De custodiar los senderos de montaña a disfrutarlos corriendo la Patagonia Run

Cuando estuvo en el Regimiento de Caballería N° 4 de San Martín de los Andes, a Pablo le pidieron que se encargue de la logística y la seguridad en la montaña de los corredores del Patagonia Run. Le gustó tanto la prueba, que hoy la vive desde adentro.

En el mes de abril de todos los años, la comunidad de San Martín de los Andes se abre para recibir al Patagonia Run. No sólo su gente y la ciudad se ponen a disposición, sino también lo hace aquellos que ceden sus tierras para que la carrera se lleve a cabo, como las comunidades mapuches, Parques Nacionales y el Ejército, cuyo personal cumple un factor clave en la seguridad, principalmente cuando cae la noche sobre los corredores en la montaña.

Pablo Bayerque es de Tandil y estuvo destinado al Regimiento de Caballería N° 4 de San Martín desde el 2019 al 2022. En esos años sus superiores le pidieron que sea la luz de los competidores en la oscuridad del bosque.´”El Jefe de Regimiento de ese momento me dijo: ‘usted va a tener una misión clave: va a ser el chico Patagonia Run’. Yo no entendía muy bien cómo era la cosa, pero de a poco fuimos armando la logística para la apoyatura de la carrera. Nosotros aportamos carpas, vehículos, leña, camas, electricidad… Principalmente en los PAS (puestos de asistencia) donde en el Regimiento tiene injerencia y por dónde pasa la carrera. Limpiábamos las sendas, dejábamos leña preparada y sugeríamos los lugares con las mejores condiciones para cocinar, entre otras cosas ”.

Sin quererlo, como cabeza de grupo Pablo se fue metiéndose de a poco en el universo Patagonia Run aportando logística, y durante la carrera también seguridad. “Poníamos los banderilleros, que son los hombres clave en todo el recorrido porque indican al corredor por dónde tiene que pasar. Imaginate que muchas veces para el corredor, que va de noche por el bosque, encontrarse con alguien que le indique por dónde ir aumenta el estándar de seguridad de la carrera”.

Es muy común ver a lo largo de los días de competencia a los uniformados del regimiento brindando su apoyo, y en algunas oportunidades hasta ofreciendo chocolate caliente en días de mucho frío. Para Pablo es vital el trabajo que hace el Ejército en pos de la carrera, pero también destaca a los guardaparques, bomberos “y a la organización de la carrera, que tiene muy claro cómo es trabajar en la montaña”.


A fines del 2022 a Pablo, que es de grado capitán, lo trasladan a Buenos Aires pero prometió volver al año siguiente, esta vez como corredor. Disputó los 42 kilómetros en el 2023 y también en la siguiente edición, y este año se animó a los 70k donde redobló esfuerzos para poder encararla. Su prueba fue la última de las siete que tiene el programa de PR, por lo que la ansiedad en los corredores que la disputan, también hace su papel.

“Más allá de que uno tenga experiencia, eso pasa, pero hay que aprovechar esos nervios para transformarlos en una gran cuota de energía y que sea el impulso inicial. Una vez que suena el silbato de largada, uno de larga a correr y se olvida de todo. En realidad ahí, empieza otra batalla”
Cuando uno entra a la montaña se encuentra con un enemigo de roca, hielo y frío. Enfrentarlo demanda mucha mentalidad y una conversación con uno mismo permanentemente”, dice Pablo, que también es instructor militar de andinismo y esquí.

La carrera tiene varios embajadores y Pablo ha sido elegido por la organización como uno de ellos. Pablo, además de militar y deportista, tiene otra faceta. “PR se basó en varios perfiles para elegirlos: hay atletas de alto rendimiento y hay otros que tenemos un perfil deportivo pero también nos gusta crear por ejemplo contenidos audiovisuales. La organización me contrato el año pasado e hice una cobertura de videos que quedó muy buena. De hecho hoy mi trabajo dentro de la fuerza es llevar adelante la comunicación institucional creando contenidos para sus redes sociales”.


Volviendo a su lado deportivo, Pablo no cree que pueda escapar al vicio Patagonia Run, es decir esa necesidad de los corredores de ir corriendo año a año más distancias. Comenzó con 42k, ya lo hizo este año en 70k y espera ir por más. “No solo esta carrera… El trail, el contacto con la naturaleza, es un vicio. Por eso muchas veces insisto a corredores que son de calle, prueben esta disciplina porque es apasionante”.