Series y streaming: la epidemia de los opioides en cuatro versiones

El impactante y preocupante caso real del laboratorio Purdue Pharma, que provocó la epidemia de opioides más grande de la historia, y de muertes, en cuatro versiones en el streaming.

La crisis de los opioides en los Estados Unidos (y muchas partes del mundo) es un tema actual, impactante y doloroso, que pone bajo la lupa al sistema de salud, a los laboratorios farmacéuticos y a los controles del estado. Una crisis que sobre todo apunta a la empresa farmacéutica Purdue Pharma, que introdujo en el mercado, a mediados de los 90, un analgésico llamado OxyContin que causó una de las epidemias de consumo de opioides más devastadoras en los Estados Unidos, y con ello, medio millón de muertes.
El tema es tan estremecedor que ya hay cuatro series que lo retratan: “Dopesick”, en Star +, “El farmacéutico”, en Netflix, “El crimen del siglo”, en HBO Max, y desde el viernes pasado “Medicina letal”, en Netflix.


Una referencia ineludible en el asunto es “Dopesick”, protagonizada por Michel Keaton, que se llevó el Emmy por su papel del médico que receta el medicamento a sus pacientes creyéndolo inofensivo, con un porcentaje de adicción del 1%, tal como Purdue lo había anunciado en su campaña publicitaria.
Por su parte, “El farmacéutico”, es una bioserie de cuatro episodios sobre la batalla de Dan Schneider en su comunidad, con el trasfondo de la trágica muerte de su hijo como motor para su lucha contra Purdue Pharma y lo que desató.

«Dopesick», en Star+ y «Medicina letal», en Netflix


Basada en el libro de Barry Meier, “Analgésico: Un imperio de engaño y los orígenes de la epidemia de opioides de EE. UU.”, y en el artículo de The New Yorker, “La familia que construyó un imperio de dolor”, la serie de seis capítulos “Medicina letal”, narra las vidas de quienes dieron forma a la crisis, desde los fabricantes de la droga hasta las víctimas y los investigadores.


De modo quizás excesivamente didáctico, “Medicina letal” utiliza al personaje de la investigadora Edie Flowers (Uzo Aduba) para explicar a las mismas personas que le tomaron declaración al presidente de Purdue Pharma, Richard Sackler, cómo el consumo de oxicodona fue aumentando progresivamente debido a sus componentes altamente adictivos, el porqué de su creación, le evolución del “mercado del dolor”, los médicos que vendían el opioide para su beneficio y los representantes de la farmacéutica que ganaban millones de dólares anuales según cuantas dosis de oxicodona lograban vender a través de esos mismos médicos.


No está mal dar el contexto. El problema es que se lo cuenta a los que ya le tomaron declaración a Slacker y, por ende, deben estar informados del asunto.
La serie es protagonizada por Matthew Broderick en el papel de Richard Sackler, presidente de la empresa Purdue Pharma.


Con mayores o menores aciertos, en el traslado a la ficción, lo cierto es que la historia real que sustenta estas series es lo suficientemente potente como que nadie la ignore.
La historia es así:Purdue Pharma, el laboratorio, con sede en Connecticut, estaba buscando un sucesor de su popular analgésico MS Contin, un medicamento a base de morfina recetado principalmente a pacientes con cáncer pero que enfrentaba una creciente competencia por parte de medicamentos genéricos.


Purdue desarrolló un analgésico basado en oxicodona, un opioide semisintético inventado en Alemania en 1916, con efectos comparables a los del MS Contin.
Los opioides plantearon riesgos bien conocidos de dependencia, pero el laboratorio tenía cómo rebatir ese argumento: los efectos beneficiosos del nuevo medicamento durarían 12 horas, el doble que fármacos similares, lo que significaba que un paciente tomaría menos pastillas y enfrentaría un menor riesgo de adicción.


Pero incluso antes de llegar al mercado, varias pruebas demostraron que los efectos de OxyContin no duraban tanto como se pensaba originalmente, según descubrió el diario Los Ángeles Times en una investigación de 2016. Aún así, en diciembre de 1995, la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) dio a Purdue luz verde para comercializar OxyContin para el tratamiento del dolor moderado a intenso. Ahora, la familia Sackler está acusada de haber apoyado por años una masiva publicidad del medicamento, aún teniendo conocimiento de su carácter muy adictivo. La prescripción masiva de este opiáceo se consideró como el detonante de una crisis que generó más de medio millón de víctimas en 20 años en Estados Unidos. Tras una avalancha de demandas, el laboratorio Purdue se declaró en quiebra en 2019 y desde ese año negocia un plan que en su última versión prevé el cierre de aquí a 2024 y el pago de al menos 5.500 millones de dólares durante 18 años.


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