Barda del Desierto, elegido entre los mejores museos del mundo

El original proyecto de setenta hectáreas emplazado entre Contraalmirante Cordero y Cinco Saltos fue distinguido junto a un museo de Noruega y otro de Palestina con el Premio a la Práctica Museística Destacado, el más importante galardón internacional.

María Eugenia Cordero; Eva Rowson, directora del Bergen Kjøtt, de Norway; y Amer Shomali, director del Museo Palestino.

Barda del Desierto, el original museo a cielo abierto de setenta hectáreas emplazado al suroeste del Lago Pellegrini, entre las localidades de Contraalmirante Cordero y Cinco Saltos, cierra este, su tercer año de existencia, de la mejor manera: premiado como uno de los más destacados museos de arte contemporáneos. 

A fines de noviembre, en el marco de la 57ª Conferencia anual del Comité Internacional para Museos y Colecciones de Arte Moderno (Cimam), el Museo Barda del Desierto (mBDD) fue distinguido con el Premio a la Práctica Museística Destacada 2025 (OMPA por su sigla en inglés), un reconocimiento internacional que celebra prácticas museísticas innovadoras, sensibles al contexto y comprometidas con la sostenibilidad. 

La edición 2025 del OMPA recibió 48 nominaciones de museos de todo el mundo. El comité de selección valoró la capacidad de las instituciones premiadas para proponer modelos replicables, sostenibles y transformadores dentro del ecosistema museístico global.  

María Eugenia Cordero, directora del Museo Barda del Desierto.

Cinam es la principal organización internacional que reúne a directores, curadores y profesionales de museos de arte moderno y contemporáneo.  

En 2025, la institución abrió un proceso de selección mundial para reconocer a tres museos que ensayan modelos museísticos alternativos: prácticas que sostienen la preservación y transmisión cultural, pero que al mismo tiempo proponen nuevas formas de narrar historias, acompañar procesos comunitarios y cohabitar el presente. En esta edición, los museos premiados fueron el museo rionegrino Barda del Desierto, la Bergen Kjøtt Foundation (Bergen, Noruega) y el Museo Palestino (Birzeit, Palestina). 

Qué es Barda del Desierto 

Surgido de la Residencia Barda del Desierto, experiencia de arte que le dio su propio corpus de obra, el Museo Barda del Desierto (mBDD) es un ecomuseo de arte contemporáneo de setenta hectáreas, situado en la meseta patagónica. No está definido por un edificio, sino por una arquitectura territorial, digital y relacional.  

Propone una museología expandida, en la que la institución emerge de la interacción entre cuerpo, paisaje y digitalidad, más que de un contenedor físico. Trabaja desde una pregunta simple y profunda: ¿Qué puede un museo en el borde? 

Barda del Desierto sobresale por el uso de tecnologías digitales como elementos arquitectónicos de mediación. (Foto: Cecilia Maletti)

En el borde geográfico de la Patagonia, en el borde histórico del llamado “desierto” y en el borde conceptual de las prácticas museísticas contemporáneas. 

El mBDD se articula a partir de obras geolocalizadas, una intervención física mínima y un circuito mediado digitalmente que convierte al paisaje en su estructura principal.  

La arquitectura se produce en la geolocalización del visitante, donde el mapa y la caminata hacen del espacio un lugar. Construye una topogénesis, es decir, la generación de lugar que ocurre en el encuentro entre coordenadas, obra y percepción. El museo no representa el territorio: lo despliega. 

La importancia del premio 

“Fue interesante saber que estamos muy en diálogo con museos como Inhotim, de Brasil, que es uno de mis museos favoritos, o con el mismo Reina Sofía, que tiene un trabajo de arte educativo súper fuerte”, reconoce María Eugenia Cordero, directora del mBDD, en diálogo con Río Negro. 

“Nosotros presentamos desde Barda del Desierto el proyecto que estamos desarrollando también como parte de una investigación del propio museo, venimos trabajando sobre las arquitecturas de límites difusos” explica Cordero, quien estuvo presente en Turín, donde se desarrolló el evento que premió al mBDD.  

Uno de los aspectos sobresalientes del museo emplazado en el borde entre el valle y la meseta es cómo desde una perspectiva socioambiental logra crear su arquitectura con el mínimo impacto sobre el territorio. “Cuando leímos la convocatoria nos dimos cuenta de que era exactamente lo estábamos trabajando. La convocatoria está súper enfocada en las prácticas museísticas desde una perspectiva ecológica y sustentable. Entonces estábamos muy alineadas también con la propuesta y las preguntas que se hacía el comité que nos premió”, destaca Cordero, la artista y curadora de arte neuquina radicada hace varios años vive en San Pablo. 

Otro puntazo a favor de mBDD fue que el jurado fue unánime al momento de seleccionar al proyecto regional como uno de los tres mencionado al premio. “Hubo decisión unánime de todo el jurado, un jurado que estaba compuesto por representantes de diferentes museos, curadores, investigadores, personas súper importantes a nivel internacional, así que fue muy lindo eso. Y después estando en Turín también me dijeron que el nuestro   es un proyecto muy destacable”. 

mBDD: único en el mundo 

“Proyectos similares a mBDD no hay en el mundo”, afirma Cordero. “Hay una pregunta muy importante que se están haciendo: ¿cómo se están relacionando los museos con la sociedad inmediata de cada uno de los lugares y cuáles son sus estrategias para poder seguir pensando los acervos, las colecciones, y cómo se relacionan esas colecciones con la identidad del lugar, digamos, del territorio donde están emplazados los museos? Esta es una de las preguntas esenciales y muy actuales con relación a todos los museos, porque es un problema”, subraya Cordero. 

