Alejandro Finzi: la vida de un hombre imprescindible para la historia de Neuquén

El dramaturgo, profesor e investigador de la Universidad del Comahue falleció anoche.

Redacción

Por Redacción

El escritor Alejandro Finzi falleció este domingo en la Ciudad de Neuquén, donde residía hace 40 años. Sus restos fueron inhumados en el cementerio central. Múltiples instituciones y personas se despidieron con dolor, en las redes. Murió a sus casi 70 años.

Alejandro Finzi nació en Buenos Aires en septiembre de 1951. Fue criado en Córdoba, ciudad donde finalizó sus estudios de formación. En 1984 llegó a Neuquén y, el resto de su vida, se convirtió en una historia imprescindible.

Es y será reconocido por obras cautivadoras por sus temáticas globales -como su alcance de exposición- incipientes y necesarias de destacar. Ha escrito para la radio, la ópera, el teatro-danza, la comedia musical y la cinematografía. Entre sus obras más difundidas se encuentran Viejos hospitales; Mazzocchi; Sueñe; Carmelinda; La piel; Patagonia, Corral de estrellas o El último vuelo de Saint-Exupéry; y La isla del fin del siglo. Sus obras fueron puestas en escena en Argentina, países latinoamericanos, europeos y africanos y han llegado a ser traducidas al francés, inglés, polaco, árabe, italiano, ruso y portugués.

«Con Alejandro nos conocimos en 1985 cuando confluimos en el recién creado Departamento Radio de la Sec. de Extensión de la UNCo», recordó en su cuenta de Twitter el periodista Walter Pérez, y sumó: «esa experiencia fue el germen de lo que en 1987 se convirtió en Radio Universidad-Calf y tuve la fortuna de que camináramos juntos el proceso de gestación y concreción de la 103,7. Un abrazo fuerte a Laura, a sus hijos y nietos».

Fue profesor de las cátedras de Literatura Europea del profesorado y la licenciatura en Letras, y de la Especialización de Literatura Hispanoamericana del siglo XX, en el Departamento de Letras de la Facultad de Humanidades. «En los últimos años, fue Profesor Consulto, nombrado por el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue. Dirigió proyectos de investigación orientados al estudio de las nuevas teatralidades. Sus obras fueron puestas en escena en Argentina, países latinoamericanos, europeos y africanos» publicó en un comunicado la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Comahue, declarando dos días de duelo.

«La partida de Alejando Finzi conmueve profundamente no solo a estudiantes, docentes y no docentes de la Facultad de Humanidades, sino también a la comunidad entera, por obra, su compromiso social y su generosidad. Nos queda el dolor, pero también el agradecimiento y el recuerdo por haber compartido sus clases, su pensamiento y su palabra», agrega el comunicado.

Gerardo Burton, periodista y poeta, escribió para el portal web Va con Firma: «las raíces de este tipo crecerán, se nutrirán de una tierra poco fértil en apariencia, pero de gran magia en su alma. Esa magia se pondrá en escena, parirá personajes casi tan poéticos como él y sus caminatas de décadas después por la avenida Argentina hacia el norte, donde la universidad lo estará esperando».



En 2004 se doctoró en la Université Laval de Québec, Canadá. Formó parte, durante 15 años, del grupo de teatro patagónico “Río Vivo”, creado por el actor y director Daniel Vitulich, con el que realizó espectáculos que tuvieron difusión nacional e internacional.

En 2010, el Instituto Nacional del Teatro le otorgó la distinción a la trayectoria patagónica por su contribución al teatro nacional. En 2012, recibió el Diploma de Reconocimiento del Premio María Guerrero, otorgado por la Asociación Amigos del Teatro Nacional Cervantes. Recibió la distinción anual de AINCRIT por su labor como investigador en 2014 y, el mismo año, el premio Konex a las Letras por el decenio, por su trayectoria como dramaturgo. Las VI Jornadas Patagónicas de Dramaturgia (UNCo) se realizaron, en octubre de 2014, en su homenaje. En esta última instancia se publicó en su honor:  «para Finzi el teatro es la manera que tiene la historia humana de tomar conciencia de sí misma. Y esa conciencia no es otra cosa que poesía».

Por su obra teatral recibió distinciones nacionales e internacionales: Prix National de l’Acte, (1983) por Vieux Hôpitaux, (Nancy, 1983) Premio Nacional de Teatro (Argentina, 1997-2002) por La isla fin del siglo (París, 2000). Premio Argentores por La piel (Buenos Aires, 2003) y a la Trayectoria (2014).


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