Batieron el récord mundial de vuelo en planeador desde Chapelco

Se lo adjudicaron Klaus Ohlmann y el argentino Alois Urbancic. Alcanzaron los 2.400 kilómetros de recorrido sin motor.

SAN MARTIN Y JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- El piloto alemán Klaus Ohlmann batió desde aquí el récord mundial de vuelo a vela en planeador, al alcanzar los 2.400 kilómetros de recorrido. En el aeroclub sanmartinense estaban ayer exultantes por la nueva marca, que instala a la región en el circuito internacional de este deporte, con gran expectativa a futuro.

Ohlmann y su copiloto, el argentino Alois Urbancic, emprendieron ayer mismo el regreso desde Malargüe, Mendoza, donde descendieron con su planeador «Stemme» luego de girar sobre un vértice imaginario al norte del país, que fue situado con posicionadores satelitales. El vuelo sin escalas concluyó luego en la localidad mendocina.

Al caer la tarde, el nuevo recordman mundial y su compañero aterrizaron en el aeropuerto Chapelco, donde fueron recibidos por los pilotos de planeadores argentinos y extranjeros congregados en el lugar.

Al cierre de este despacho, todo era festejo en la hostería en la que se alojan los volovelistas.

Entretanto se darán a conocer hoy precisiones sobre los kilómetros recorridos y otros detalles, pero el presidente del Aeroclub de los Andes, Enrique Arcagni, quien confirmó el récord alcanzado por Ohlmann.

Ahora, la memoria del vuelo que consta en una caja inviolable dentro del planeador, será presentada a las autoridades internacionales de este deporte para su oficialización definitiva. En consecuencia, extraoficialmente la marca es de 2.400 kilómetros.

En cualquier caso, la plusmarca supera a los 2.046 kilómetros logrados años atrás en Nueva Zelandia. En aquella oportunidad se planeó desde una cota ubicada entre los 6.000 y 7.000 metros de altura. Sin embargo, por las características especiales de la región circundante a San Martín, los volovelistas pueden alcanzar techos de hasta 9.600 metros de altura, con equipos de oxígeno en cabina. Ohlmann obtuvo su registro saliendo a las 6 de la mañana del domingo desde el aeropuerto Chapelco-Carlos Campos, para arribar a las 21.20 de ese mismo día a Malargüe, en un vuelo a unos 7.000 metros de altura.

Arcagni dijo que tanto el aeroclub como la ciudad de San Martín «estarán desde hoy en boca de toda la aeronáutica mundial, lo que abre para el futuro una veta insospechada, porque la mirada de los volovelistas de todo el mundo se fijará en nosotros». Sólo en Alemania, la tierra natal de Ohlmann, hay 30.000 volovelistas registrados. En el aeropuerto Chapelco están basados desde la semana pasada volovelistas brasileños, en tanto se aguarda para los próximos días la llegada de pilotos franceses.

Desde la hostería Parque los Andes, donde se aloja Ohlmann, se confirmó que a lo largo de la mañana y por la noche tras el regreso de los pilotos, se recibieron insistentes llamados desde Alemania, para confirmar los datos, ya que se considera el hecho como «primicia mundial» para los amantes del volovelismo.

Arcagni explicó que «de acuerdo con los expertos en la materia, San Martín es uno de los pocos lugares en el mundo desde donde se pueden concretar vuelos de esta especie, ya que ofrece condiciones excepcionales».(ver recuadro).

En diciembre del pasado año, el propio Ohlmann y otros cultores y expertos de este deporte, con una verdadera parafernalia de equipamiento, estuvieron realizando las evaluaciones preliminares para medir las condiciones del viento y las características de la zona con vistas a intentar este año la plusmarca, que se concretó con creces.

El dominio del viento

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El volovelismo exhibe diferentes técnicas para vuelos sobre montaña o llanura. Por lo común, en la montaña se aprovechan las corrientes dinámicas: el viento que asciende por las laderas impulsa hacia arriba al planeador. Pero esta porción cordillerana es excepcional para volar grandes distancias sin motor.

Para alcanzar extensos recorridos en esta especialidad, se utiliza el llamado «vuelo de onda», que tiene condiciones inmejorables en la región que rodea a San Martín y Junín de los Andes, desde el aeropuerto común a ambas ciudades.

Según explicaba a este diario tiempo atrás Miguel Martínez Boero -presidente del Club América de volovelismo- las capas superiores de las corrientes de viento que no se enfrentan con las laderas, son impulsadas hacia arriba por las fuerzas dinámicas del aire, formando una «ola» que se eleva de acuerdo con la velocidad del viento.

Decía Martínez Boero en diciembre pasado, cuando se realizaban los estudios en la zona con miras a batir el récord mundial: «Esta cordillera tiene un cordón principal de altas cumbres y otro paralelo hacia el este. El viento que viene del Pacífico se eleva en el cordón principal, se acelera en el valle (del Lácar) y vuelve a obtener un nuevo ascenso al enfrentar el cordón paralelo, subiendo mucho más», con lo cual se pueden alcanzar techos de hasta 9.600 metros que permiten mejorar de manera notable la performance para el volovelista.


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