«De esto solo no se sale», dijo el primer recuperado de coronavirus en Neuquén

Eduardo Sanz recibió hoy el alta luego de haber estado internado casi un mes en la clínica Pasteur.

Eduardo Sanz permaneció casi un mes aislado en la clínica Pasteur de la ciudad de Neuquén, con diagnóstico positivo de COVID-19. Recién hoy, a las 11.30 aproximadamente, cuando recibió el alta, vio por primera vez a muchos de los integrantes del equipo de salud que lo habían asistido durante este tiempo.

-No le conocí la cara a ninguno. Entraban a mi cuarto todos enfundados. Les dije: «si me ven por la calle salúdenme, porque va a parecer que soy un desagradecido.» Había que cuidarlos.

Y se rio.

El hombre de 64 años es la primera persona recuperada de coronavirus en la provincia. La buena noticia llegó en un contexto crítico: el cierre de la ciudad de Loncopué debido a que en pocas horas registró 21 casos positivos y 2 fallecidos.

El 55% de quienes contrajeron la enfermedad en el país, según el reporte matutino de hoy del ministerio de Salud de la Nación, son varones. Eduardo había estado en España durante el mes de febrero, considerada zona de riesgo. Más precisamente en Soria, que se encuentra a dos horas de Madrid. Llegó a Ezeiza el 14 de marzo, cuando apenas había 11 casos confirmados en Argentina y faltaban seis días para que el gobierno nacional dictara el distanciamiento obligatorio.

«Ahí traía ropa para cambiarme, seguro que el virus lo traíamos en la ropa, o en las cosas. No pude cambiarme porque en Ezeiza estaban los baños cerrados. De ahí me fui a Aeroparque, pude viajar solo en el asiento. Mi familia me llevó una camioneta al aeropuerto, yo viajé solo hasta mi casa, no estando en contacto con nadie», relató.

Se aisló en su vivienda, incluso de su familia, cuyos integrantes se encuentran en perfecto estado de salud.

El 16 comenzó con fiebre y llamó al 0800-333-1002, que es la línea a la que se comunican las personas que tienen síntomas. Allí ingresó a la clínica.

En ese momento las muestras eran enviadas al Instituto Malbrán de Buenos Aires. A partir del 20 se descentralizó el análisis: el Laboratorio Central del ministerio de Salud de Neuquén empezó a recibir los hisopados.

-¿Cuándo se le informó que el diagnóstico era positivo estaba tranquilo?

Yo ya sabía que la posibilidad de estar contagiado, de estar infectado, era alta. La idea era presentarse de tal forma frente a la enfermedad que no nos ganara. La contención de los médicos, como de las enfermeras, enfermeros, la gente de limpieza fue excelente. Y eso sana. El trabajo que ellos hacen, sana.

El martes pasado Eduardo obtuvo el primer resultado negativo, y ayer el segundo, lo que le permitió abandonar hoy el clínica.

«Siempre estuve con la cabeza afuera», repitió. En su cuarto creó una rutina que lo mantuvo activo. Lo único que miraba en la televisión era deportes, no consumía información periodística. Tenía videollamadas frecuentes con su familia y amigos. «Con mucha gente», afirmó. Hacía teletrabajo en una tablet y leyó bastante a Brian Weiss. «Empecé paulatinamente a hacer gimnasia», señaló.

Contó que tuvo síntomas muy parecidos a la gripe: fiebre, tos y dolor muscular. «La enfermedad la transité bien. Traté de poner lo mejor de mi y de lo que recibía», agregó.

Eduardo continúa ahora aislado en la habitación de su casa. «La comida la como con material descartable. Si bien ya di negativo, por las dudas seguimos con el mismo ritmo», detalló.

Mencionó al personal de la clínica del cuarto y tercer piso que lo despidió hoy. Y reiteró: «Desde el que me limpiaba la habitación en adelante, todos. El mensaje es que de esto solo no se sale. Estando solo, adentro de una habitación, esto no lo sacás. Lo que más necesitas es el cariño de la gente de afuera. Tener comunicación con el exterior es muy importante.»


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