Medio siglo con la música: así empezó con “Amancay” en Cinco Saltos
“Por su juventud nos hacen abrigar la esperanza de un venturoso futuro”, les dedicó Berbel en los ‘80. Hermanados en la vida y en la cultura, vuelven a los escenarios para compartir su legado.
Raimundo Negrete colecciona vinilos y entre los miles que guarda en su casa, en Neuquén, atesora uno que habla de la historia cultural en Cinco Saltos. “Mirando al Sur”, dice su portada y el nombre del grupo, “Amancay”, aparece acompañado por las estrellas que forman la cruz emblemática, marcando ese punto cardinal. De pie con sus instrumentos, de impecables atuendos celestes y ostentando las guardas de sus ponchos, se puede ver a Mateo y Leoner Jara, junto a Walter Sodero, de apenas 21, 20 y 29 años, respectivamente.
Ese disco de difusión, que Raimundo consiguió en la histórica disquería “Casablanca” de Allen, incluyó 11 canciones y la dedicatoria del autor de varias de ellas: nada menos que Marcelo Berbel. “Hoy tengo la íntima satisfacción de presentar a vuestra consideración este primer ensayo discográfico de un conjunto nuestro, como su nombre. Tres inquietudes pialadas en el cordaje de las guitarras sureñas y que por su juventud nos hacen abrigar la esperanza de un venturoso futuro. Así sea, como premio a sus esfuerzos y por el bien del canto patagónico”, escribió el poeta neuquino, marcándoles un destino hace ya medio siglo.

Desde entonces, el público de varias generaciones los aplaudió en todos los escenarios regionales, pero también en Cosquín y en Chile, por citar algunos sitios extra. Y podrá volver a hacerlo en el mes de este 111° aniversario cincosaltense, porque después de dos décadas sin cantar juntos, volverán a presentarse en su pueblo, esta vez, en el Cine Teatro Español local. Será el próximo viernes 14 por la noche, cuando esperan ofrecer lo mejor de su trayectoria, ya de la mano de la experiencia.
Portadores de varios nombres, los “Amancay” también fueron “Millaray” y en el caso de los hermanos, se presentaron como “Los Jara” y hasta como solistas. Pero junto a Sodero se los ve interactuar y es como si el tiempo no hubiera pasado. Siguen allí la sonrisa y el respeto a la semilla que les encomendó Don Washington, el padre de Leoner y Mateo, después de verlos cantar a los tres, allá por 1974. Decidido, fue con sus hijos a la casa de Walter para iniciar la formación, convencido de los resultados que podían alcanzar juntos. El show en Canal 7 y el programa “La posta del resero”, de Milton Aguilar, sumarían al primer impulso para este proyecto que se consolidó.
Así, los bares y los escenarios históricos que se armaban en calle Roca primero, las escuelas y el polideportivo después, fueron los testigos sencillos, directos, de la armonía de sus voces, aún cuando los Jara empezaron sin conocimientos musicales académicos. El apoyo de los que veían desde afuera el potencial, como Dora Rotglin desde Neuquén y el conocimiento de Sodero en trabajo coral les sirvió para pulir y perfeccionarse aún más, aunque jamás vivieron del canto.

Eso sí, juntos supieron hacerse un lugar entre colegas que con los años Leoner supo perpetuar en su canción “Cuna de Cantores”, con referentes como Orlando Pérez, “Tono” Campos, “Negro” Manquillán, “Mingo” Bustos, Jorge Arín, José Uribe, “Tito” Villagra, “Piti” Torres, “Tito” Fierro, Eduardo Guanupán, Raiman, “Tati” Escalona, Julio Dalmolín, “Cacho” Minichi y tantos otros.
Tras la partida de Mario Currumil, los acompañaron Claudio Millanir y actualmente Rodrigo Arin. Hoy, los “Amancay” confían en poder transmitir su esencia a los más jóvenes, que no vivieron las experiencias del comienzo, pero que encuentran allí también la raíz de su identidad. El calor y el respaldo de la gente a través de los aplausos es para ellos el mejor regalo en tantos años de trayectoria.
Raimundo Negrete colecciona vinilos y entre los miles que guarda en su casa, en Neuquén, atesora uno que habla de la historia cultural en Cinco Saltos. “Mirando al Sur”, dice su portada y el nombre del grupo, “Amancay”, aparece acompañado por las estrellas que forman la cruz emblemática, marcando ese punto cardinal. De pie con sus instrumentos, de impecables atuendos celestes y ostentando las guardas de sus ponchos, se puede ver a Mateo y Leoner Jara, junto a Walter Sodero, de apenas 21, 20 y 29 años, respectivamente.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios