Cien años del barrio Ferri de Cipolletti

HÉCTOR PÉREZ MORANDO (*)

historias bajo cero

“En nuestra visita a través de las fincas más destacadas de Lucinda (colonia), recogemos las mejores impresiones. Sin duda alguna, la propiedad de don Luis J. Casterás, La Alianza, es la más importante de la colonia teniendo en cuenta la extensión cultivada y la antigüedad, que han permitido a su poseedor desarrollar las más notables prácticas de la agricultura moderna sobre planes madurados con la observación y el estudio de la tierra.” “Desde la entrada a la finca se aprecia la nota cultural del conjunto anticipada en el arte de los jardines, ordenados con discreta elegancia. Una rotonda de tamariscos, estilizados según motivo versallés, inicia el casco central de la residencia, distribuyéndose luego el jardín en floridos parterres y graciosos senderos. Atendiendo a las condiciones de la temperatura -se agrega- se ha derrochado el cultivo de árboles de sombra, prodigándose las acacias, de grata frescura. De entrada nos llaman la atención sus magníficos ejemplares de forma esferoidal, producto de una sistemada hibridación de robinias. La casa familiar es modesta pero graciosa, blanca, guarnecida de espaleros en donde se afianzan atrevidos escaramujos” (Molins, WJ, 1919). El autor dedica otros párrafos a la madre de la ex estación Ferri, así conocido hoy el barrio de Cipolletti. Expresaba: “En compañía del señor Casterás recorremos las dependencias: el escritorio, el almacén de repuestos, la maestranza, la cochera y los galpones, locales admirablemente dispuestos en un solo cuerpo de edificio. La bodeguita es una monada como iniciación, por la calidad de sus cubas, las condiciones de sus materiales y la higiene del local. Recorremos después los alfalfares. Son las once de la mañana. Las cuadrillas de horquilleros emparvan a esa hora la alfalfa recién henada. Los potreros se suceden unos a otros, segados unos, espléndidamente lozanos los más. Las vaquillonas tipo shorthorn pacen a su antojo en las vegas floridas. Sobre la industria lechera, que explota la finca, nos informa el señor Casterás que el producto diario de leche es de 1500 litros. La crema se manda a Buenos Aires, destinándose 400 a 500 litros diarios para el consumo de Cipolletti y Neuquén”. Esta hermosa descripción de lo que era el establecimiento “La Alianza” de la actual Ferri hace algo más de 90 años, muestra en el libro de Molins -periodista y escritor- una finca sobresaliente en explotación agropecuaria. También era sobresaliente el propietario, por sus tareas y contacto social. Muy allegado a directivos de la inglesa Ferro Carril Sud, tuvo la idea de imponer el nombre de Ferri (Enrico-Enrique) famoso penalista italiano de su amistad y además Casterás era donante de parte de las tierras para la estación y ramal ferroviario Parada Limay (Cipolletti) a “El Campamento”, actual Barda del Medio. Luis J. Casterás pertenecía al círculo de pocos pero influyentes terratenientes del Alto Valle rionegrino, a la vez pioneros en el desarrollo agro-frutícola de la región, unos viviendo en la región y otros en Capital Federal. Entre ellos Patricio Piñeiro Sorondo, Augusto Mengelle, el médico francés Jorge Amadeo Doleris -con tierras en La Picasa- ingeniero Ballester, Cordiviola y otros. Tuvo sociedad con Daponte y luego con el Dr. Cordiviola. Cuando dejó el país y regresó a Francia, Doleris publicó un libro en 1912 donde -traducción mediante- expresaba: “La colonia más avanzada hacia el oeste es la de La Alianza… Es en lo de L. Casterás que hicimos nuestro primer alto al regreso de la cuenca (Vidal) que dista aproximadamente 20 k. En el límite sur de las tierras de la estancia, existe una desviación de la línea (férrea), con parada facultativa para las mercaderías y los viajeros “Estación Ferri”. La habitación está rodeada de vastos campos de alfalfa. La quinta recibió los cuidados más minuciosos. No hay viñedos para hablar propiamente, sino un vergel que posee los pies de viña más vigorosos y en cantidad. Son sobre todo especies de mesa, Chasselas, Moscatel blanca y rosada y también la Criolla. Todo el mundo está de acuerdo en ensalzar sus reales méritos. El riego es abundante. El huerto encierra una gran variedad de frutales. Tuve la ocasión de saborear las peras Duquesa de Angouléme extremadamente bellas y los membrillos de un enorme volumen”. Enrico Ferri, famoso criminólogo italiano nacido en 1856, estudió en Mantua, Bolonia, Pisa y París donde publicó su primer libro “Studi Sulla Criminalitá in Francia dal 1827 al 1878” (1881). Se doctoró en derecho en la Universidad de Turín. Siguió estudios con Cesare Lombroso y desempeñó cátedras en varias universidades, entre ellas Bruselas, ofreciendo conferencias en el Instituto de Estudios Superiores de París. Por sus ideas socialistas tuvo problemas, integró el movimiento socialista italiano y dirigió el periódico “Avanti”. Fue parlamentario desde 1886. Con Lombroso fundó la Nueva Escuela de Criminología de Italia. Publicó “Socialismo e Scienza Positiva (1894); “Delinquenti Nell ‘Arte” (1896; “La Teorica Dell’ Imputabilidad” (1878) y otras. Visitó la Argentina en 1908 dando conferencias en la facultad de Derecho, y varios teatros, presentado en una de ellas por el Dr. Rodolfo Rivarola. Colaboró con “La Nación”. Como curiosidad, por 1924 un coche motor del FCS salía de Neuquén y llegaba a Ferri a las 6,29 los sábados; lunes y jueves a las 8,53; martes y viernes, 12, 06, regresando en el día. De versión oral -no documentada- resultaría que el barrio Ferri de Cipolletti cumplió 100 años el 8 de marzo y que Ferri habría visitado “La Alianza” ese año. La presente es un adelanto para profundizar la necesaria investigación. Fuentes: Coleman, AH. Mi vida, 1949. Rögind, W. Historia, 1937. Rodríguez, AF. El Alto Valle, 1947. Varios. Río Negro, 1980. Guía Araucana, 1944. Edelman. Guía Comercial, 1924. Doleris, JA. Le nil Argentin, (Francia), 1912. Revista Junta IyEH (Río Negro), 2-1972. Martínez, Rodríguez y Cía, Guía, 1951. Pérez Morando, H. Fausto Agúndez (RN) 2008, Enciclopedia Espasa Calpe, Tomo 23. Abad de Santillana, D. Gran Enciclopedia Argentina, Tomo 3. Molins, WJ. El Alto Valle, 1919. Archivo diario Río Negro (GR). Bibl. Patagónica. (*) Periodista. Investigador de historia patagónica


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