“Game of Thrones”: Cerca del principio del fin

Esperando el adiós de una producción que enamoró a millones de espectadores. 

Cuando se es protagonista de la serie éxito de la última década en la tevé por cable, con mayor número de seguidores, con más posteos en las redes, con más premios obtenidos, con mayor número de réplicas en todas las plataformas y más fanáticos en todo el mundo no parece fácil escaparse de los paparazzi. Es el caso de “Game of Thrones”, cuyos protagonistas no pararon de facturar millones de dólares por episodio. La pregunta: “¿No la viste?”. No cabe en la cabeza de nadie que aún no la hayas visto.

La serie de tevé de drama y fantasía medieval cautivó al mundo entero. Creada por David Benioff y D. B. Weiss y producida por la cadena HBO, su argumento está inspirado en las novelas “Canción de hielo y fuego”, saga escrita por el estadounidense George R. R. Martin (tengo que decir que fue bestseller: 24 de millones de ejemplares se vendieron en el mundo) y relata las vivencias de un grupo de personajes de distintas casas nobiliarias en el continente ficticio Westeros para tener el control del Trono de Hierro y gobernar los siete reinos que conforman al territorio. No les tembló el pulso para decapitar gente…

Nos fascinó desde el minuto uno. Tiene un reparto coral extenso que se estima llegó a ser el más grande en tevé. Así aparecieron personajes legendarios como Jon Snow (Harington), Daenerys Targaryen (Emilia Clarke), Cersei Lannister (Lena Headey), Arya Stark (Maisie Williams), Tyron Lannister (Peter Dinklage), Sansa Stark (Sophie Turner), Khal Drogo (Jason Momoa), Bran Stark (Isaac Hempstead), Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau), Eddard Stark (Sean Bean), Oberyn Martell (Pedro Pascal), Jorah Mormont (Iain Glen) y el elenco es tan numeroso que no alcanza esta página para describirlo. Por algo la serie rompió todos los récords. Por algo la amamos.

De tantas temporadas que nos fascinaron finalmente hoy, a las 22, llega la última por HBO y ya la estamos extrañando. Nos ocupó la nostalgia por anticipado y sabemos que la extrañaremos para siempre. Quedará como un grato recuerdo. La crítica universal no dejó de sorprenderse y de tener palabras de elogio. Debe ser por la calidad de fotografía, música y producción de cada episodio.

Nos enamoramos de Kit Harington y de la ternura de “su bastardo”. Sabremos luego que Jon Snow es, en realidad, Aegon Targaryen, el verdadero heredero del Trono de Hierro. Conmovió la ética y moral del personaje. La fortaleza no estuvo solo en su espada sino en su mirada punzante y determinada. ¿Quedó claro que fue nuestro personaje preferido? Le auguramos un gran futuro como actor de otras propuestas (puede ser también sobre las tablas, ¿eh?).

El final de esta serie nos deja un hueco que no sabemos cómo llenar. Ojalá la señal televisiva invente otra propuesta pronto.


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