Calidad garantizada para la cosecha de uvas para vinificar en la región

Referentes de la vitivinicultura local están conformes con el producto que hay en planta y confían en tener una temporada igual o mejor que en el 2020. Las tareas comenzaron con variedades blancas, la base para hacer espumantes. Hay una menor carga por planta en algunas cepas, pero nada que preocupe.

Luego de varios meses con dientes apretados y dedos cruzados para que el clima no haga de las suyas, los vitivinicultores de la región comenzaron el proceso de recolección de uvas para la elaboración de vinos y espumantes en un entorno de optimismo renovado.

En general el tiempo acompañó y por estos días se está dando una marcada amplitud térmica entre las altas temperaturas del día, por encima de los 30 grados, acompañadas con noches frescas lo que resulta una combinación ideal para la maduración y la concentración de sabores de las distintas variedades de uvas que se cultivan en la zona.

Aunque la cosecha está en pañales -arrancó hace un par de semanas y se extenderá hasta mediados de abril- ya se pueden tener algunos indicios de lo que vendrá para esta temporada y es por ese motivo que río negro consultó a distintos referentes del sector para que den sus primeras impresiones.

Guillermo Barzi, de Establecimiento Humberto Canale, una bodega centenaria de la región, indicó que “la cosecha empezó el lunes 22 de febrero, por suerte el clima acompañó y se presenta una temporada buena en calidad y cantidad, con volúmenes similares a los del año pasado”.

Consultado respecto de las variedades que ya están en condiciones de ser levantadas para el proceso de elaboración el empresario vitivinícola comentó: “Empezamos con los blancos, el semillón y sauvignon blanc, y después hacemos el Rosé de Pinot Noir para el cual cosechamos el Pinot que llamamos verde, bien fresco, con el cual hacemos el Old Vineyard Rosé”.

“Armamos muchos protocolos internos por la pandemia pero por suerte hasta ahora no tuvimos que ejecutar ninguno”.

Dijo Guillermo Barzi, de Bodega Humberto Canale, sobre la realidad sanitaria.

En igual sentido se expresó otro importante referente de la actividad, Ángel Moschini, fundador y propietario de Chacra Moschini donde se elabora la etiqueta Km 1120, quien sostuvo que “la calidad de la uva que tenemos en planta este año es muy buena, aunque hay menos cantidad que el año pasado a raíz de algunas inclemencias climáticas puntuales”.

El productor dijo que ya comenzaron con la cosecha de Sauvignon Blanc y que “en particular en esta cepa tenemos un rinde similar al de la temporada 2020, en Merlot y Malbec la calidad que se ve en planta también es muy buena aunque la carga es un poco menor”.

“Producimos más vino de lo que embotellamos, porque otra unidad de negocios es la venta a granel que te permite financiarte”.

Marcelo Miras, enólogo, asesor y titular de Bodega Miras.

Para Norberto Ghirardelli, de Bodega Agrestis, “la temporada viene muy bien, hemos iniciado la vendimia hace algunos días con muy buenos resultados, el clima nos acompañó, estamos viendo muy buenos rendimientos y calidad de uva. Nuestra cosecha es un poco anticipada ya que nuestra principal elaboración es de espumantes y necesitamos levantar el producto un poco más temprano en el calendario”.

En su chacra se cultivan principalmente dos variedades blancas que sirven como base para los espumantes que elabora, que son Chardonnay y Gewürztraminer, y una variedad negra, la Pinot Noir, que también ya comenzó a levantar de la planta.

Marcelo Miras, enólogo y titular de Bodega Miras, fue otro de los referentes vitivinícolas consultados. Para este experimentado productor “la calidad de la cosecha que recién está comenzando se presenta muy buena, hay una disminución en la producción pero que no afecta la calidad de la uva, ya que no hubo fenómenos climatológicos que compliquen”.

Miras aportó algunos datos que hacen que el clima de las últimas semanas haga su aporte en el resultado final de la producción. Dijo al respecto: “El frío en las noches es muy bueno porque eso ayuda en la evolución de la materia colorante y para mantener la acidez natural de las uvas, mientras los días de calor hacen que la uva madure, la amplitud térmica de la zona es muy favorable por lo que se dan muy buenas condiciones para el cultivo de uvas”.

Por último, el productor y enólogo dejó su impresión sobre la vitivinicultura regional e indicó: “Hemos crecido como región en cuanto a la calidad de los vinos y eso es reconocido por los consumidores y los países que nos compran. Eso habla muy bien de esta zona, lo importante es que se pueda mantener y mejorar a largo plazo”.

