Bolivia: un giro político con impacto regional

Aunque falta la segunda vuelta para definir al próximo presidente, los comicios dejaron datos claros: termina una hegemonía de 20 años del Movimiento al socialismo, en medio de la crisis energética, económica y política. Habrá alternancia y giro a la derecha.

Rodrigo Paz y Jorge «Tuto» Quiroga disputarán la segunda vuelta electoral.

Redacción Central (Con informes de AFP, AP y BBC Mundo)

La primera vuelta presidencial en Bolivia marca el fin de una era. La izquierda dejará el poder después de 20 años y dos candidatos de derecha se disputarán la presidencia en un balotaje, mientras se avecina un cambio de modelo económico. En este marco, un eventual giro a la derecha en Bolivia reviste un significado especial. “No solo marcaría el fin de 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS) —que desde la llegada de Evo Morales en 2006 definió el rumbo político, económico y social del país, salvo durante el breve periodo de gobierno de transición—, sino que también enviaría una señal potente al resto de la región: el inicio de una posible reconfiguración del tablero político sudamericano” señaló en su cuenta de X el politólogo Daniel Zovatto, experto en elecciones, gobernabilidad y democracia.

Zovatto habla de un “super ciclo electoral” que se presenta en América Latina, y estima que el resultado en Bolivia, si bien no es definitivo, podría implicar un cambio hacia la alternancia política y un giro a la derecha en la mayoría de los procesos.

“ En estos tres años, en Sudamérica tendrán lugar siete elecciones presidenciales: 3 este año; otras 3 en 2026 y 1 en 2027. Este ciclo se inauguró a inicios de 2025 con las elecciones en Ecuador, que dieron como resultado la reelección de Daniel Noboa (derecha), y continúa ahora con los comicios bolivianos, los segundos de esta secuencia decisiva. Incluye hitos de enorme relevancia: las elecciones presidenciales en Chile, el próximo 16 de noviembre —donde el escenario más probable es también la alternancia y un giro a la derecha—; seguidas por tres procesos cruciales en 2026 —Perú, Colombia y Brasil—, y culminando en 2027 con Argentina.

Para Zovatto ya se puede hablar de un vuelco político en Bolivia que “tiene una carga simbólica y estratégica de todo el actual superciclo electoral, pues confirmaría que la alternancia no solo es posible, sino que podría convertirse en la tendencia predominante de cara a las próximas elecciones en América del Sur. Ello, salvo algunas excepciones donde la continuidad podría imponerse, ya sea desde la centroizquierda -con una posible reelección de Lula en Brasil en 2026-, o desde la ultraderecha -con la eventual reelección de Milei en Argentina en 2027-” agrega este analista político.

La sorpresa y el tecnócrata


Rodrigo Paz pateó el tablero electoral. Ninguna encuesta anticipaba su paso a la segunda vuelta, pero el senador del Partido Demócrata Cristiano, de 57 años, no solo disputará el balotaje el 19 de octubre, sino que parte en primera posición.
Obtuvo la mayor votación (32,1%), por delante del expresidente Jorge Quiroga (26,8).
Dentro del deseo generalizado de cambio, su propuesta de centroderecha es vista como la más moderada.

“No representa al gran empresariado, ni al liberal aguerrido. Él representa al ciudadano común”, dijo el sociólogo y analista Renzo Abruzzese al canal Red Uno.
Lejos de ser un outsider, Paz tiene un amplio recorrido como político, ya que fue edil, alcalde y senador de Tarija. Su propuesta de un “capitalismo para todos” caló hondo entre el electorado desencantado de la izquierda.

En sus primeras declaraciones, Paz señaló que de ganar la presidencia en el balotaje buscará cambiar el modelo económico impuesto por la izquierda desde hace dos décadas en ese país.
“Espero que el parlamento nos ayude a cambiar este modelo económico que trabaja para el Estado y no para los bolivianos”, dijo Paz ante sus simpatizantes en La Paz. “Esta es una señal de cambio, y esa señal de cambio es la grandeza del pueblo boliviano que quiere otro destino”, afirmó Paz.

Su rival en el balotaje será Jorge Quiroga, un ingeniero de 65 años, graduado en la Universidad A&M de Texas, exempleado de la multinacional estadounidense IBM. Su planteo es muy similar al de Paz, aunque más radical. Promete un “cambio sísmico”: bajar el déficit fiscal, reducir el Estado, privatizar todas las empresas públicas deficitarias e impulsar una nueva Constitución con giros “radicales”.

Debacle de la izquierda


La falta de decisiones del gobierno para resolver la crisis económica derivada de la escasez de divisas “terminó cansando” a una población que en julio ya padecía una inflación interanual del 24,8%, explica a AFP el politólogo Daniel Valverde.

El gobierno de Luis Arce agotó sus reservas de dólares para insistir en una política de subsidios a los combustibles.

La larga pelea entre Evo Morales y Luis Arce por el control del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) colapsó además la capacidad de organización del partido de cara a las elecciones.

