Un barilochense recibirá un trasplante ABO “no compatible”

Un barilochense recibirá un trasplante de riñón de su esposa

Un barilochense recibirá un trasplante ABO “no compatible”

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Un barilochense será el segundo en recibir un trasplante “ABO no compatible” en la Fundación Favaloro. Edgardo Romano recibirá mañana 4 de junio un riñón de su esposa, Vanesa Vicente, en un operativo que demandará al menos 3 horas.

“No tenemos compatibilidad de sangre pero sí genética”, explicó Vicente quien aclaró que este tipo de trasplante no se hacía en Argentina hasta el año pasado, ahora el avance de determinadas drogas y del procedimiento de la plasmaféresis permiten que un donante vivo no compatible entre en el proceso, aliviando así la lista solidaria del Incucai.

Desde Buenos Aires, la mujer explicó que “ante un trasplante, la compatibilidad siempre va por dos caminos: la sangre y la genética. Muchas veces, aunque el donante y el receptor sean compatibles de sangre, la genética no permite el trasplante. Se puede salvar la incompatibilidad de sangre pero no la genética”.

Vicente explicó que este tipo de trasplante ABO no compatible tiene su pico de experiencia en Japón y España. “En Argentina, se hacía hace muchos años y con más riesgos, cuando todavía no existía el sistema solidario de lista de espera del Incucai. Ahora, se empezó a hacer de nuevo porque las drogas permiten correr menos riesgos”, dijo.

Edgardo, de 50 años, a raíz de una enfermedad congénita supo que necesitaría un trasplante de riñón tres años atrás. “Con tiempo fuimos analizando diversas opciones y no sabíamos del ABO no compatible. En agosto del 2017, nos hicieron el estudio genético porque nos ofrecimos para el listado de Parejas Cruzadas y recién ahí nos enteramos que nuestra compatibilidad era alta, casi como si fuéramos hermanos. Desde la Favaloro nos citaron para explicarnos de qué se trataba este operativo ABO no compatible porque justo habían hecho el primer trasplante, y había salido bárbaro”, resumió Vicente.

Los médicos de la Fundación Favaloro se capacitaron en España para este tipo de trasplante, país que ya cuenta con unos 100 casos exitosos.

Respecto de su situación como donante vivo, Vicente aseguró que “se puede vivir normalmente con un riñón aunque deben seguirse varias recomendaciones al principio hasta que el riñón que queda, adopte el tamaño necesario para cumplir con el 100% de su nueva función”.

En relación al receptor, como se trata de un órgano no compatible, los primeros 15 días son claves para conocer el éxito del operativo. Pero pasados esos primeros 15 días, pasa a ser un trasplante normal en cuanto a cuidados posteriores.

“Ser donante vivo es una posibilidad que aumenta mucho las probabilidades de éxito del trasplante. Se puede donar un riñón, parte de un pulmón, páncreas e hígado, y médula ósea. En esos casos y entre personas afines, se aumenta mucho la probabilidad de éxito porque se puede trabajar con tiempo, preparar al receptor, ajustar más variables que tienen que ver con la compatibilidad sabiendo qué variables pueden fallar o a qué tener más cuidado, pero sobretodo el órgano llega sano, vivo, palpitante y con toda la fuerza del amor”, puntualizó Vicente.

“Es siempre un trabajo en equipo, concluyó, que nace de estar aferrados a la vida con amor. Estamos muy agradecidos con todos los que durante largos meses colaboraron para que mañana estemos llegando al trasplante.”