Educación en emergencia
La región vive realidades parecidas. A un lado y otro del puente que une a Río Negro y Neuquén se repite una película conocida: el tironeo salarial entre los gobiernos y los gremios. En épocas donde se abrieron discusiones que antes tenían un manto de límites marcados a fuerza de correctitud política, hay acciones que exponen a sus protagonistas y sus prácticas. Pero el cambio esta vez es la pérdida de peso que el caso tiene en la opinión pública.
Ciertamente la Educación está en emergencia desde hace años. No solo en la región, sino en el país. Las causas son múltiples y sería maniqueísmo puro adjudicarlas solo a los actores principales o poner las tintas sobre el que reclama: el gremio. Pero no menos cierto, y nadie podría negarlo, es que apelando a la memoria rápidamente el único reclamo profundo que se recordará de los gremios docentes es por salario.
Neuquén había logrado encaminar los inicios de clases en los últimos años luego de atravesar tormentosos momentos donde el hartazgo de las familias derivó en una fuga hacia la educación privada. Pero lo hizo en base a un acuerdo salarial extraordinario, junto al resto de los estatales, que con el paso del tiempo fue mutando a casi un privilegio solo replicado en el poderoso sector petrolero. El resto de los sectores asalariados vieron con deseo inalcanzable un beneficioso acuerdo salarial en base la creciente recaudación provincial.
Lo que no vieron para ellos ni sus hijos fue una mejora en el servicio de Educación de la provincia. Los indicadores así lo demostraron. Un informe reciente de la organización Argentinos por la Educación pone a Neuquén en último lugar del país entre los registros de los directores que vuelven a revisar las pruebas Aprender para intentar mejorarlas: solo tres directores de cada 10 lo hicieron.
Redundar en las falencias del sistema educativo, que refleja una formación deficitaria a niveles alarmantes, ya parece haber superado el hartazgo de las familias. Hoy la educación, en el nivel más básico del análisis, ocupa en la vida de las familias un lugar central para hogares donde cada vez es más común que el padre y la madre salgan a trabajar y necesitan que sus hijos estén educándose y no en la calle.
Pero más allá de esa foto de actualidad, la educación es esencial en un mundo que se mueve a velocidades, a veces, difícil de imaginar: internet, inteligencia artificial, nuevos lenguajes y la predominancia del video como forma de consumo de contenidos. Un mundo con instituciones educativas que parecen correr desde atrás siempre, pese a los esfuerzos. Parecería que es ahí donde deberían ponerse el empeño.
A diferencia de la propuesta de Río Negro, donde la mayoría son sumas fijas, en Neuquén se mantuvo la actualización por IPCy también montos fijos considerables. El gobierno neuquino la definió como “la mejor propuesta salarial del país”. ¿Tiene Neuquén la mejor educación del país? No lo sabemos porque el gremio ATEN ha llamado sistemáticamente a los docentes a no realizar las evaluaciones.
Neuquén sí tiene una de las mejores cajas del país. Pese a que el gobierno no viene siendo claro con los datos económicos, el incremento de la recaudación rondaría el 40% en términos reales. Distinta parece ser la realidad del gobierno de Río Negro, que insinúa una herencia recibida cuando en realidad es bien conocida la continuidad.
Ayer el Ejecutivo neuquino terminó aplicando por decreto el aumento docente para anticiparse a una tercera semana de paros, algo que en su vecina provincia parece que no podrá evitarse.
La foto estaría incompleta si no se incluye la responsabilidad de los Estados provinciales en el control de la calidad de los servicios que presta.
Las licencias médicas, que suelen ser uno de los principales puntos que afectan al sistema, no tienen un riguroso seguimiento por parte de los organismos encargados. La lista puede extenderse largamente, pero lo que parece estar cambiando es la mirada de la opinión pública. Antes el pulso del inicio de las clases determinaba el humor social y hoy, quizá producto de la crisis económica o del hartazgo de años, parece haber quedado en un segundo plano. Un lugar tristemente ganado, pero de vital recuperación para el futuro de la región.
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