Estas son las pruebas de la vergonzosa estafa al Ipross

“Río Negro” accedió a registros incorporados a la causa penal, que revelan las dos vertientes del delito denunciado. La investigación tiene bajo sospecha a dueños de cuatro farmacias y a la exauditora del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro.

¿Cuántas veces hay que vulnerar los controles y las normas para generarle ingresos adicionales por más de 58 millones de pesos a cuatro farmacias?

La pregunta tiene una respuesta exacta en el legajo de investigación que abrió la Justicia luego de la denuncia por defraudación al Ipross: 5.667 veces.

La cifra corresponde al período 2013/2019, con un promedio de casos alarmante. Ese volumen equivale al pago de 944 operaciones irregulares cada año por parte de la obra social del Estado rionegrino.

Casi 20 recetas por semana que se hacían “por izquierda” para beneficiar a las farmacias investigadas.

Dentro de ese contexto, es difícil entender la pasividad del Estado ante esa ventana abierta para captar recursos públicos.

Porque es cierto que en la causa se advierte un trabajo de hormiga para disimular las maniobras. Pero los números que se incorporaron recientemente al expediente revelan que en muchos casos la hormiga llevaba encima un elefante. Y eso parece que a nadie le llamó la atención.

“Río Negro” tuvo acceso a registros oficiales del Colegio de Farmacéuticos que se anexaron a la causa penal la semana pasada.


Allí aparecen no sólo los $ 58.483.461.50 de los que habló la Fiscalía de Estado en la audiencia del martes pasado, cuando se informó la estimación inicial del perjuicio presuntamente ocasionado por las cuatro farmacias de Roca denunciadas.

Dentro de la documentación recolectada para la pesquisa también hay recetas, casos testigo que permitieron a los investigadores entender mejor las dos grandes vías por las que se condujeron las acciones supuestamente ilegales durante los últimos años.

Esas recetas muestran que, en un caso concreto, la medicación que un paciente con diabetes se llevó del mostrador de una farmacia y que el Ipross debió pagar apenas $ 262,70, se transformó luego en una factura de $ 25.157,28.

Las enormes diferencias surgen al cruzar los datos de las recetas con los reportes de las carátulas que quedaron asentados en el Colegio de Farmacéuticos.

En ese caso testigo el cotejo permitió conocer que una afiliada roquense se fue de la farmacia con una caja de 60 comprimidos de Metformina 500 mg, pero en realidad la obra social canceló bajo el mismo código de autorización dos cajas de ese producto, tres cajas con cinco lapiceras de insulina cada una, dos tiras de reactivos y una caja de 60 comprimidos de Zomarist Met.

Un producto autorizado. Siete productos pagados. Casi un 9.500% de más con respecto al valor original.

En el expediente hay otros ejemplos, cuyos registros acompañan esta nota y muestran cómo se incrementaban los compromisos de pago para el Estado de manera discrecional.

Todos esos casos corresponden a marzo de este año, época en la que quedaron al descubierto las irregularidades luego de la aparición de dos cajas con recetas del Ipross en una farmacia del centro de Roca.

Ese hallazgo fue realizado por uno de los nuevos dueños del local, que llevó la documentación al Colegio de Farmacéuticos, donde se decidió conformar una comisión fiscalizadora, trabajo que derivó en la denuncia penal presentada el 13 de mayo.




Sólo una caja de un medicamento estaba prescripta en la receta que presentó el 2 de marzo pasado una afiliada de Roca en la farmacia Tucumán.

Sin embargo, la obra social del Estado rionegrino recibió una factura por ocho productos, con un costo final que se ubicó más de un 9.500% más arriba que la suma original.

Entre los agregados -que se habrían realizado en el Colegio de Farmacéuticos- aparecen tres cajas de insulina, uno de los medicamentos más caros dentro del plan de Diabetes, que el Ipross cubre al 100% para los afiliados.

(*) El mismo código de autorización.
(*) Dos cifras bien diferentes, casi 9.500% más.





El Endial Met 4 fue lo único recetado a un afiliado de Roca.

Se trata de un coadyuvante a la dieta y ejercicio en los pacientes diabéticos tipo 2 para casos en los que la monoterapia con glimepirida o metformina no producen un control glucémico adecuado, según las explicaciones de los fabricantes del producto.

La compra se hizo el 7 de marzo pasado y el valor era de $ 583,25, costo que el Ipross debía afrontar en su totalidad, tal como corresponde al Plan Diabetes.

Pero el compromiso de pago que llegó a la obra social fue de $ 23.696,84, porque bajo el mismo código de autorización se agregaron tres cajas de insulina -de dos tipos diferentes- y dos cajas de tiras reactivas marca Accu-Chek Guide.

