Golpiza a los jóvenes: los policías dijeron que no vieron nada

Cuatro agentes están acusados de los delitos de vejaciones y lesiones leves en agresión. El hecho ocurrió el 1 de junio de 2016. Compañeros de los imputados declararon que no vieron nada.

“Lo único que hizo el sargento (Cristian) Barría fue abrir la puerta del patrullero para llevar a los detenidos”, declaró ayer el agente policial Emiliano Manquillán. Barría está siendo juzgado porque está acusado, junto a los policías Pablo Oscar Salinas, Javier Nieva y Segundo Delfín Fernández, por los delitos de vejaciones y lesiones leves en agresión, en perjuicio de un grupo de jóvenes.

“No vi en ningún momento que los hayan golpeado”, afirmó el testigo citado por la defensa de los acusados. “Después, me enteré que habían sido golpeados”, recordó Manquillán ante el tribunal, integrado por los jueces Gregor Joos, Bernardo Campana y Juan Martín Arroyo.

“Nunca me enteré quiénes pegaron”, sostuvo el testigo. Otros policías declararon ayer en el mismo sentido durante la segunda jornada del juicio contra los cuatro policías acusados de haber sido los autores de la brutal golpiza que sufrieron la madrugada del 1 de junio de 2016 cinco jóvenes y una chica.

“No vi en ningún momento que los hayan golpeado”, sostuvo el policía Mario Yanqueleo.

El juicio comenzó el miércoles. En la jornada de apertura declaró la mayor parte de las víctimas, que relataron los dramáticos minutos que vivieron, sobre todo, en el calabozo de la comisaría Segunda de Bariloche.

Aseguraron que sufrieron golpes de puño, patadas y los rociaron con gas pimienta. Relataron ante los jueces que algunos policías los obligaban a estar de pie, con las piernas abiertas y les daban patadas en los testículos. La mayoría no pudo ver a sus agresores porque apenas levantaban la mirada eran golpeados. Solo dos jóvenes identificaron a algunos acusados.

El relato de las víctimas se apoyó con fotografías que les habían tomado pocas horas después de la golpiza. Las imágenes mostraban los hematomas y lesiones en la humanidad de los detenidos.

Los acusados declararon el miércoles y negaron haber golpeados a los jóvenes, que habían sido aprehendidos porque impedían que la grúa municipal les secuestrara un Fiat 128. El auto había tenido una falla mecánica en avenida de los Pioneros al 400 y no tenía patente.

Las víctimas denunciaron que fueron golpeados cuando los detuvieron, en los patrulleros rumbo a la comisaría y en el calabozo.

El juez Ricardo Calcagno observó -a simple vista- que estaban golpeados cuando comparecieron esa mañana del 1 de junio de 2016 en Tribunales y ordenó que sean revisados por el médico forense Juan Manuel Piñero Bauer. Ayer, el médico declaró y ratificó las lesiones que había constatado en los jóvenes.


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