Banqueros habían avanzado en la negociación con los Holdouts

Brito estuvo a la cabeza del diálogo. Malestar con Kicillof, ya que consideran que les tiró abajo el acuerdo.

FONDOS BUITRE

Tras la dura la conferencia de Kicillof en la que reconoció que no hubo acuerdo, y en un rápido cambio del clima de pesimismo generalizado, se instaló ayer durante algunas horas en los portales de noticias la información de que aún quedaban chances para evitar una caída en default. Es que desde los bancos argentinos insistieron en las negociaciones con los holdouts con su propuesta de comprar la deuda a cambio de u$s 1.200 millones. El objetivo: posponer el cumplimiento del fallo del juez Griesa que impide pagar la deuda reestructurada.

Un grupo de banqueros criollos mantuvo siempre abierto el diálogo con los fondos buitres, pero expresaron malestar con Kicillof, ya que consideran que les tiró abajo el acuerdo.

Así, lo bancos se hubieran convertido en los nuevos acreedores y cobrado en 2015 con bonos.

Fuentes de ministerio de Economía deslizaron que el ingreso de los bancos a la negociación -con Jorge Brito como protagonista en las sombras-, fue motorizada por el jefe de Gabinete Capitanich, que se superpuso a la que efectuaba Kicillof con Pollack. De hecho, el chaqueño fue uno de los que más presionó para que se acordara con holdouts antes del fallo de la Corte, porque, en definitiva, era una cifra fácil de asumir y se evitaban los riesgos que ahora se materializarán.

Según las mismas fuentes, el problema fue Cristina Fernández que estaba en una posición muy dura, que mente se agudizó cuando las encuestas que manejan en el Gobierno confirmaron que la imagen del oficialismo subía a medida que se agudizaba la pelea con los fondos buitres. “Se engolosinaron con las encuestas”, resumió al sitio lapolíticaonline.com un funcionario con acceso a las negociaciones.

El grupo de bancos -la mayoría de sus representantes volvían anoche al país- apuntaba a comprar títulos públicos involucrados en el juicio por u$s 1.200 millones, que representa casi el 100% de lo adeudado a los fondos buitre.

El Banco Central informó que las entidades financieras contaban con unos u$s 8.700 millones a la vista. De ese dinero, podría haberse usado u$s 4.000 millones para pagar esta sentencia y comprar otros bonos en default. Un acuerdo entre privados habría evitado que se dispare la cláusula RUFO, incluida en los canjes de 2005 y 2010. Establece que si el gobierno les ofrece a los holdouts cualquier acuerdo mejor que los de las reestructuraciones, debe mejorar también la oferta que aceptaron los bonistas del canje. (Fuentes: lapoliticaonline/elcronista.com)


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