El Senado da dictamen al proyecto de Aborto Legal y llega a recinto

Tras la ronda de invitados, el plenario avanza en la firma a la iniciativa en las comisiones. El debate está previsto para el 29 de diciembre.

Redacción

Por Redacción

Actualizada 19hs.

El dictamen del proyecto de ley que prevé la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo fue pasado a la firma tras finalizar el último plenario de comisiones del Senado, en el que los senadores escucharon a 60 expositores a favor y en contra de la propuesta del Poder Ejecutivo.

Las Comisiones de Banca de la Mujer y de Salud de la Cámara de Senadores tienen las firmas necesarias para que el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo obtenga dictamen, pero la Comisión de Justicia y Asuntos Penales aún no cuenta con las adhesiones necesarias.

En Banca de la Mujer, que encabeza la peronista pampeana Norma Durango y está conformada sólo por senadoras, el dictamen se obtuvo a las pocas horas de finalizado el plenario de hoy.

Allí, las firmas del sector que apoya el aborto son mayoría y sólo eran necesarias diez que fueron estampadas por la propia Durango y sus compañeras de bancada Ana Almirón (Corrientes), María Eugenia Catalfamo (San Luis), María Eugenia Duré (Tierra del Fuego), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), Nancy González (Chubut), Ana Ianni (Santa Cruz), Beatriz Mirkin (Tucumán), María Inés Pilatti Vergara (Chaco) y María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe).

Sin embargo, también apoyan abiertamente el proyecto la neuquina Silvia Sapag y las opositoras Guadalupe Tagliaferri (CABA) y Pamela Verasay (Mendoza).

En Salud, que encabeza el radical jujeño Mario Fiad y que está en contra de la iniciativa, se necesitan nueve firmas de los 17 integrantes. Por el sector «verde» están Fernández Sagasti, Almirón, Nancy González, Ianni, Duré, Catalfamo y Tagliaferri, así como los oficialistas Héctor Luenzo y Daniel Lovera.

La que todavía no obtuvo los respaldos suficientes es Justicia, encabezada por el oficialista neuquino Oscar Parrilli.

Los senadores escucharon esta mañana la última ronda de expositores en el debate sobre el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo. En el intercambio de cierre del plenario, el senador rionegrino Alberto Weretilneck pidió la palabra e hizo una serie de observaciones.

En la apertura de las exposiciones, el exministro de Justicia Rodolfo Barra consideró que la norma se contrapone con los tratados a los que Argentina adhirió como la Convención de los Derechos del Niño y explicó que antes de debatir la cuestión jurídica del aborto habría que «estar seguros de si es niño o niña» el embrión en gestación.

Barra se refirió a expresiones del ministro de Salud Ginés González García según las cuales si se considerara niño al embrión en el primer trimestre «estaríamos en presencia de un genocidio» y opinó que «técnicamente no es un genocidio pero si una terrible acción de mortandad serial».

Dorothy Estrada Tanck,  profesora de Derecho Internacional Público, consideró que este proyecto «favorece los derechos de libertad y autonomía reproductiva» de la mujer y aseguró que «el acceso seguro y de forma lega es conforme a la propia convención de los derechos de los niños y niñas» y «el no acceso es violatorio al derecho de igualdad y no discriminación».

Pila Vazquez Calva, abogada penalista de México, sostuvo que «si se busca preservar la salud mental de la mujer el aborto no es el camino correcto», señaló que la clave para por mejorar la atención médica y advirtió que «el aborto no es solución a la pobreza» sino que «es el fracaso del Estado».

Mario Sebastiani, médico obstetra, declaró que la decisión de los senadores pasa por definir «si la mujer va a la clandestinidad o si va a la salud pública y a la dignidad», aseguró que «a quien le ha ido peor es a aquella (mujer) que trató de tener un aborto, no lo logró y tuvo embarazo forzoso» e indicó que el aborto «es 14 veces menos peligrosos que un embarazo».

Ana Correa, abogada penalista partidaria de la aprobación de la ley, sostuvo que «la clandestinidad mata», enumeró casos de mujeres muertas pro abortos clandestinos y dijo que el Senado «faltó a la verdad en 2018 cuando dijo que no había mujeres presas por abortos».

La emisión por parte de la letrada de un audio de Belén, una joven tucumana presa por sufrir un aborto por el que escribió un libro, le valió la queja del jefe de los senadores del Frente de Todos, José Mayans, quien le reprochó a la presidenta del plenario, Norma Durango, ser «imparcial» por permitir a una miembro del sector «verde» extenderse en el tiempo asignado para hablar. Luego se le habilitó la escucha del audio completo.

Los legisladores debatirán entre ellos para, finalmente, pasar a la firma el dictamen con la intención, en principio, de debatir el proyecto en la sesión del martes 29 de diciembre.

Durante la reunión de ayer, la primera de las expositoras, Stella Manzano, ginecóloga y especialista en medicina legal, defendió la propuesta al considerar que «salva vidas de niñas embarazadas por violación que triplican su riesgo de morir en el parto con respecto a las más grandes».

Para María de Urraza, médica obstetra, en cambio, la iniciativa tiene como meta «promover el aborto genésico, legitimar los que ya se realizan en hospitales, el aborto a libre demanda y sin límite de edad gestacional y amedrentar a los médicos que se resisten a obrar contra su conciencia».

La exposición de esta especialista fue cuestionada por algunos senadores en el turno de las preguntas, como en el caso de Matías Rodríguez y Nancy González, del Frente de Todos, quienes rechazaron sus dichos respecto a que la decisión de la mujer de practicarse un aborto implica «un suicidio emocional».

La cuestión de la eugenesia y el control de los nacimientos fue traído a la discusión en la segunda parte del día, cuando la médica Graciela Moya, especialista en bioética de la Universidad Católica Argentina, recordó que durante la Alemania nazi «había una legislación» en la que se «eliminaban personas con discapacidad» y señaló que en países del norte de Europa o en Uruguay habían disminuido los nacimientos de niños con Síndrome de Down.

La intervención de Moya generó airadas protestas de parte de la senadora peronista por Tucumán, Beatriz Mirkin, quien advirtió: «no le voy a permitir ni a ella ni a nadie, como madre judía, que venga a decirnos a los senadores cómo tenemos que votar para no ser genocidas nazis».

«No se lo voy a permitir. Me afecta personalmente», cuestionó Mirkin, mientras que su compañera de bancada por Neuquén, Silvia Sapag, reclamó a Moya «que no venga a decir cómo deben votar los senadores».

También el oficialista chubutense, Alfredo Luenzo, cuestionó a otros expositores en contra de la ley, como la ginecóloga María Cecilia Ávila, quien les reclamó a los legisladores que «no obliguen a los médicos a asesinar a los niños por nacer».

«Eso de matar niños es un exabrupto que no podemos permitirnos. Nadie promueve la muerte de ningún ser humano», reclamó Luenzo.

En ese contexto, se produjo un cruce entre legisladores del Frente de Todos por la forma en la que se desarrollaba el debate e intervino el jefe de la bancada oficialista, el formoseño José Mayans, quien defendió a Moya argumentando que «no es merecedora de ese ataque» porque «hizo una referencia histórica ya que acá, más temprano, también se habló de eugenesia».

Además, aprovechó para reclamarle a la conductora del debate, la presidenta de la Comisión de la Banca de la Mujer, la peronista Norma Durango, que «sea imparcial».

«Se nota mucho que, cuando hablan expositores que no están de acuerdo con usted, salen todos a atacarlos», dijo Mayans y agregó: «cuando una persona no comulga con su ideología la interrumpe permanentemente».


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