Crearon máquinas vivientes a partir de células animales
Los creadores definieron a estos "biobots" como “una tercera clase de materia animada: no son robots ni son, estrictamente, organismos".
La "máquina viviente" que desarrollaron los científicos norteamericanos. (Foto gentileza)
Por primera vez, cuatro científicos de Estados Unidos lograron crear «máquinas vivientes» a partir de células animales. Descriptas como «a medio camino» entre robots y seres vivos, estas creaciones son capaces de llevar a cabo simples tareas y podrían servir para propósitos médicos en un futuro no tan lejano.
El equipo que desarrolló esta novedad está formado por dos expertos en robótica (Sam Kriegman y Josh Bongard) y dos biólogos (Douglas Blackiston y Michael Levin). Para llevar adelante la «creación» utilizaron células de rana, una parte del corazón y otra de la piel.
Tras realizar numerosas simulaciones en una computadora especial para este tipo de casos, lograron crear una «máquina viviente» de medio milímetro, que tiene un limitado número de células y obedece órdenes simples como moverse en una dirección señalada previamente.
Los creadores definieron a estos «biobots» como “una tercera clase de materia animada: no son robots ni son, estrictamente, organismos». Al mismo tiempo, señalaron que «obligarán a los biólogos y a los filósofos a repensar nuestras definiciones de la vida y de lo que es una máquina».
La idea, claro está, es continuar con este proceso. “Si logramos automatizar la fabricación de los diseños por ordenador, podríamos concebir enormes enjambres de biobots. Y estos podrían incluso ser capaces de unirse en tamaños cada vez mayores. Podríamos tener biomáquinas muy grandes en el futuro”, explicó Bongard, uno de los desarrolladores.
Por último, y respecto al eterno debate de la inteligencia artificial y sus posibles problemas, Bongard aseguró que “es difícil saber ahora si esta tecnología podría tener consecuencias no deseadas o cómo alguien podría abusar de ella. Pero creemos que, si esta tecnología madura, podríamos necesitar una regulación. Ya está ocurriendo con la inteligencia artificial y con la robótica, que durante mucho tiempo estuvieron sin regular”.
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