El smartphone como block de notas

Trátese de una lista de compras o de una buena idea, nunca falta algo que se pueda anotar. No todos tienen a la mano un block de notas y un bolígrafo. Pero otra cosa es un teléfono móvil: no hay quien no tenga uno en el bolsillo. Dotado con las aplicaciones apropiadas, un smartphone no sólo sirve para tomar notas sino que es también un buen cerebro organizador y un práctico dictáfono.

La función block de notas no es nada nuevo en un smartphone. La aplicación existía ya en los viejos teléfonos celulares bajo el título de “Notas”. “Pero aquí sólo las guardo localmente”, dice Tobias Arns, de la asociación informática alemana Bitkom. “Lo interesante es cuando se puede aprovechar plenamente también las posibilidades que ofrece un smartphone”. Se refiere sobre todo a la posibilidad de acceso a Internet. Con programas como Evernote, Simplenote de iOS o Catch Notes para Android, las notas no se quedan en el smartphone sino que pueden ser también sincronizadas con la computadora, el laptop o las tabletas.

Y esto funciona no sólo desde el teléfono a la computadora, sino también al revés. Evernote, por ejemplo, tiene el programa accesorio Web Clipper. Esta ampliación del navegador almacena páginas interesantes de Internet en un formato compatible. Así, una receta de cocina hallada casualmente se convierte de inmediato en una nota de compras. Web Clipper funciona también con Firefox y Chrome. En Internet Explorer y Safari es integrado en la instalación del programa principal Evernote.

Otra ventaja de las apps de notas es que las entradas no se acumulan simplemente unas tras de otras, sino que pueden ser agrupadas en carpetas y grupos, cosa que facilita incluso las mayores colecciones de pensamientos. Con el chip GPS de un smartphone se puede hacer realidad incluso lo impensable: si en el futuro las apps se dan cuenta de que el usuario se halla en el supermercado, pueden recordarle en el mismo momento alguna nota de compra aún pendiente.

Pero tanta maravilla tiene también sus desventajas: la escritura en la pequeña pantalla táctil no es fácil. El escribir a mano sería mucho más fácil. Una alternativa sería, por ejemplo, el reconocimiento automático de la escritura. “Esto funciona básicamente muy bien”, señala el profesor Gernot Fink, de la facultad de informática de la Universidad Técnica de Dortmund. “La condición es que haya suficiente superficie para escribir”.

Eso no lo tienen los smartphones, pero sí las tabletas, que lo tienen en abundancia. En ambos accesorios, el usuario tiene que escribir con los dedos. “La escritura mediante lápiz electrónico funciona sólo sobre pantallas capacitivas con hardware especial”, dice Fink. Básicamente, el reconocimiento de largos textos funciona mucho mejor que con pequeñas notas, porque entonces el software reconoce el contexto de las palabras. Es porque la anotación de números o palabras aisladas es preferible hacerla con el teclado, incluso en las tabletas. Para probar el reconocimiento de la escritura manuscrita se puede emplear por ejemplo WritePad, una aplicación de pago para los sistemas iOS y Android.

Quien pueda comprarse otro accesorio para notas manuscritas, puede usar un Smartpen o “bolígrafo inteligente”. Con este lápiz, los textos son digitalizados al tiempo que se los escribe, para pasar después a la computadora o al smartphone. Pero este método no es en el fondo barato, porque estos lápices requieren un papel especial. “No es una técnica para el mercado de masas”, dice Fink.

Como dictáfonos, los smartphones funcionan bastante bien: un test de la revista alemana de computación “c’t” les otorgó el calificativo de “grabaciones inteligibles”. Estas aplicaciones, en todo caso, necesitan de un pequeño entrenamiento. El recurso de reconocimiento de voz del sistema operativo Android o la aplicación Siri de Apple convierten la voz directamente en texto cuando así se lo pide. Usuarios de iPhone que no tengan Siri pueden emplear la aplicación Dragon Dictation. Estas soluciones merecen la aprobación de Gernot Fink, que señala que “hay que dedicarse un poco a ello y adaptar la voz de modo que el programa la entienda”.

Ante la tentación de confiar al smartphone datos confidenciales como el código de la tarjeta bancaria, Tobias Arns, de la Asociación Bitkom advierte: “los datos sensibles deben ser manejados con cuidado y no pueden ser simplemente entregados al block de notas del teléfono inteligente”.

dpa