Edwards es mala noticia para América Latina
Por Andrés Oppenheimer
La decisión del casi seguro candidato demócrata John Kerry de escoger a un proteccionista como John Edwards para ser su compañero de fórmula es una mala noticia para América Latina. Mi única esperanza es que Kerry le diga a su candidato a vicepresidente lo mismo que me manifestó en una reciente entrevista televisiva.
Cuando le pregunté a Kerry si es un proteccionista y si el apoyo que está recibiendo de los grandes sindicatos de Estados Unidos opuestos al libre comercio lo llevaría a poner nuevas trabas a las exportaciones latinoamericanas, el candidato presidencial demócrata respondió con una categórica negativa.
«Yo no soy proteccionista, pero soy una persona justa. He votado por todos nuestros tratados de comercio hasta ahora, pero creo que debemos trabajar juntos. Creo que es del interés de los trabajadores latinoamericanos asegurarse que el agua que toman es limpia, que el aire que respiran es limpio, que mientras trabajan, sus sueldos suban».
Pero como usted sabe, senador, muchos latinoamericanos creen que estas causas aparentemente nobles son usadas por muchas empresas y sindicatos de Estados Unidos como excusas para poner nuevos obstáculos proteccionistas a las exportaciones de América Latina, le dije a Kerry.
«No, no, no, no, no», respondió el candidato, cinco veces seguidas. «Pero yo tengo una manera diferente de hacer las cosas, y es en eso en que soy diferente. Yo he puesto estas cosas dentro de un contexto, no de un esfuerzo de Estados Unidos por frenar, sino de un esfuerzo de Estados Unidos por cooperar, donde ayudemos a transferir tecnología, donde en realidad ayudemos a proveer asistencia técnica y donde trabajemos juntos para tratar de incrementar la situación para ambos lados».
Lo debo haber mirado con cierto escepticismo, porque Kerry reforzó su argumento desde un nuevo ángulo. «Ustedes deben mirar de dónde venimos en este tipo de propuestas. Yo no vengo de una posición ideológica o una postura de negatividad. Yo vengo de una posición de cooperación, para construir una relación más fuerte, para ayudar a la gente».
Tras insistir en que un gobierno de Kerry le prestaría más atención a América Latina que el del presidente Bush, señaló: «Creo que es sentido común que los trabajadores y los países de Latinoamérica puedan encontrar medidas razonables y claramente identificables que podemos tomar en que ambas partes se beneficien».
Salí de la entrevista con Kerry convencido de que el candidato demócrata probablemente no sería muy diferente del ex presidente Bill Clinton en materia de comercio. Clinton fue un proteccionista durante su primera campaña electoral y un activista pro-libre comercio una vez en la presidencia.
Sin embargo, la decisión de Kerry de nombrar a Edwards es preocupante. Edwards se ha opuesto o ha votado contra prácticamente todos los tratados comerciales -y algunos de ayuda exterior- de Estados Unidos a países latinoamericanos.
A diferencia de Kerry, Edwards hizo campaña contra el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá en 1993, votó en contra de un proyecto de preferencias comerciales a países pobres de Centroamérica, el Caribe y Africa en el 2000, votó en contra del proyecto de extensión del programa de comercio preferencial con los países andinos en el 2002 y en contra del Tratado de Libre Comercio con Chile en el 2003.
Y Edwards se ha ufanado sobre sus votos contra los acuerdos comerciales con América Latina, aunque -paradójicamente- votó en favor de la normalización de relaciones comerciales con China en el 2000.
La decisión del casi seguro candidato demócrata John Kerry de escoger a un proteccionista como John Edwards para ser su compañero de fórmula es una mala noticia para América Latina. Mi única esperanza es que Kerry le diga a su candidato a vicepresidente lo mismo que me manifestó en una reciente entrevista televisiva.
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