Al término de la primera vuelta, la izquierda se quedó sin opción. Eduardo del Castillo, candidato del MAS, alcanzó apenas un 3,1% de los sufragios. Y el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, un 8,2%.
Según el internacionalista Gustavo Flores-Macías, “debe haber mucha introspección” dentro de la izquierda para evaluar “el daño terrible que le hicieron a sus posibilidades de triunfo, pero también el desempeño del gobierno de Arce”.

Un congreso fragmentado


Paz y Quiroga comparten varias propuestas, como la eliminación de los subsidios a los combustibles y reducciones de impuestos, y anuncian una ruptura con el sistema de corte estatal que impuso el MAS bajo la guía de Morales.

Pero el estilo de sus campañas ha sido distinto. Paz fue un candidato que “en debates y entrevistas no gastó tiempo y saliva en denigrar, insultar o subestimar a nadie”, afirma Valverde.
Quiroga tuvo varios desencuentros con otros postulantes, especialmente con el millonario Samuel Doria Medina, que las encuestas mostraban entonces como su rival directo.

Cualquiera que sea el ganador deberá lidiar con un congreso de derecha, pero sin bancadas mayoritarias. “Habrá una fragmentación que le dificultará las cosas al presidente entrante”, advierte Flores-Macías, investigador de la Universidad de Cornell de Nueva York.

El costo del cambio


El principal reto del próximo presidente será cumplir los recortes de gastos que ofreció, pues la población ya está habituada a recibir subsidios, bonos y programas asistenciales.
“Es muy fácil prometer que se van a eliminar los subsidios, que se van a arreglar las cosas (…), pero lo difícil para cualquiera de los dos candidatos sería cómo hacerlo sin que se afecte de forma tan directa a la población”, dice Flores-Macías.

El especialista espera que las ganas de cambio en las calles otorguen una luna de miel al nuevo gobernante, para que aplique medidas de austeridad paulatinas que abran las puertas para las más drásticas.

El colapso del modelo socialista del manejo del gas


Bolivia enfrenta una aguda crisis económica, signada por una alta inflación, escasez de dólares y productos de primera necesidad y mayor deseempleo. La principal causa, señalan los analistas, es el colapso del modelo estatista de la gestión energética qu inauguró el primer gobierno de Evo Morales.
Bolivia, otrora rico productor de gas, y con importantes recursos de litio por explotar, casi agotó sus reservas en dólares en los onerosos subsidios a los combustibles que llegan a los 11,3 millones de habitantes.

En 2006, cuando comenzó a gobernar Evo Morales, una de sus primeras decisiones políticas fue la nacionalización de la explotación del gas natural, un recurso en el que es rico Bolivia.
Durante los primeros años tras la entrada de la gestión pública, los cuantiosos ingresos que provenían de la exportación de este recurso se emplearon para otra cuestión política: subsidiar el consumo de combustible, que el país tenía que importar y pagar en dólares en los mercados internacionales.
Con el tiempo, las ineficiencias en la gestión y la falta de inversiones adecuadas en el sector provocaron una caída en el nivel de producción de gas natural y que Bolivia pasara de ser exportador neto a importador neto de energía.

La producción de gas de los últimos años cayó a los 15,4 millones de metros cúbicos diarios después de haber superado los 22 millones en 2015. Álvaro Ríos, ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia, le dijo a BBC Mundo que “el negocio del gas requiere que se invierta en exploración para tener campos alternativos disponibles cuando se agoten los que ya están en explotación, y en Bolivia casi no se ha invertido en exploración, así que los campos se han ido agotando”.
El economista Jaime Dunn recuerda que los proyectos de exploración de YPFB “llevan tiempo sobre la mesa y a menudo se quedaron en el papel”

Consecuentemente, también se produjo una caída de los ingresos en dólares derivados de la exportación del hidrocarburo. Esto llevó a que, a partir de 2014, el subsidio del combustible y el gasto en otros programas sociales promovidos por el MAS se financiaran con cargo a endeudamiento interno y externo.

La cuestión monetaria


Esta situación también generó una notable reducción de las reservas internacionales del país. Las actuales reservas, de unos 1 800 millones de dólares, son aproximadamente una décima parte de las que existían hace 10 años. Además, la mayor parte de esos casi 1 800 millones no son líquidos ya que son oro.
Nos encontramos ahora con un país que tiene una alarmante escasez de dólares e importa una parte muy importante de los bienes de consumo y producción que emplea. Y que, además, sigue subsidiando el consumo de combustible.

Esto ha llevado al surgimiento de un mercado paralelo, o mercado negro, de dólares, con tipos de cambio muy superiores al oficial, con personas cruzando las fronteras con Perú y Brasil para hacerse con la divisa.

También ha provocado el aumento de precio de algunos productos básicos, la desaparición de otros de las tiendas, colas para la compra de combustible y manifestaciones y bloqueos por parte de comerciantes y transportistas debido a la escasez de éste. Estos factores dificultan todavía más la actividad económica y han provocado el malestar generalizado de la población.


Rodrigo Paz y Jorge "Tuto" Quiroga disputarán la segunda vuelta electoral.

Redacción Central (Con informes de AFP, AP y BBC Mundo)

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