Berensztein: “Milei resultó ser mucho más pragmático que su propia narrativa”
ENTREVISTA │ El reconocido politólogo y analista Sergio Berensztein repasó los principales aspectos sociales, políticos y económicos del primer año de Milei en el poder.
Cuando está por cumplirse un año de la asunción de Javier Milei, hay infinidad de aristas para realizar un balance desde lo social, lo político y lo económico. Al respecto dialogó con RÍO NEGRO el politólogo y analista Sergio Berensztein, que valoró la capacidad del presidente para avanzar de forma práctica en cuestiones profundas, y al mismo tiempo de ordenar las cuestiones macroeconómicas.
PREGUNTA: ¿Cuál es su evaluación del primer año de Milei en el poder?
RESPUESTA: En cuanto a la parte económica, lo que advierto es que todo fue mejor a lo esperado. Mucho mejor diría yo. Pero si se focalizar en la política. Este primer año pone de manifiesto tres cosas. En primer lugar la robustez del sistema político argentino, segundo el pragmatismo del presidente para avanzar en transformaciones drásticas, y por último una lección histórica que el sistema político y la sociedad en su conjunto aprendió de procesos de crisis anteriores.
P: ¿En que advierte la robustez del sistema?
R: Nuestro sistema institucional demostró este año que, más allá de Milei, le da a la presidencia instrumentos para funcionar incluso en minoría. El test de realidad al cuál fue sometido nuestro sistema constitucional, termina justamente poniendo de manifiesto la versatilidad, la resiliencia, la adaptabilidad de nuestras regla del juego. La forma en que se regula la construcción de mayorías en la Argentina, tiene que ver principalmente con iniciativas legislativas. Pero incluso con el poder que naturalmente tiene el presidente, las reglas de nuestro híper presidencialismo han superado un test fundamental de gobernabilidad este año.
P: ¿A qué refiere con el pragmatismo del presidente?
R: La clave es que Milei demostró ser un presidente mucho más pragmático, ecléctico, versátil y político de lo que se suponía. Y sobre todo es un presidente mucho más ecléctico, versátil, pragmático, flexible, que su propia narrativa. Yo te diría que la práctica de su gobierno es inversamente proporcional a la narrativa dura e híper ideológica que él postula.
La práctica del gobierno de Javier Milei es inversamente proporcional a la narrativa dura e híper ideológica que él postula.
P: ¿Cuál es la lección histórica que aprendió el sistema político?
R: Este primer año de Milei muestra que el sistema político argentino, incluyendo el kirchnerismo, aprendió del salto al vacío que dio la Argentina en el 2001. Es más, yo creo que el kirchnerismo no quiere correr el riesgo de que surja otro kirchnerismo, en el sentido de que, como consecuencia de un vacío de poder surja un líder que busca quedarse con todo, que tiene un proyecto hegemónico, que desplaza y tensiona todo el orden político partidario previo. El sistema político aprendió del desastre del 2001 y se convirtió en un sistema pro-gobernabilidad, en un sistema que es averso a las crisis. Eso explica, primero, la actitud de la oposición colaborativa, y luego la colaboración de la oposición supuestamente no colaborativa.
P: ¿Le sorprende la ausencia de reacción social ante el ajuste?
R: Bueno, sí hubo una reacción social que fue de apoyo precisamente. Ahora, cuando un sector importante de la sociedad percibió que lo que tenía Milei era básicamente un capricho en contra de la educación superior pública, reaccionó, y Milei corrigió. Lo que la sociedad le pidió fue que corrija el desbarajuste híper inflacionario. En la medida que Milei cumpla con su promesa electoral, la reacción social es de apoyo, aunque no mayoritario. Sigue habiendo sectores importantes de la sociedad que no se sienten representados por Milei y no tienen una expresión política que los represente. Entre otras cosas porque entienden que el principal responsable de este momento es la principal fuerza opositora, que es Unión por la Patria.
Los excesos de lo ‘políticamente correcto’ terminaron por hartar a la sociedad, que tolera líderes estrambóticos, en la medida en que corrijan o acoten los problemas económicos.
P: ¿Sigue existiendo el clivaje kirchnerismo – anti kirchnerismo?
R: Sí, por supuesto. No involucra a toda la sociedad, pero sigue dominando a una buena parte de la sociedad. Lo cierto es que ese clivaje ya no te explica el conjunto de preferencias o comportamientos de la clase política ni de la sociedad argentina.
P: ¿Por qué se le permite a Milei la incorrección y el insulto?
R: Lo que en todo caso logró Milei es imponer un estilo que la gente ve como genuino, espontáneo o natural en él, y que eso no le genere costos, al contrario, que le genere beneficios. Es como que los excesos de lo ‘políticamente correcto’ terminaron por hartar a la sociedad, que ya no cree en nada. Pero además hay cierta similitud en relación a eso con los primeros años del menemismo, cuando había notorios excesos y escándalos que se dejaban pasar. Osea, no es la primera vez que la sociedad tolera líderes estrambóticos, en la medida en que corrijan o acoten los problemas económicos.
PERFIL
Sergio Berensztein es Doctor en Ciencia Política (University of North Carolina, Chapel Hill) y Licenciado en Historia (UBA).
Es profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, y se desempeña como analista político desde Berensztein (Berensztein.com), la consultora que dirige y fundó en 2014.
Publica regularmente columnas de opinión en el diario La Nación, TN.com.ar y El Cronista Comercial y tiene lugar habitual como analista político en el prime time de la televisión argentina.
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