Crisis en el transporte de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las empresas concesionarias del transporte urbano de pasajeros arrastran varios meses de quebranto económico y sus dueños reclamaron urgentes medidas para garantizar la continuidad del servicio.

El titular de Microómnibus Tres de Mayo, Guido Dal Pozzo, aseguró que la actual situación es «insostenible» en razón del aumento de sus costos operativos y la caída en el número de pasajeros.

Desde hace más de cinco años el boleto mínimo cuesta un peso, y 90 centavos para los usuarios de cospel electrónico. Los empresarios sostienen que el valor está desactualizado pero se abstienen de presionar por un aumento de tarifas y prefieren alguna modalidad de subsidio o exención impositiva para no afectar a los pasajeros. «Hay que cuidarlos como nunca», argumentan.

Según Dal Pozzo, «hace falta que el Estado asuma que el colectivo es un servicio público indispensable y tiene que garantizarlo». Claro que, a diferencia de Neuquén, el municipio local está quebrado y no puede ofrecer ningún aporte económico.

La presidenta de la comisión de Turismo y Transporte del Deliberante, Irma Haneck, admitió que el sostenimiento del transporte público «debe ser un compromiso de todos. A su juicio, la crisis es muy seria y no es descabellado imaginar la caída completa del sistema y la renuncia de las empresas a la concesión. Haneck alertó que en ese caso habría que volver a licitar «y seguramente sería imposible mantener beneficios como el actual boleto escolar de 10 centavos, el de secundarios a 40 centavos o los pases gratis para 800 discapacitados».

Según Dal Pozzo, el colapso es inevitable si no aparecen las soluciones antes de fin de año. Refirió que la caída en las ventas de pasajes existe desde hace cuatro años pero hasta diciembre pasado los costos se mantenían.

Elpersonaje: Boris Furman, un hombre con vocación de servicio

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con sus 86 años y tras haber delegado la presidencia de la Fundación Sara María Furman, don Boris Furman concurre todos los días a trabajar a la empresa que creó y la cual destina el 100 por ciento de sus ganancias a dos hospitales.

«¿Que voy a hacer?. No se hacer otra cosa que trabajar,» aseguró Furman al ser consultado por este diario sobre los motivos por los cuales no se tomaba un merecido descanso.

«Vengo a las oficinas de la fundación de 10 a 18 y hago algunos trabajos administrativos. Pero no decido más, para ello está el ingeniero Gustavo García Cano y la comisión», explicó el fundador de la empresa que opera el telesférico y la confitería giratoria del cerro Otto. El domingo Furman fue distinguido por el club de Leones local y sumó una nueva plaqueta de agradecimiento a su larga lista de agradecimientos.

El empresario, principal benefactor del hospital de esta ciudad, fue oportunamente declarado ciudadano ilustre de Bariloche. El Club de Leones lo distinguió en «reconocimiento a su gran vocación de servicio», algo que siempre caracterizó al empresario.

«Hay que trabajar, esforzarse y ayudar a los humildes, en especial a los niños pobres que deben tener una esperanza y un futuro mejor», sostiene el benefactor.

La basura, un problema sin solución

El problema de la basura continúa sin solución en Bariloche. La ciudad luce sucia y descuidada, no sólo por los periódicos paros de los trabajadores municipales, sino también porque muchísimos vecinos depositan las bolsas con basura a cualquier hora. Estas son abiertas por linyeras y arrastradas por los perros y el viento. Así no hay manera de que la ciudad esté limpia y en orden.