(*) El mismo código de autorización.
(*) El monto a cargo de la obra social paso de $583,25 a $23.696,84





Estamos hablando de dos maniobras. Una tiene que ver con las recetas inventadas. En los registros del Colegio de Farmacéuticos aparece una diferencia notable entre recetas y carátulas, que son las generadas por el sistema Xairon. Hay 5.667 casos en total, de los cuales 3.368 corresponde al programa de Diabetes y el resto al programa de Epilepsia”, explicó una fuente con acceso a los datos de la causa.

“El otro costado es el relacionado con la adulteración de recetas ya validadas. Es ahí donde aparecen los casos en los que un cupón de autorización original de 262 pesos termina en más de 25.000 pesos facturados a la obra social. Aparentemente alguien -una o más personas- se encargaban periódicamente de agregar productos a lo que ya estaba validado”, agregó la fuente.

Y para cerrar, sumó un dato inquietante: “Sobre la primera maniobra se llegó al dato de los 58 millones que se conoció esta semana. Sobre la segunda maniobra todavía no fue posible cuantificar los montos. Pero si en apenas cinco recetas analizadas de este año las diferencias son de esta magnitud, hay razones para sospechar que el monto final del perjuicio es varias veces más alto”.



Todos los planes

162.531
total de carátulas

156.864
total de recetas

5.667
Diferencia



El 9 de abril de este año es un día central para la investigación por el supuesto fraude al Ipross.

Según informaron fuentes con acceso a la causa, ese día en la sede del Colegio de Farmacéuticos alguien intentó borrar recetas del sistema informático.

Supuestamente se trataba de aquellas que habían sido inventadas para generar mayores ingresos a los prestadores imputados.

Parte de esa tarea se consiguió y es por eso que aparece la diferencia entre carátulas y recetas, con 5.667 órdenes de medicamentos “fantasma”.

Sin embargo, el objetivo de ocultar pruebas no pudo completarse, porque luego de contactar al proveedor del sistema informático se consiguió un back up, con la información total de las recetas cargadas durante los últimos años para luego cobrarle al Ipross.

Estimación Inicial

$58.483.461
Es el perjuicio que surge de las 5.667 recetas fantasma facturadas a la obra social estatal.



Farmacéutico. Propietario de la Farmacia Santa Teresita. Expresidente de COFA. Vocal suplente del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro, actualmente suspendido en el cargo.

Farmacéutico. Propietario de la Farmacia Tucumán. Vocal titular del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro, actualmente suspendido en el cargo.

Farmacéutico. Propietario de la Farmacia Araucana. Vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro, actualmente suspendido en el cargo.

Exauditora del Colegio de Farmacéuticos de Río Negro. Es familiar del expresidente del Colegio, Hugo Fasano, cuya farmacia también aparece involucrada en las maniobras denunciadas hasta el año 2016, cuando el farmacéutico falleció y el local cerró.

Expropietaria hasta el año 2018 de la farmacia Farmacentro de Roca, donde se descubrieron las recetas que abrieron paso a la investigación.

Expropietaria hasta el año 2018 de la farmacia Farmacentro de Roca, donde se descubrieron las recetas que abrieron paso a la investigación. No se presentó a ninguna de las audiencias.

Esposa de Caffaratti. Está imputada porque hubo cheques con fondos provenientes del Ipross a su nombre.



ANÁLISIS


Esta semana se confirmó la validez del allanamiento realizado el 20 de mayo en la sede del Colegio de Farmacéuticos y esa decisión fue crucial para los fiscales del Poder Judicial que llevan adelante la causa.

La información que se pudo secuestrar en ese procedimiento ahora podrá ser cotejada con la documentación que está en poder del Ipross, ya que todas las recetas que los afiliados entregan en las farmacias terminan en la sede la obra social. La llegada de las cajas a Viedma se produce luego de las auditorías que debe realizar el Colegio, instancia que está bajo la lupa y por lo cual está imputada la exresponsable del área, Sandra Fasano.

De manera que ahora podrá constatarse el nivel de predisposición del Ipross para que la investigación llegue “hasta las últimas consecuencias”, tal como se aseguró en un comunicado oficial el 24 de mayo pasado.

Ese compromiso surgió antes de las elecciones en las que el actual presidente de la obra social fue protagonista y tenía intereses en juego. Ojalá no hayan sido palabras de ocasión.


Mañana en “Río Negro”
Hablan los afiliados. Insulina para personas que no son insulinodependientes y dosis facturadas muy por encima de lo que necesita un paciente diabético.

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