Ginóbili ganó el duelo de argentinos

Actualizado a las 11:50

BUENOS AIRES (DyN) – San Antonio Sprus, con Emanuel Ginobili y Fabricio Oberto, superó por 104 a 95 a Chicago Bulls, con Andrés Nocioni, en el duelo de los dos equipos con jugadores argentinos disputado por la tercera fecha de la NBA, la liga de básquetbol profesional de los Estados Unidos. Ginobili marcó 14 puntos y capturó 13 rebotes para San Antonio y Nocioni aportó 10 tantos para los Bulls, en tanto que Oberto permaneció en el banco de suplentes durante todo el partido.

El partido llevado a cabo en Chicago se definió en tiempo suplementario y constituyó la novena victoria consecutiva del equipo texano sobre los Bulls. Luego de jugar una primera mitad muy sólida, San Antonio sacó una ventaja que parecía marcar el rumbo del partido: en el primer cuarto ganaba 33-21 y al cabo del primer tiempo se imponía 50 a 42. Pero el equipo local remontó en el segunda mitad: se impuso por siete en el tercer cuarto (26-19) y en el último consiguió igualar el marcador en 91.

Eso obligó al suplementario y allí apareció la mejor versión de los Spurs, que en esa instancia ganaron 13 a 4 para alcanzar el 104-95 definitivo. Ginóbili, a pesar del desgaste, jugó 28 minutos y 31 segundos y además de sus 14 puntos y 13 rebotes, aportó tres asistencias y tres robos pero no tuvo una gran puntería, sin embargo: metió dos de seis en dobles y tres de diez en triples. Nocioni, para Chicago, actuó durante 20 minutos y 36 segundos, consiguiendo cinco rebotes (todos defensivos) y además, cometió cuatro faltas. Tim Duncan, con 24 puntos, fue el máximo anotador del partido. El MVP de la última serie final de la NBA también fue el líder en rebotes, con 16.

En Chicago, se destacó Deng, con 19 puntos. Ginóbili decidió a último momento jugar en el United Center, cuando durante el día había pensado en descansar su físico. La duda del bahiense radicó en su malestar en el muslo derecho, donde recibió un rodillazo en un entrenamiento del fin de semana previo a la apertura de la temporada.

Tan fuerte fue que incluso estuvo en duda para el debut, pero el argentino jugó en la victoria ante Denver y el viernes, en el encuentro ante Cleveland, se lo notó demasiado molesto. Tanto que se quitó la muslera que lo protegía y la arrojó sobre el piso del estadio SBC Center de San Antonio. Pero ayer, el mejor basquetbolista argentino de la historia quiso estar en otro episodio relevante. Y lo hizo a su manera: sólido y victorioso.


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