guillermo Pellini.

A lo largo de esta temporada se produjeron en la provincia 139 focos de incendio, y los hidrantes CL 415 pudieron intervenir en cuatro oportunidades a lo largo de los tres meses de permanencia en la zona.

En esas ocasiones, los incendios se desarrollaron en áreas de estepa. El de mayor magnitud consumió casi 7.000 hectáreas en la zona de La Bomba, en las proximidades de la ruta nacional 40 entre Zapala y La Rinconada. Otros dos siniestros en los que intervinieron los aviones canadienses se produjeron en las cercanías de Alicura, y en la estancia Pil Pil del paraje Carrán Cura.

Las tripulaciones y su jefe de pilotos mantuvieron varias reuniones de evaluación para analizar el grado de eficacia de las operaciones.

Esta efectividad fue calculada con relación a los lanzamientos de agua que fueron efectivos en la lucha contra el fuego, sobre el total de descargas efectuadas.

Así se supo que en el incendio de La Bomba se realizaron 82 sobrevuelos con lanzamiento de agua, y de ellos sólo tres descargas fueron efectivas.

En el siniestro que afecto más de 3.000 hectáreas en Carrán Cura, la eficacia fue menor: sólo algo más del 3 por ciento de las descargas de agua fueron efectivas.

En cambio, en el siniestro cercano a Alicura la eficiencia trepó al 55 por ciento, con lo que más de la mitad de los lanzamientos sobre el fuego resultaron favorables para el combate.

En este último caso, el alto grado de efectividad se adjudicó a que el jefe de pilotos participó en forma directa de las operaciones, junto con las tripulaciones que concretaban sus vuelos de entrenamiento.

Finalmente, el pasado domingo los aviones realizaron ocho descargas en un área cercana a la frontera con Chile, al sur de Caviahue, donde se habían desarrollado múltiples focos pequeños, probablemente a causa de la partida de los veranadores de esa zona de la cordillera (ver aparte).

En total la efectividad de los lanzamientos a lo largo de los tres meses se estimó en un 33 por ciento de la capacidad operativa.

«Hay que tener en cuenta que la mayoría de los siniestros de esta temporada se produjeron en áreas de campos, sólo el 3 por ciento fueron incendios forestales, y estos aviones son más efectivos en incendios de bosques» afirmó Pellini.

Calculando el costo del combate por cada incendio de este año respecto de lo que marcaron las estadísticas de los últimos cinco años, se evidenció un notable incremento en los gastos.

Desde la temporada 96-97 hasta la del 99-2000, el combate contra cada incendio en la provincia del Neuquén costó como promedio 730 pesos. Pero en esta temporada esa erogación debe multiplicarse por 20 aproximadamente, estimándose el gasto por incendio en unos 14.000 pesos.

«Indudablemente el costo por incendio tiene que haber subido por la incorporación de los aviones hidrantes aunque no tengo la cifra final», reconoció Pellini.

«Tenemos que mejorar»

Guillermo Pellini, gerente de la Unidad de Producción de la Provincia, reconoció que en materia de combate de incendios «tenemos que mejorar a partir de la incorporación de los aviones hidrantes».

Destacó la necesidad de «lograr mayor eficiencia en los sistemas de comunicaciones terrestres, y también en la capacitación del personal de tierra para trabajar con medios aéreos».

El funcionario hizo suyas las observaciones de los pilotos argentinos que se integraron a las tripulaciones canadienses. «Ellos dicen en un informe que la calidad de los equipos y del servicio de los canadienses es muy bueno, y ésta es una opinión y un criterio que comparto», sentenció.

Reconoció no estar muy de acuerdo con las cifras finales de superficies afectadas por el fuego en esta temporada, y no precisó la cantidad que maneja.

La central de Manejo del Fuego con asiento en Junín de los Andes no proporcionó a este diario información alguna al respecto al concluir esta temporada, tal como era habitual en años anteriores. No obstante puede estimarse que la cantidad de hectáreas afectadas en toda la provincia del Neuquén alcanzó las 19.000, una cantidad significativamente menor que otros años. Una de las causas de esta merma fue la casi inexistencia de tormentas eléctricas con descargas de rayos.

Uno de los propósitos del gobierno neuquino que no se materializó respecto de los aviones hidrantes, fue el de alquilarlos a otras provincias o a otras instituciones durante la temporada de fuego, para bajar los costos. (ASM)

Habrá sanciones a veranadores

Sanciones inéditas contra veranadores que incendien intencionalmente pasturas al partir de las invernadas o al bajar de la cordillera tras las veranadas, fueron anticipadas ayer por el gerente de la Unidad de Producción del gobierno neuquino.

Pellini sostuvo que «hay que acabar con esas prácticas, porque los veranadores saben muy bien que el permiso de ocupación determina con claridad que no se puede hacer fuego».

Aseguró que se precisarán los sitios donde se produjeron quemas intencionales de pastizales mediante posicionadores satelitales. «Las zonas quemadas intencionalmente, sobre todo en las áreas donde hay araucarias, y sus responsables, serán tenidos muy en cuenta. Identificados los veranadores, la idea apunta a caducarles los permisos para la próxima temporada», precisó Guillermo Pellini.

La práctica ancestral de quemar los pastos tras las veranadas o las invernadas en el centro y norte neuquino, nace de la errónea creencia de que de esa manera se generarán mejores pasturas para los animales en la temporada siguiente. (ASM)


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