Un termómetro que miran las inversiones que buscan aterrizar en la zona

Tras el acuerdo de productividad que se firmó para desarrollar Vaca Muerta, donde los gobiernos nacional y provincial, más los sindicatos y las empresas cedieron condiciones, se esperaba que el desembarco de los dólares llegarán a buen ritmo. Pese a los últimos anuncios, el nivel de inversión aún no es el esperado.

La petrolera es una de las industrias más especializadas del mundo. Los análisis de costos incluyen variables que a veces parecen del terreno de la ciencia ficción. Por esto que un escenario de conflictividad sin restricciones puede resultar un punto de interés en la agenda de los inversores.

Si bien también es cierto que muchas de las compañías que tienen concesiones en el país operan no pocas veces en contextos bélicos, cualquier escenario con contratiempos puede retrasar la prioridad de invertir en el no convencional neuquino.

Con el boom inicial de Vaca Muerta se conocieron no menos de cinco puntos de conflicto para una industria que estaba en desarrollo. La nueva etapa, que necesita de un fuerte desarrollo de infraestructura, promete reeditar algunos viejos problemas. Será clave el pulso del gobierno en este tema.