Opinión
La dirigencia política en Neuquén juzga los resultados electorales circunstanciales como la regla de su éxito y mientras tanto se aíslan en disputas inútiles.
El edificio de la política lo construyó el MPN en sus distintas partes y ahora no sabe cómo plantarse luego de que se lo sacara de su zona de confort: el poder.