Financian proyecto para reforzar el protocolo no sexista en la Universidad del Comahue
Los fondos permitirán durante un año realizar campañas de difusión y actividades para prevenir estas situaciones. La iniciativa fue presentada por los sindicatos Adunc, Apunc junto con la FUC.
Los sindicatos Adunc, que nuclea a los docentes universitarios, y Apunc, que reúne a los no docentes, junto a la Federación Universitaria del Comahue (FUC) presentaron un proyecto de voluntariado que tiene como objetivo fortalecer el protocolo de intervención ante denuncias por violencia sexista que tiene la casa de altos estudios. Lograron su aprobación, y con ello, el financiamiento por un año para realizar actividades de prevención.
El 5 de junio de 2014 el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue (UNC) aprobó el protocolo que tiene alcance a todas las unidades académicas, y que establece cómo es el procedimiento (recepción de denuncia, sustanciación del sumario). Surgió luego de la exoneración del docente de locución, Patricio Orlando, por “abuso de autoridad y discriminación sexista”.
En abril pasado las profesionales que integraban la comisión para la institucionalización y seguimiento de problemáticas vinculadas al protocolo contra las violencias sexistas se desvincularon del espacio. Explicaron que costearon ellas mismas las actividades.
«La Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) y la red RUGE (Red de Universidades con Perspectiva de Género) financia proyectos que duran un año con objetivos, actividades. Son 250.000 pesos por proyecto, por universidad, para poder realizar actividades en el marco de la creación del protocolo o el fortalecimiento. El nuestro es el único intersindical», explicó la secretaria general de Adunc, Micaela Gomiz.
Agregó: «estamos preocupadas desde el sindicato en que el protocolo sea una herramienta que esté incorporada y que esté en las prácticas cotidianas y que tenga difusión, y que todo el mundo lo conozca y se institucionalice. Nosotras vemos que en estos cinco años de protocolo el mayor problema que hemos tenido es que no se ha institucionalizado. Por otro lado porque nosotros aprovechamos esta herramienta, el proyecto y los fondos, para seguir generando actividades de sensibilización, de desnaturalización de prácticas para disminuir los hechos que después requieran la aplicación del protocolo.»
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