Fiscal pidió extraer muestras de ADN a novio, exmarido, exsuegro y excuñado de Micaela

El fiscal Eduardo Fernández solicitó al juez de Instrucción Ricardo Calcagno que ordene la extracción de muestras al último novio de Micaela Bravo como a su exmarido, Patricio Vargas, su exsuegro y su excuñado. Se trata de una nueva medida de prueba en la investigación para esclarecer el homicidio de la joven madre barilochense.

Fernández pidió al juez que le hagan un hisopado bucal a los cuatro hombres. En un comunicado que difundió ayer el Ministerio Público Fiscal (MPF) se informó que las muestras “serán comparadas, una vez obtenidas, con las extraídas del cuerpo” de Micaela.

Vargas dijo ayer a “Río Negro” que no había sido notificado de la medida solicitada el jueves por el fiscal. “El que nada debe, nada tiene que temer”, afirmó Vargas. Dijo que el hisopado “lo tendrían que haber hecho al principio, no a más de un mes de que hallaron el cuerpo de Micaela”. “Mientras tanto, el asesino de Micaela anda suelto”, lamentó.

Desde el MPF se informó además que Fernández presentó un recurso de reposición con apelación en subsidio ante Calcagno en relación al pedido para que aparten al exmarido de la víctima como querellante en función de las medidas dispuestas.

Vargas representa, en realidad, a los hijos del matrimonio y, por eso, Calcagno lo aceptó como querellante y denegó el pedido del fiscal.

Micaela salió el 23 de marzo pasado de la casa de su madre, en el barrio 2 de Abril, y nunca más la volvieron a ver con vida. Su cadáver apareció el 6 de abril último en un descampado, a pocas cuadras del barrio. Tenía 28 años y tres hijos pequeños. Hasta el momento no hay imputados en la causa. La investigación transcurre bajo el secreto de sumario que impuso el juez a pedido de Fernández.

El viernes pasado allanaron el domicilio de los padres de Vargas y la iglesia evangélica, que está a cargo del matrimonio porque son los pastores.