“Por eso, hoy los museos están haciendo como esas especies de exposiciones inmersivas, hay como una como una actuación que, en algunos casos, yo lo considero como exacerbado, como si tuviéramos que divertir al público, una cosa así. Pero hay otras discusiones”, advierte. “¿Cómo vamos pensando esa relación del público con el museo? No como para divertirlo, sino para generar un intercambio sociocultural. Y eso se nota en los 48 proyectos que fueron nominados, cómo cada uno va teniendo sus estrategias con relación al museo y la sociedad en donde se inscribe”. 

El anuncio del premio se realizó en el marco de la 57ª Conferencia Anual de CIMAM, que se llevó a cabo del 28 al 30 de noviembre en Turín. 

¿Es replicable mBDD en otro lugar? “Sí, es replicable”, afirma Cordero. “Ahora, nosotros justamente lo que hicimos fue patearles todo el tablero y repensar cómo sería el museo del futuro”. 

Barda del Desierto es un museo “site-specific”, esto es que fue creado para un lugar particular, donde el espacio es crucial para su significado y función. “Todas las obras están relacionadas con la geografía cultural del lugar, destaca Cordero sobre mBDD, que, en su esencia, no tiene acervo externo. “Por eso muchos museos están con el problema de cómo hacen para que el acervo se conecte con la sociedad inmediata de donde está el museo. Porque hay una cosa que todo el tiempo está como dislocada.  Y eso no nos pasa”.  

«Necesitamos seguir generando una relación afectiva con el territorio. Nosotros seguimos pensando que vivimos en un valle, un valle que está desapareciendo, porque nunca pudimos pensar la estepa, que es nuestro mayor territorio”. 

María Eugenia Cordero

“El Congreso termina con una pregunta que es muy importante: cómo los acervos de los museos se relacionan con la identidad de un territorio. Para nosotros, el mBDD es la respuesta”. 

El futuro inmediato de mBDD 

«Necesitamos seguir trabajando sobre el arte educativo en cuanto a generar una relación afectiva con el territorio”, marca Cordero. “Eso es una insistencia de Barda porque me parece una necesidad que tiene la región: generar una relación identitaria y afectiva con la estepa patagónica. Nosotros seguimos pensando que vivimos en un valle, un valle que está desapareciendo, porque nunca pudimos pensar la estepa, que es nuestro mayor territorio”. 

Uno de los beneficios de haber sido premiados por Cimam es la visibilidad ganada, sobre todo a nivel internacional. “Nosotros veíamos ya desde el año pasado que muchas de las discusiones que se estaban dando en el mundo alrededor de los museos eran sobre asuntos que nosotros ya estábamos haciendo o que ya eran parte de nuestra identidad. Entonces, mi pregunta era por qué nosotros no estamos dentro del mapa global. No nos conocen y resulta que aquello que discutían era todo lo que nosotros ya estábamos haciendo”. 

Por eso, 2025 fue el año en que el equipo de mBDD se dedicó exclusivamente a sus proyectos de investigación sobre Barda del Desierto para entrar en el mapa global de los museos en el mapa global. “Era muy importante para nosotros entrar en el mapa. Y lo hicimos. Ahora ya saben que hay un museo de arte contemporáneo en la estepa patagónica que tiene un acervo dedicado exclusivamente a la geografía cultural de su región. Por eso, para nosotras era muy importante tener este reconocimiento porque tenía que ver con eso, con poder entrar en el mapa global y entrar en diálogo directo con esas otras instituciones”. 

El equipo de mBDD seguirá trabajando en aquello que lo hace (casi) único en el mundo y que es el concepto de arquitectura en limites difusos. También buscarán profundizar su relación con las escuelas para que el museo sea parte del curriculum educativa. “Toda una relación local que hay que seguir alimentando, sobre todo con la comunidad inmediata», resume María Eugenia Cordero. 

Dicho todo lo que se dijo de mBDD es momento de hablar de financiamiento. O, lo que es lo mismo, de plata. “Hay muchas cosas que vamos haciendo como vamos pudiendo porque el museo hasta ahora no tienen apoyo de ningún tipo, no contamos con apoyos gubernamentales ni privados por ahora”, confiesa su directora. «No porque no queramos”, aclara entre risas. «El desafío inmediato es comenzar a conseguir fondos reales para llevar adelante proyectos”. 

“Sería como muy necio no apoyar un proyecto como Barda del Desierto, que tiene este reconocimiento internacional y que está en diálogo con otros espacios internacionales tan importantes”, apunta. “No darnos apoyo sería como de una gran necedad y una provocación incluso. Porque yo creo que el trabajo que estamos haciendo a nivel local es muy importante. Es único en el mundo, un trabajo de arte contemporáneo muy enfocado en muestra región y eso me parece muy importante. Es un llamado de atención”. 


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