Condenado a 10 años de prision tras seducir a menor por Facebook, robarle y violarla

LA PAMPA

Un joven de 19 años fue condenado a 10 años de prisión por haber violado a una menor de edad, a quien engañó a través de la red social Facebook, la citó frente a una escuela de la ciudad pampeana de General Pico, la amenazó con armas, le robó y abusó de ella.

Se trata de un joven identificado como Franco Ferreyra, quien fue condenado por un tribunal oral de General Pico por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de armas y robo calificado por el uso de armas”.

El hecho que se le imputa ocurrió el 7 de marzo último, cuando el condenado chateó con una adolescente de 15 años a través de la red social Facebook, la sedujo y la citó frente a una escuela en esa ciudad ubicada a 135 kilómetros de Santa Rosa.

Aparentemente, Ferreyra la engañó diciéndole que tenía su misma edad y, al momento del encuentro, extrajo un cuchillo y la obligó a que lo acompañe a la parte trasera de una capilla. Allí, en un lugar oscuro, le robó su teléfono celular y la violó, señalaron los investigadores.

Tras la denuncia efectuada por la familia de la menor, la policía realizó un allanamiento en el domicilio del acusado y encontró el teléfono celular, mientras que de las prendas íntimas de la víctima se hicieron los estudios genéticos correspondientes que eran compatibles con el agresor.

El joven, que padece “oligofrenia leve” fue considerado imputable y que comprendió claramente los hechos acaecidos en barrio Malvinas en marzo de este año. Además, el juez dejó entrever que pudo haber un cómplice.

“No existen dudas sobre la existencia del hecho y la participación del imputado, a punto tal que la defensa planteó su divergencia a nivel de la tipicidad, realizando un pequeño recorte en los hechos para discutir la consumación de uno de los tipos penales incriminados. Pero sobre el sustrato fáctico no planteó mayores divergencias, a partir de la contundencia de la prueba aportada por la fiscalía”, sostuvo el magistrado.

De esta forma consideró que “quedó acreditado que el día 7 de marzo de 2014, la menor CZBL, de 15 años de edad, fue en horas de la noche hasta el barrio ‘Malvinas Argentinas II’, de esta ciudad, a encontrarse con un joven, de nombre “José Ferreyra”, con el cual se había conocido a través de la red social Facebook y luego por mensajes de textos, por lo menos desde diez días antes.

Y en ese lugar fue abusada sexualmente y le fue sustraído un celular Galaxy S3 Mini. El autor fue identificado como Franco Sebastián Ferreyra, luego detenido y finalmente traído a juicio”.

Las pruebas

Informó el juez que “el testimonio de la víctima, mediante Cámara Gesell, fue corroborado de manera concluyente por los demás elementos de prueba” y trasmitió el pormenorizado detalle que dio la adolescente a la psicóloga Adriana Piras sobre lo ocurrido el día del hecho. En diferentes tramos, fue coincidente con las versiones de otros testigos de la causa, como la madre de la menor y un empleado de la estación de servicio donde se produjo el encuentro entre víctima y victimario. Además, las imágenes de las cámaras de seguridad del lugar también fueron prueba contundente.

A esto se suma que “las pruebas contra Franco Sebastián Ferreyra son lapidarias”. En primer término señaló el hallazgo de restos biológicos con ADN del condenado tanto en el cuerpo como en las prendas de la menor.

En segundo punto recordó que el joven “fue reconocido en rueda de reconocimiento de personas por la víctima”. Además, el empleado de la Petrobras “también reconoció a Ferreyra como la persona que concurrió esa noche a comprar tarjetas telefónicas y que fue captado por las cámaras de seguridad del lugar”.

Por si estas pruebas no fueran suficientes, Losi se refirió al allanamiento realizado después del hecho en casa del Ferreyra, donde le fue secuestrado un celular marca Samsung “perteneciente a la víctima que lo reconoció, sin dudar, durante la entrevista en Cámara Gesell. El celular también fue reconocido por la madre de Camila en el juicio”.

En cuanto a pericias, señaló el juez que en los análisis de las comunicaciones entre la línea del violador y la de la menor se comprobó que “existe tráfico de llamadas y mensajes”, en los momentos previos al hecho.

Posible cómplice

En su fallo, el doctor Fabricio Losi sorprendió dejando entrever la posibilidad de la existencia de un cómplice, que no participó materialmente de la violación y robo, pero que sí pudo colaborar en la concreción del encuentro.

Señaló el juez que durante el debate el psiquiatra Marcos Koncurat informó que Ferreyra padece “oligofrenia leve”, una enfermedad que “no le impide comprender la criminalidad de los hechos”. De todas formas, el procesional informó que “existen ciertas operaciones para los cuales este tipo de personas no son aptas”.

Debido a que el condenado no declaró en el juicio, no pudo obtenerse su versión y preguntársele sobre la participación de otro. De todas formas, el psiquiatra lo consideró “apto para acechar a la víctima tal como lo hizo, montando una puesta en escena donde se hizo pasar por un amigo de la persona a la que C esperaba, para luego atacarla. Pero que duda que tenga la capacidad de captación previa, mediante la articulación de medios tecnológicos como el Facebook”.

A eso se sumó que “la hermana dijo que no sabía operar en las redes sociales y que cuando enviaba mensajes siempre ponía Soy Seba”, evidenciando cierta ingenuidad al no comprender que quien lo recibe ya lo sabe`”.

Posteriormente Losi se refirió a un sobrino del detenido, de 15 años de edad, quien “tenía contacto con CL por Facebook y que en su declaración, bastante esquiva durante el debate, dijo no recordar si intercambiaron números de celular, no saber si su tío sabe navegar por Facebook y que sí sabe que necesita ayuda para mandar mensajes”.

Ante eso se preguntó el doctor si “¿Sería este el ‘José Ferreyra’ que la víctima iba a contactar esa noche? El nombre coincide. El contacto existió. Las fotografías de perfil no. No sabemos si a último momento en vez de ir L a la cita con C fue su tío, o si el sobrino ayudó al acusado en la captación de esta víctima ocasional”.

Por último afirmó que lo cierto es que en ningún momento aparece en la escena del hecho” y aclaró que el muchacho que en la noche del hecho apareció dialogando con Ferreyra en las grabaciones fue un joven que ocasionalmente pasaba por el lugar.

Agencia Telam y Diario de La Pampa