El otro pelado no se queda atrás

Se ríe de las críticas del cura Ramiro Sáez contra el estilo y las letras de la banda, despotrica contra la moral judeo cristiana porque la considera hipócrita y no se deja amedrentar por quienes acusan a la banda de ser perversa y de libertinaje sexual. Pero admite sin empachos que el escenario no es la vida, y que él, Cordera y el resto del grupo participan de una “puesta” que se renueva por el acuerdo del público. Hoy estarán en el Ruca Che, en Neuquén.

NEUQUEN (AN).- ¿Los Bersuit son o se hacen? ¿Es la banda más perversa que toca el suelo argentino? ¿Dónde está su fuente de poder, su polenta existencial? Juan Subirá, el tecladista de la banda, quizá el Robin de Gustavo Cordera, el pelado menos famoso, será quien intentará develar estos interrogantes. Con desfachatez despotricará contra la moral judeo cristiana, se reirá de las críticas del cura Ramiro Sáez, dirá que la Iglesia es «una institución lamentable», apuntará a Menem como el anticristo, que el 2004 fue el año soñado, que Cordera es tan genuino como parece, que no son un grupo perverso, que más perversos son los políticos y «muchas entidades que hablan de moral», que posiblemente hoy -desde las 21.30- en el estadio Rucha Che haya sorpresas.

Todo un personaje el pelado Subirá. De buen humor, trato amable y dispuesto al diálogo constantemente, tiró «puntas» para armar un rompecabezas virtual acerca del fenómeno Bersuit Bergarabat. Claro, no es fácil hacerlo porque ni él mismo tiene certezas de lo que estamos hablando.

Entonces comenzamos con lo que dejó la presentación en el Quilmes Rock. Donde quedaron como la atracción destacada, la más comentada, para todos la más zafada. Claro, imprevistamente apareció «Hociquito de ratón» y en un abrir y cerrar de ojos el calvo Cordera tenía los labios perdidos en los senos de una exhuberante morocha. Escena que terminó con el cantante sobre la muchacha imitando una cópula.

Subirá ríe, y cuenta. «Volvió, volvió 'Hociquito de ratón' después de mucho tiempo. Fue como producir una ruptura en lo que venía sucediendo, estuvo bárbaro».

-Si hacen eso, cómo no va a salir el cura Sáez a criticarlos (NR:el párroco de Malargüe, Mendoza, condenó sus letras que hablan de «sexo libre», de «Libertinaje sexual»).

-Ese cura tiene problemas con nosotros, con la expresión de la banda. Me causó gracia que criticara Cielo Trucho, una canció vieja que habla de una especie de estafa celestial. Fue muy gracioso.

-El pelado Cordera criticó con dureza a la religión judeo cristiana.

-El pelado lo dijo toda su vida, no fue un discurso ocasional, es lo que pensamos todos los de la banda en general. Estamos de acuerdo en lo que el cristianismo nos ha hecho creer acerca de la culpa, la aversión al sexo. Estoy de acuerdo con Gustavo sobre que la Iglesia es una institución lamentable.

Tan o más polémico que el propio Cordera. Tan o más sincero. Y el reportaje continúa así.

-¿Cuánto de verdad hay en que son la banda más perversa del rock argentino?

-No veo qué tiene de perversión en que un grupo de chicas suba al escenario a mostrar los pechos. La perversión está en otros tipos de manejos, como el de la gente que promete y no cumple, el de los políticos, el de instituciones como la Iglesia (con personajes que supuestamente están a favor de la moral y la pureza y a veces terminan provocando actos vergonzosos para la especie humana). No creo que seamos una banda perversa. Los senos nos amamantaron en el principio de nuestras vidas, dejémonos de joder.

-¿Y cuánto de cierto hay en lo que muestra Bersuit sobre el escenario?

-Obviamente es una puesta en escena, si se quiere un tanto irreal, algo actuado. Es verdad que Gustavo es muy transparente, pero no deja de ser un personaje el que actúa. El escenario no es la vida cotidiana.

-La música de Bersuit tiene ese aroma anti establishment…

-Claro, es lo fuerte de la banda. Siempre bajamos mucha línea política y social, desde el primer disco. A veces está más expuesta con temas como el «Sr Cobranza».

-Un himno de la banda.

-Sí, y además la vía para descargar mucha bronca contenida por tantos años de tristeza y sufrimiento en la década infame de los '90.

-Los buenos y malos momentos de Bersuit estuvieron muy atados a los buenos y malos momentos menemistas.

-Sí, en la primavera menemista a nosotros nos iba muy mal, porque pensábamos de otra forma. Menem es el demonio, el antibersuit» (dice, rompiendo en carcajadas).

-Mañana (por hoy) puede haber alguna sorpresa.

-Y… siempre hay alguna morocha. Ojalá la consigamos.

Sebastián Busader.

Nota asociada: Antes, durante y después de «La argentinidad…»  

Nota asociada: Antes, durante y después de «La argentinidad…»  


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios