«Franco murió asfixiado mientras lo violaban»

Un médico judicial apuntaló su teoría sobre la muerte del pequeño, con pruebas y fotos que había tomado. Dijo que el nene de tres años no murió de peritonitis, y complicó al padrastro.

CUTRAL CO (AZ).- «El chiquito Franco Alonso murió sofocado después de soportar una perversa violación». Así lo certificó ayer el médico judicial Osvaldo Avaro, quien le imprimió un giro drástico al avance de la causa y complicó seriamente al padrastro del chico, Carlos Soñé.

Avaro reveló con documentación y fotografías cómo fueron los últimos instantes de vida de la criatura y afirmó sin dudas su hipótesis que contrasta abiertamente con la versión que entregó el perito Carlos Losada en la primera jornada del debate. La continuidad del juicio pasó para el lunes venidero donde confrontarán sus estudios Avaro y Losada.

«El nene fue violado con una perversidad poco veces vista que le produjo un avasallamiento de las defensas naturales del organismo», señaló ayer Avaro ante el Tribunal. El médico sostuvo que las diferentes lesiones que el cuerpo presentaba coincidían perfectamente con su teoría.

De acuerdo a la versión de Avaro, Franco murió asfixiado mientras era violado salvajemente. Las heridas en el rostro y rodillas daban cuenta del aplastamiento y compresión que sufrió la víctima.

«El desprendimiento de algunas uñas es producto de la lucha desesperada de alguien que pelea para zafarse porque le falta el aire y lo están aplastando», conjeturó.

Avaro realizó un inspección ocular en la vivienda del chico y allí terminó de confirmar sus sospechas. En la cama cucheta encontró rastros de sangre sobre las sábanas y a pocos metros, dentro de un balde, halló un calzoncillo de Franco manchado con materia fecal.

En contraposición a la teoría de Losada, descartó que el deceso del chico se haya producido a raíz de una peritonitis. «Ese tipo de afecciones producen hemorragias que no estaban presentes al momento de revisar el cuerpo», explicó Avaro quien tuvo su primer contacto con el cadáver pocas horas después del hecho.

Las fotografías que este profesional exhibió de la víctima generaron conmoción en la sala de Copelco. Además de enumerar cada uno de los tormentos que tuvo que soportar Franco antes de morir expuso con claridad contundente su hipótesis que deja en el centro de la escena y como máximo sospechoso al padrastro, Carlos Soñé.

La madre, Patricia Alonso, prefirió abandonar la sala antes de que se mostraran las terrible imágenes. Soñé, en lo que pareció más una puesta en escena ante los ojos del tribunal, la imitó. De hecho, en la primera jornada también se exhibieron imágenes brutales pero Soñé no se mostró contrariado y hasta esbozó alguna sonrisa tenue.

La jornada se completó con el testimonio del pediatra Fernando Ferreyra quien revisó a Franco poco antes de su muerte y del cuñado de Soñé, Carlos Contreras. El profesional detectó varias quemaduras y una disminución de peso. Además dio por tierra con el infantil argumento que relacionaba los hematomas múltiples con un supuesto problema de coagulación. «El análisis dio normal» concluyó.

Por su parte, Contreras reconoció que Soñé tenía una personalidad «violenta» y que «cuando tomaba se le daba por gritar y pelear».

El debate seguirá el lunes en esta ciudad con la presencia de cinco testigos más los médicos Osvaldo Avaro y Carlos Losada. Si los plazos lo permiten podría realizarse además los alegatos de las partes.


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