Bachelet recibe un apoyo clave para el ballottage

El PC apoyará a la socialista a cambio de varias reformas.

SANTIAGO (AFP). – La candidata oficialista Michelle Bachelet fortaleció sus opciones de convertirse en la próxima presidenta de Chile, al sumar ayer el apoyo del Partido Comunista para el balotaje del 15 de enero, en el que enfrentará al empresario de derecha Sebastián Piñera. Tras más de dos semanas de análisis, el Comité Central del Partido Comunista de Chile resolvió llamar a votar en segunda vuelta por Bachelet, ex ministra de Defensa del presidente Ricardo Lagos.

En la primera vuelta electoral, el 11 de diciembre, Bachelet se impuso con casi 46% de los votos, que sin embargo fueron insuficientes para sellar su elección, por lo que deberá enfrentar en el balotaje a Piñera, que obtuvo 25, 4%.

En esos comicios, el candidato Tomás Hirsch apoyado por los comunistas reunió el 5,4% de la votación, que ahora podrían sumarse a la candidata socialista.

El apoyo de los comunistas quedó sellado tras comprometer a la ex ministra a impulsar «cambios que, en menor o mayor medida, podrían establecer mejores condiciones para el desenvolvimiento de la acción social y política del pueblo», según una declaración pública del partido.

Entre ellos se destaca el cambio al sistema binominal de elecciones, que favorece a los grandes partidos.

En un claro gesto hacia los comunistas, Bachelet se comprometió a volver a enviar al Parlamento en el primer mes de su eventual gobierno un proyecto de ley para modificar el sistema de elecciones parlamentarias que fue rechazado la semana pasado por la abstención de los congresistas de derecha.

También anunció medidas para sus primeros 100 días de gobierno.

No obstante, el jefe del comité político estratégico del comando de Bachelet, Andrés Zaldívar, descartó que se haya negociado el apoyo del Partido Comunista. «Hay un tema coincidente entre ambos», señaló.

La oposición derechista ha utilizado los contactos entre el comando de Bachelet, militante socialista, y la directiva comunista para intentar atemorizar a los sectores del centro político sobre una hipotética inclinación a la izquierda de un eventual gobierno de Bachelet.

«No veo por qué el voto de centro pueda ser afectado… como acostumbra la derecha, tratará de hacer una campaña de terror en ese sentido'', dijo Zaldívar, militante democristiano.

Pese a su amplia ventaja sobre Piñera en primera vuelta, la victoria de la candidata no está asegurada: el empresario sumó tempranamente el respaldo del otro contendor de derecha, el conservador Joaquín Lavín, que obtuvo 23,2% de los sufragios en primera vuelta. Sumado los votos de ambos candidatos derechistas (48%) superan la votación que obtuvo Bachelet.

El 5,4% de los votos del PC y sus aliados, es casi la cifra justa que necesita la candidata socialista para ser presidenta.

En este escenario los votos del Partido Comunista se proyectan como cruciales para las aspiraciones la ex ministra de convertirse en la primera mujer presidenta en Chile, de la misma forma en que lo fueron en el triunfo de Ricardo Lagos.

En 1999 el actual mandatario empató en 47% de los votos con el derechista Joaquín Lavín, y ambos debieron definir la elección a mediados de enero de 2000. Aunque esa vez el Partido Comunista no llamó a votar por Lagos, sus votos permitieron asegurar un tercer gobierno consecutivo de la Concertación de Partidos por la Democracia, la coalición de centro izquierda en el gobierno desde 1991.

Presentan las propuestas de gobierno

SANTIAGO DE CHILE (DPA).- La candidata oficialista Michelle Bachelet, presentó ayer su plan para los primeros cien días de su eventual gobierno , de fuerte contenido social.

La médico pediatra que milita en el Partido Socialista (PS) asumió 36 compromisos, referidos principalmente al aumento del empleo y al mejoramiento en educación, salud y seguridad.

Dentro de las medidas anunciadas para sus primeros meses de gobierno, se comprometió a subsidiar las cotizaciones (aportes jubilatorios) de trabajadores jóvenes de menores ingresos y a reajustar las pensiones asistenciales, entre otros proyectos.

Otras transformaciones asegurarían el derecho a la negociación colectiva y a la huelga entre los sindicatos de trabajadores.

Además, adelantó que será una prioridad la reforma al sistema electoral binominal, que establece un piso mínimo muy alto para ser electo diputado o senador, por lo que favorece la formación de grandes bloques de partidos.

Al mismo tiempo, obliga a que la mayoría deba «doblar» a la minoría en la votación para aumentar su representación, lo que según especialistas favorece a la derecha, que con el 35% de los votos logró pocos representantes menos que la Concertación con un 55% de los sufragios.

Este sistema mantiene excluidos del Parlamento a los independientes y a los partidos más chicos, como los comunistas, que representan a casi un 5% de los votantes.


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