El valle de El Manso atrae cada vez más turistas

El rafting, las cabalgatas, la pesca, el trekking y la bicicleta de montaña tienen en El Manso a un escenario ideal. Está ubicado a unos 80 kilómetros de Bariloche y se llega tomando la ruta 258 hacia El Bolsón. Tradicionalmente los pobladores viven de la cría de ovejas y vacas, de la actividad forestal y de la producción de los quesos y dulces. Pero, cada vez son más los que buscan aprovechar el interés de los turistas por los lugares exóticos y agrestes.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un paisaje que mezcla la imponente cordillera con el bosque centenario, sumado a la belleza de un río de nombre engañoso, están convirtiendo al valle de El Manso en uno de los epicentros regionales del ecoturismo.

El rafting, las cabalgatas, la pesca, el trekking y la bicicleta de montaña tienen en El Manso a un escenario ideal. Los habitantes del paraje lo tienen asumido y están protagonizando una de las típicas reconversiones que dejan de lado las tareas rurales para ampliar cada día más la oferta de servicios a los numerosos visitantes.

El Manso está ubicado a unos 80 kilómetros de Bariloche y se llega tomando la ruta 258 hacia El Bolsón para luego desviar hacia el oeste donde apenas se supera el puente sobre el río Villegas. El camino enripiado recorre el valle paralelo al río y llega hasta el límite con Chile.

Tradicionalmente los pobladores viven de la cría de ovejas y vacas, de la actividad forestal y de la producción de quesos y dulces. Pero cada vez son más los que buscan aprovechar el interés de los turistas por los lugares exóticos y agrestes.

El comisionado de fomento, Jesús Carro, se mostró entusiasmado con «las posibilidades que se abren a futuro con el eco y el agro turismo». Dijo que en todo el valle existen ya ocho cámpings con capacidad para unas 2.000 personas.

El más cercano al límite internacional es el camping La Pasarela, ubicado en El Manso inferior, donde se encuentra el último puente colgante para peatones del lado argentino. Allí los visitantes pueden pasar el día por 1,5 pesos o acampar por 3,5, aprovechando los fogones, mesas, sanitarios, luz eléctrica y agua caliente. Otros cámpings con todos los servicios son el «Río Manso» y «El Bastión».

El río genera una atracción singular a primer vista. Es ideal para la práctica del rafting con distintos grados de dificultad y de hecho hay seis agencias de Bariloche que prestan el servicio. Entre todas llevaron en la anterior temporada unas 8.000 personas, a un costo promedio de 65 pesos.

La queja de los lugareños es que de ese movimiento económico no queda nada en El Manso y por eso buscan generar servicios para lograr un rédito de ese importante flujo de turistas.

Aunque es un lenguaje que todavía les resulta extraño, ya hablan de diseñar «productos» que les permitan llevar gente para pasar un día de campo, haciéndolos participar de las tareas rurales, o bien a acampar 3 ó 4 días con una oferta variada de pesca, caminatas y excursiones a caballo.

Una de las propuestas es la impulsada por Enrique Chiguay y la familia Carro, que reciben a los turistas en el paraje, para llevarlos en camionetas doble tracción hasta el bellísimo valle del río El Foyel (afluente del Manso), cruzarlo en bote y desde allí iniciar una cabalgata hasta un yacimiento de pirita. Todo termina con un inolvidable asado a orillas del río. El costo de la excursión es de 42 pesos.

Jesús Carro dijo que lentamente la oferta turística se va consolidando y ya hay proyectos para la construcción de cabañas para alquiler de temporada. Señaló también que un factor importante es la integración con Chile y con ese fin tuvo lugar a comienzos de diciembre un encuentro binacional para encaminar la organización conjunta de la oferta en agroturismo.

Desde abril último los pobladores de El Manso y de la comunidad chilena de El León disfrutan del camino enripiado para todo tipo de vehículos que los conecta con el resto de las localidades del lado argentino.

Los más antiguos vecinos no pueden creer los alcances del beneficio que les trajo la conexión vial, ya que durante décadas debieron transitar a pie o a caballo varios kilómetros para llegar al anterior extremo de la ruta.

Gran pasarela en Chile

Del lado chileno también existe un proyecto para llegar hasta el límite con un camino que unirá la localidad de Cochamó con El León, bordeando el lago Tagua Tagua, a lo largo de unos 35 kilómetros.

Como para confirmar que la idea está en marcha, ya están a punto de inaugurar una pasarela colgante de 80 metros de largo que cruza el río en El León, a escasa distancia del límite. Aunque está construida sólo con grandes postes de madera y cables de acero, tiene un ancho de 2,5 metros y permitirá el cruce de vehículos de hasta 2.000 kilos.

Las dimensiones y la calidad de la construcción encarada por el vecino país contrasta con el precario estado de las dos pasarelas que están ubicadas sobre el Manso medio y el inferior, del lado argentino.

Si bien el camino de autos corre enteramente por el lado sur del río (de jurisdicción de la provincia de Río Negro), las pasarelas son imprescindibles para los pobladores que viven en la margen norte, en tierras de Parques Nacionales.

Hasta ahora los reclamos para que sean reparadas no han dado frutos y nadie tiene claro siquiera a qué organismo le corresponde hacerlo.

El mantenimiento de los puentes es necesario no sólo por la seguridad de quienes los usan a diario como también de los turistas que cada vez frecuentan más la zona para pescar o para realizar trekking en los cerros cercanos. (AB)


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