“Esa mañana Pablo me había robado un buzo…”

Especial, por Carlos Torrengo

TRAGEDIA DE ONCE

– ¡Imágenes!…¡Imágenes!…¡Horas y horas atropellado por imágenes! – dice Paolo Menguini mientras sus manos sostienen un megáfono…

Y la reflexión sigue. Serena, sin atisbos de desborde emocional….

– ¡Y las sirenas, las sirenas! Te acostumbrás muy rápido a ¡sirenas, sirenas y sirenas de ambulancias que llegan, se van…llegaban y se iban con, con su carga!…

– ¿Qué te decía esa carga?…

– Todo lo que podes imaginar…En situaciones así el pensamiento de uno va de un lado a otro…

– Se hamaca, me dijo una vez el familiar de una víctima de la Embajada…

– Sí, se hamaca, pero siempre desde preguntas. En mi caso…¿dónde estará?….Mirar aquí, allá…buscar en la gente que salía del tres caminando por sus propios medios…buscar…Es cierto, cuando veo videos de AMIA o la Embajada…ahí tenés, sirenas, sirenas, corridas…Estás ahí…

– ¿Qué es estar ahí para el caso?

– En un lugar que nunca imaginaste que te serían tan propio: una tragedia…Once…Un atentado…Lugares en los que de golpe la vida te mete adentro…Y las horas que corren y yo no sabía nada de Pablo…

– ¿Cómo manejaste esa incertidumbre?

– La cabeza corre, corre…No te puedo dar una respuesta muy…no se…organizada. Fue un día de sacudón en sacudón…

– Muy sucedido, suele decirse. Un cóctel de trágico y más trágico.

– Muy sucedido, sí, sí, algo de eso. Y las listas de heridos, de muertos…que la morgue de Chacarita…

– No hay palabras crueles, pero que palabra dura morgue, ¿no?

– Todo era duro, cruel…

– Y llegó la noche y Pablo no aparecía ni bien, ni herido ni muerto ¿Entonces?

– Buscar, no perder la esperanza…Mirá, todo lo que te puedas imaginar…

– Hoy dijiste con Magdalena que ese día te había robado un buzo…

– Sí, siempre me robaba los buzos, pulóveres…

– ¿Te gana el odio a veces?

– No…Justicia, la necesidad de justicia esta siempre en mi. Y dolor, claro…Todos los que sufrimos pérdidas en Once nos identificamos ahí, en ese juntarse del dolor con la necesidad de justicia…Cómo nos dijo hace un momento Nora Cortiñas, madre de un desparecido: Que el dolor no nos inmovilice…El dolor ya es uno más en nuestras familias – señala Paolo Mengini a “Río Negro” online.

Por estas horas, hace un año, Paolo Menguini buscaba a su hijo Pablo en Estación Once. Lo encontró muerto tres días después, cuando las tareas de rescate habían concluido 48 horas antes. Y lo encontró revisando videos y fotos de los hierros retorcidos por la tragedia. Pablo estaba en un compartimento del vagón siniestrado.

Tenía 20 años. Y sobre su cabeza, el buzo que esa mañana le había “robado” a Paolo.


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