Pasó mucho tiempo en la vitivinicultura regional desde aquel momento en que el mercado reclamaba volumen y más volumen de vinos y la calidad ocupaba un plano secundario en la consideración de productores y consumidores. Hoy la ecuación es totalmente distinta. La actividad se reposicionó, aparecieron nuevos jugadores, se erradicó mucha plantación, se mejoraron cultivos, pero falta mucho por recorrer.

“En la zona hay muy buenas condiciones para el cultivo de uvas”, sentencia Marcelo Miras, enólogo de reconocida trayectoria como asesor en bodegas de la zona y propietario de Bodega Miras.

Este profesional reconoce que “hay muchas cosas nuevas que se están haciendo, hay variedades que se están implantando como Trousseau, Riesling, Syrah, Cabernet franc, Caladoc…”, pero al mismo tiempo hace foco en aspectos claves de la actividad y dice que “lo importante acá es que todo sea sustentable para el productor, para las bodegas, que no se siga erradicando y que lo que está se puede mantener y mejorar”.

En la actualidad en la región hay unas 1.600 hectáreas productivas vigentes. “Solo nos queda crecer”, se esperanza Miras. Un crecimiento que a la vista de la realidad económica del país representa un desafío incluso para aquellos que tienen espalda financiera. Esto es así porque “plantar hoy una hectárea con todos los chiches está entre 20.000 y 25.000 dólares”, aclara el enólogo.

Datos

1.600 has
productivas tiene actualmente la región de Patagonia Norte, donde predominan varietales como Malbec, Pinot Noir, Chardonnay o Semillón.
13,5
millones de kilos de uvas para vinificar fue la producción 2020 obtenida en Río Negro y Neuquén, de los cuales 11,3 millones fueron uvas tintas.

No obstante “hay gente interesada en las uvas de la región, insisto con que la gente que quiere invertir acá tiene que venir a plantar, sería muy importante que eso ocurra mientras se mantiene el viejo viñedo que es historia nuestra”, sostiene Miras.

Pero no se queda anclado en el presente y ofrece su visión a largo plazo. “La nueva vitivinicultura se tiene que dar a partir de nuevas variedades, nuevos sistemas de conducción, de riego, con protección antiheladas o antigranizo, con la mecanización de los viñedos”.

Y da una idea de dónde estamos parados: “Nosotros como región productora tenemos cien años, y si lo tengo que relacionar con la edad de las personas representan unos 3 o 4 años de vida…”.

¿Y dónde estarían los más veteranos?, preguntamos. “Todo lo que es el Viejo Mundo y lo que era el Asia menor, esto último desconocidos para nosotros en materia vitivinícola”.

Como ocurrió con todas las actividades comerciales y productivas a nivel mundial, la pandemia tuvo un rol clave y cambió las reglas de juego del mercado de un día para otro. ¿Pero qué pasó con la vitivinicultura en particular?

Desde lo productivo fue un sector que no atravesó grandes sobresaltos más allá de la implementación de estrictos cuidados sanitarios. “El vino se considera un alimento por lo tanto en la cuarentena estricta la producción estaba como actividad de excepción, se trabajó en forma normal con los protocolos adecuados que se requirieron para el caso”, dijo Marcelo Miras.

Otro de los puntos que generaron incertidumbre de cara al nuevo escenario fue la comercialización de vinos y allí la respuesta es un pulgar hacia arriba. Dice Barzi: “En mercado interno hubo un mayor consumo según el canal de ventas utilizado, nosotros desarrollamos un canal de ventas online con el que nos fue muy bien. En comercio exterior la venta estuvo tranquila, evolucionó de acuerdo a cómo se manejó cada país respecto de la pandemia. Lo positivo es que pareciera ser que con la vacuna los principales países compradores de vino argentino como Estados Unidos, Inglaterra y Canadá ya estarían con una mirada mucho más optimista y empezando a querer arrancar”.

“El hecho de que la gente trabajó desde su casa durante la cuarentena quizás les permitió relajarse y tomar una copa de vino”.

Norberto Ghirardelli, Bodega Agrestis, sobre el aumento en el consumo.

A igual conclusión arribaron Miras, Ghirardelli y Moschini, quienes también vieron crecer sus ventas una vez que el mercado se reacomodó luego del parate inicial allá por marzo de 2020.


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